Cronómetro de Récords entrevista a la pívot del Cadí La Seu en la Copa de la Reina
Tinara Moore tras la entrevista. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. |
Toni Delgado (@ToniDelgadoG) / Salamanca
"Todavía me ilusiona hacerme fotos con jugadoras, pero, sobre todo, disfruto cuando lo dan todo por los y las peques. La cercanía de sus ídolos les marca", destaca Antonio Hernández, un emprendedor de 34 años que lleva muchos años en los pabellones de baloncesto. Tantos que conserva intacta una camiseta del Ros Casares de Marta Fernández, que jugó allí hasta 2004. "A Tinara la conocí en el Marina Besòs [la pista del Bàsquet Femení Sant Adrià] y se lo pasó genial retratándose con la afición. Qué sonrisa tiene", recuerda este aficionado del Valencia Basket y miembro de la peña Valencia Roskis.
Tinara Moore (Michigan, Estados Unidos, 1996) es diversión y espontaneidad. La pívot del Cadí La Seu transmite felicidad, aplomo y decisión, y se intuye que tiene aptitudes artísticas. Las comunicativas son obvias. Hablamos en la zona mixta del Multiusos Sánchez Paraísos, tras la derrota de su equipo en cuartos de final de la Copa de la Reina de Salamanca ante el Uni Girona (56-51). Tinara Moore sale del vestuario con varias botellas isotónicas y le propongo hacerle la foto con ellas. "No, que las marcas no me pagan", resuelve, directa.
—"¡Tinara tiene la energía más increíble que haya existido jamás! Es de esas personas a las que todo el mundo quiere cerca porque sabes que nunca te aburrirás con ella", te retrata tu compañera Elin Gustavsson.
Oh... [Empieza a llorar]. Me hacen tan feliz esas palabras de Elin porque... ¡Es mi mejor amiga en el Cadí La Seu! El grupo es encantador, pero Elin me cuida mucho... ¡Tanto...! Creo que soy buena persona o, al menos, lo intento.
—La felicidad del resto te llena.
¡Sí! Me encanta ver y hacer reír al resto.
—Me cuentan que en La Seu d'Urgell hay personas que se cambian de acera para saludarte y hablar contigo.
Me gusta vivir en una ciudad pequeña, perderme por sus rincones... Me enorgullece que me traten con ese cariño. Me siento muy cuidada y querida.
—Elin Gustavsson y tú no tenéis secretos ni filtros. "Hemos vivido momentos diferentes, desde conversaciones profundas a risas, lágrimas, situaciones más o menos graves en la pista, instantes tranquilos... Tinara es tan hermosa por dentro y por fuera...", amplía Elin Gustavsson.
[Sonríe]. Tenemos una relación que va más allá de la pista. Con Elin puedes contar para cualquier cosa. Pienso lo mismo de ella.
—¿Tenéis carácteres parecidos?
Conectamos mucho, pero somos muy diferentes. A Elin le encanta analizar las cosas y a mí... ¡No tanto! Soy un verso libre. Es muy fácil entenderse con ella.
—¿Cómo recuerdas tu etapa en la Universidad de Michigan?
Me vienen a la mente caras, sensaciones, emociones... Me acuerdo de la afición, los entrenadores, las compañeras... Trabajamos muchísimo y muy bien en un grupo con un vínculo especial.
—Diría que cada día repites mucho la palabra "gracias".
Soy agradecida con todo lo que recibo porque así me han educado mis padres y el profesorado.
—¿Qué recuerdos tienes del training camp con las Washington Mystics, de la WNBA?
Son muy buenos. Aprendí mucho de una experiencia que me ayudó a detectar qué detalles necesitaba mejorar más.
—¿Cómo es Murriel Page como entrenadora?
¡Oh! ¡Es una mujer increíble! Con Murriel puedes hablar tanto sobre baloncesto como sobre la vida. Ha sido