Cronómetro de Récords entrevista al creador del Risobasket
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Risofonku con la plantilla de la temporada pasada del Cadí La Seu. Foto: Cadí La Seu.
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Toni Delgado (@ToniDelgadoG) / Barcelona
Toni Fontcuberta (Manresa, 1972) tiene una "misión" que ha convertido en su oficio.
—Voy por el mundo llevando la risa, que nos hace un masaje en el cuerpo. ¿Sabes cuántos músculos se activan? ¡400! Generamos endorfinas, la hormona de la felicidad...
Risofonku, el creador del Risobasket, se expresa con gestos generosos en un sofá de la entrada del Hotel Catalonia Barcelona Plaza, donde después hará un taller de risoterapia para la prensa. La excusa, la presentación en sociedad de Ferran Aril, nuevo presidente de la Federació Catalana de Basquetbol.
—La risa nos iguala.
Exacto. En un taller de risoterapia desaparecen las etiquetas y las jerarquías. No hay jefes ni jefas. Sí interacción: nos miramos a los ojos, nos tocamos, jugamos...
—Siempre hay a quien le cuesta más dejarse ir y reírse.
Buscamos que, a través del juego, acabe haciéndolo sin pensar que le están mirando. Fuera miedos y vergüenzas, adiós al qué dirán... Solo así brillas y eres tú. Nadie tiene que salir al medio ni hacer nada que no quiera. Reír es una actitud de vida, de cómo te la tomas y te mueves por el mundo... Se conoce más a una persona en una hora de juego que en 10 de conversación.
—Muchas veces la risa retrata a la persona.
Así es. Hay largas, cortas, casi de jajaja... Rosó Buch defiende que la risa no se lesiona. Es más: siempre acaba ganando. Quien está alegre y feliz, no solo siente satisfacción, también contagia de optimismo y confianza al resto, y brinda por la autenticidad.
—La temporada pasada hiciste un taller de risoterapia con el Cadí La Seu, un grupo muy unido, divertido y alegre.
Descubrí a grandes personas y nos lo pasamos muy bien. A alguna quizás le costaba más, pero en todo momento se notó la gran química que tenían. Todas me ganaron por su implicación y ganas de pasarlo bien. ¡Eso es vital! Es un taller que recordaré siempre.
—¿La risoterapia puede ayudar a un equipo que esté en crisis?
Sobre todo a que sus miembros vuelvan a mirarse y confíen más. Sonreír destensa y cohesiona. Reír es la distancia más corta entre las personas. Si un equipo se ríe, puede trabajar. Es fundamental que esté unido siempre, especialmente en los malos momentos.
—¿En qué consiste el Risobasket?
Soy un entrenador de baloncesto que aplica técnicas de risa a los equipos buscando la distensión, la confianza, la cohesión... Quiero que se lo pasen bien y que trabajen la parte lúdica de divertirse, jugar o reírse como equipo. Un grupo con miedo se moverá de una manera diferente que otro con confianza. Hay un momento, por ejemplo, en el que una jugadora marca el baile lúdico al resto. Después será otra, luego una distinta...
—¿Todas acaban siendo líderes?
Sí. Se busca que se sientan protagonistas y partícipes en el equipo. Cada una es muy importante y en algún momento de la temporada liderará en la pista. Si comparten el mismo objetivo y compromiso, son imparables. Creo mucho en el concepto de equipo y por eso invito siempre al cuerpo técnico a que participe en el taller. Un equipo con varias jugadoras que contagian de alegría al resto trabaja de manera diferente.
—¿El mejor momento para que un equipo realice un taller de risoterapia es el inicio de temporada?
Sí, sobre todo cuando hay muchos fichajes. Para mí no se pueden hacer trabajos tácticos si el grupo no se conoce ni se tiene suficiente confianza. Para romper ese hielo se necesita convivencia con concentraciones, cenas, yendo al cine y/o al teatro... Un equipo también se expresa fuera de la pista. Se nota si hace cosas fuera.
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| Toni Fontcuberta después de la entrevista. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. |
—¿Sabemos reírnos?
Mucha gente se prohíbe reírse por miedo al qué dirán. Es un gran error, ya que la risa genera un buen ambiente, siempre que sea reírse con y no de. A veces la risa no es el primer camino porque quizás la persona lleve la mochila muy cargada y necesite descargarla hablando. Que le escuchen. Me encanta desestresar a los demás. El estrés debilita nuestro sistema inmunológico, nos borra la sonrisa, y nos empieza a doler la espalda, vamos más tensos... Doy herramientas para volver a reír y ver las cosas desde la alegría.
—La risoterapia te ayuda a leer mejor las risas. Algunas son de autoprotección.
Bien utilizada, la risa es la herramienta más poderosa para relacionarnos, pero si la hacemos servir mal, puede ser la más destructiva. Es difícil herir más a una persona que riéndote de las ilusiones y sueños que acaba de compartir contigo.
—A veces la risa es casi una banda sonora, como palabras encadenadas.
¡Las neuronas espejo! ¡Reír es muy contagioso! ¡Es brutal! Te puede dar un ataque de risa con una persona desconocida. La risa es la mejor medicina, por más que en muchos países se considere algo muy extraño e incluso esté mal o muy mal visto. Reírte de ti mismo te hace mucho más libre, igual que sacarle hierro a según qué problemas. Hay cosas muy duras en las que, claro, la risa no puede aparecer tan rápido.
—¿Cómo sueles acabar las sesiones?
Muy satisfecho por haberlo dado todo. ¡Nadie disfruta más que yo! Me gustaría ver las caras del principio de los talleres y las últimas. ¡Acabamos a tope, jugando, compartiendo muchas cosas...! ¡Son las mismas personas! Insisto: reírse es una actitud.
—¿Cómo ha cambiado la risa en tu vida?
De pequeño me reía de todo e incluso podía llegar a hacerlo de alguien. Ahora sé cuándo me río, lo hago con respeto y con los demás, nunca de otra persona. ¡Me río mucho de mí! "¿Cómo puedes haberte equivocado en esto, Toni?", me pregunto... Y me río. Para mí es un éxito ver cómo se ríen jugadoras o jugadoras que no suelen hacerlo y que acabemos a tope. ¿Sabes qué me ha llegado a pasar?
—Ni idea, Toni...
¡Que ha venido la policía!
—¿Cómo?
Hará cinco o seis años en el pabellón del Basket Almeda, que resuena mucho. Sacamos mucho estrés y recibimos una visita inesperada... [Risas].
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