viernes, 6 de marzo de 2020

Tamara Seda: "Donde quiera que vaya tengo personas que creen en mí"

Cronómetro de Récords entrevista a la pívot del Araski en la Copa de la Reina 

Tamara Seda tras la entrevista. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

Toni Delgado (@ToniDelgadoG) / Salamanca

Cuando alguien te mira como Tamara Seda (Maputo, Mozambique, 1994),  sabes desde el primer momento, y sin margen de error, que es una persona generosa y llena de luz. La pívot del Araski sale del vestuario radiante, como si se hubiese duchado, aunque no le haya dado tiempo. Su equipo acaba de vencer en la prórroga al Gernika por 80-83 y, contra la mayoría de pronósticos, se ha clasificado para las semifinales de la Copa de la Reina de Salamanca. Su rival será el Perfumerías Avenida.

—"Nuestra pasión puede superar la calidad de cualquier adversario", proclamaba Made Urieta hoy [por ayer] en una entrevista de Olga Jiménez para El Correo. En el primer cuarto habéis cogido nueve rebotes más que el Gernika en el primer cuarto. 
Somos muy luchadoras y creemos hasta el final, independientemente del marcador y del rival.   

—El Araski es uno de los equipos con más vínculo emocional entre sus jugadoras. No hay egos ni nadie se ve mejor que el resto, pero a veces parece que os contagiéis todas del error.  
Es normal. La temporada es larga y hay días en los que no nos salen algunas cosas. El equipo es tan fuerte que tras una derrota se presenta con una sonrisa al siguiente entrenamiento. No tenemos secretos entre nosotras y bromeamos mucho. Esa química se refleja en la cancha.

—El banquillo celebra cada canasta como si fuera la decisiva.  
Cada acción positiva es de todas. Nunca se sabe quién destacará más. ¿Sabes cuál es el secreto de que nuestra anotación esté tan repartida? Corazón y pasión. 

—Llevas tres partidos flojos con respecto al resto del curso.  ¿Tienes problemas físicos?
No, no. De hecho, estoy mucho mejor que al inicio de temporada. Quizás los rivales analicen más mi juego, no me salgan las cosas habituales... Bueno... Mi equipo y la entrenadora me empujan. Mejoraré seguro. Lo importante es que ganemos.  

—No me he fijado en si has abrazado o no a Tania Pérez tras la victoria. Ésta es su primera Copa de la Reina. Es una persona súper emotiva y emocional. Es lo que ves. 
Sincera, transparente... Es una suerte poder convivir con ella a diario. En el vestuario nos ha dicho que no sabía si llorar o reírse. [Risas]. "¡Tania, haz lo que quieras, que estamos en las semifinales!", le hemos contestado. Para una jugadora que lleva tantos años en la Liga Femenina...

—Muchos años sufriendo lesiones graves y otros problemas. 
Tania se merece todo lo bueno que le pase. ¡Y nos quedan muchas emociones por vivir, eh!  

—¿En este equipo sois todas líderes?
Claro. Las capitanas y las veteranas tienen más rodaje, pero... ¿Sabes? Somos niñas cuando estamos juntas fuera de la pista y maduras en la cancha.  

—¿Te sorprende que en Liga Femenina Endesa sólo llevéis 18 puntos más de los que habéis encajado?
Ya... No sé si estarás de acuerdo conmigo, pero la defensa es nuestra principal virtud.

—Estoy completamente de acuerdo contigo. 
Y el ataque surge de atrás: los contraataques, triples de María Asurmendi de medio campo... Nuestro objetivo primordial es defender y defender, y de ahí parte nuestro ataque. 

—La jugada decisiva ha sido el triple de la capitana, Laura Pardo, Laupa. 
Tiene buena mano... 

—Pero no confía lo suficiente en su tiro. 
Llevamos toda la temporada diciéndole "tira, tira", y hoy nadie le ha dicho nada... ¡Y lo tiró y lo metió en el momento clave [a 58,4 segundos del final de la prórroga para poner el 78-83]!  

—La concentración en Getxo unió al equipo para siempre. Es casi un cordón umbilical. 
Acabábamos casi de aterrizar. Hablamos mucho para conocernos mejor y salir de la ciudad también fue positivo. La química salta a la vista.  

—En Getxo fuisteis niñas y maduras. 
[Risas]. ¡Sí! 

—¿Cómo describirías la conexión del Araski con la grada de Mendizorroza? 
Es un vínculo tan especial... En el último partido unas niñas pequeñas llamaban a Laupa [Laura Pardo] en el banquillo y les pedíamos silencio. La afición del Araski es impresionante. Y el sábado vendrán más todavía para ver las semifinales [ante el Perfumerías Avenida]... 

—Te has quedado sin los Juegos Olímpicos de Pekín...
El sueño se esfumó ante rivales muy difíciles como Nigeria, Estados Unidos y Serbia. Sinceramente, no estábamos preparadas para competir contra ellas. Espero que algún día logremos esa meta.  

—¿Hay buena cantera en Mozambique?
No. Sí muchas jugadoras en Estados Unidos. Ojalá que sigan compitiendo cuando acaben la universidad porque en los últimos años casi todas lo han dejado en esas circunstancias. Si cambia la tendencia, Mozambique podría ser una de las dos selecciones africanas más potentes.  

—Raquel Carrera sí que está preparada para jugar en Liga Femenina Endesa.
¡Madre mía! Es mi compañera de habitación. 

—Todo el mundo destaca su inteligencia. 
Raquel Carrera tiene cara de bebé y actitud de persona mayor. Es una campeona. Llegará muy lejos. 

—Si pasáis a la final de la Copa de la Reina de Salamanca, ¿saldrás más de casa aunque haga frío? 
[Risas]. ¡Claro! ¡Ya se está acabando el frío en Vitoria! ¡Ahora viene la mejor parte del año! No me gusta el frío... 

—"Es una más y bromea como si hubiese escuchado castellano desde la cuna", explica tu compañera Laura Quevedo. ¿Cuáles han sido las palabras que más te han costado aprender y/o pronunciar?
Me cuesta mucho diferenciar el sonido de la zeta y la ce en algunas palabras. Sabiendo portugués me ha resultado sencillo aprender castellano. Desde pequeña me encanta España. De pequeñas mi hermana y yo cantábamos en español... 

—¿Cuál, por ejemplo? 
Amor gitano, de Beyoncé y Alejandro Sanz. 

—Me has pillado... 
¡No te suena, eh! ¡Da igual! [Risas]. 

—Laura Quevedo me sugiere que te pregunte por las palabras que has aprendido este año...  
No, no... 

—¿No se pueden decir? 
¡No! [Risas]. 

—Ya me las imagino... 
[Risas]. 

—Lo que más destaca de ti Laura Quevedo es tu "potencia física, la capacidad de intimidación al rival y la facilidad para jugar cerca del aro". ¿Qué resaltarías de tu juego?
¡Oh! Cambia mucho si tu equipo y tu entrenadora creen en ti. Si te repiten que puedes y que eres valiente, tu confianza sube. El resto del cuerpo técnico y la afición también me empujan y me transmiten su energía. 

—¿Cómo te animó anímicamente tu Afrobasket tras una lesión de rodilla? Jugaste muy bien y fuiste la máxima reboteadora. 
El Afrobasket fue un impulso inmenso. Antes de venir a Vitoria competí en la liga mozambiqueña, que no es buena, y la prueba real fue el Afrobasket. Allí disipé mis dudas tras la lesión. Había cogido peso...  

—¿Qué te enseñó esa lesión de la rodilla que tuviste en el CD Zamarat?
Aunque seas optimista, el percance te genera incertidumbre  sobre tu recuperación. No es lo mismo regresar a las pistas con 17 o 18 años que con 25, mi edad. Cuando hablé con Made [Urieta] sobre mi fichaje y me dijo que la lesión no era un impedimento, me dio chispa. 
  
—Las jugadoras del Araski parecéis psicólogas. ¿Qué mensajes os ha dado Iciar García Peña, la entrenadora emocional del Araski, para la Copa de la Reina?  
Iciar es clave todos los días. También lo fue en la concentración en Getxo. Después del entrenamiento hablamos de lo bueno y lo malo, nos reímos... Iciar es muy maja y divertida. Ahora tiene el brazo averiado y bromeamos con ella porque no puede tirar. Le encanta estar con nosotras y a nosotras, tenerla cerca. 

—"Tamara se ha consolidado como jugadora, ha adquirido experiencia y se ha convertido en una interior referente en la Liga Femenina Endesa capaz de pelear con cualquiera", te retrata tu compañera Laura Quevedo, con quien ya coincidiste en el CD Zamarat.
Si lo dice ella... ¡Me fío! [Risas]. 

—Tu compañera destaca tu trabajo silencioso. ¿Cómo es tu ética de trabajo? 
No lo sé... Soy así desde siempre. Me encanta currar, correr... Siempre puedes un poco más, hacer algo más... Lo llevo en las venas. He crecido con mis abuelos. Imagínate. 

—¿Qué miedos tenías cuando aterrizaste en la Liga Femenina?
¡Que no me adaptase a la competición! La Liga universitaria estadounidense es otro mundo. Diría que aprendo rápido y que, al final, mi integración no fue tan difícil. España me atraía desde mucho antes de ser jugadora profesional. Cuando el CD Zamarat quiso ficharme... ¡No lo dudé! 

—¿Admirabas entonces a alguna jugadora que jugase aquí?
En Youtube veía las  jugadas de Laia Palau, y ya me encantaba Erika de Souza, un muro. ¡Una referente!  

—"Soy una persona que aprovecha las oportunidades cuando aparecen. Si se diera la opción de ir a la WNBA, claro que la cogería, pero no es algo que persigo", le contabas a principios de año a Olga Jiménez en El Correo. ¿Qué es lo último que desaprovechaste?
Empecé a jugar con 17 años [en un programa del Seward Country Community College...].

—Antes habías jugado al voleibol. 
Me encantaba, pero no era buena... Si puedo ir a la WNBA, cogeré la oportunidad con las dos manos. Aunque no sueño con ello.  

—Eres una soñadora con los pies en el suelo. 
Tal cual. En el Preolímpico vi a jugadoras de la WNBA y madre mía... ¡Qué nivel tienen! No voy a decir que no puedo llegar a tener esa calidad, pero necesito trabajar muchísimo más para conseguirlo. 

—Made Urieta os transmite confianza y os pide que disfrutéis y deis lo mejor de vosotras mismas. ¿Qué te ha hecho descubrir de ti misma?  
Con el tiempo, he ampliado mis recursos como pívot. Made nos hace creer que podemos con todo y que nuestro deber es resaltar nuestras fortalezas. Es vital que tu entrenadora crea en ti todos los días, pase lo que pase. Siempre he tenido muy buenos entrenadores y entrenadoras que han creído en mí. Donde quiera que vaya tengo personas que creen en mí.  

—Sí... Pero la primera que crees que en ti eres tú, Tamara. 
¡Es cierto! Y eso ayuda a que el resto también lo haga. 

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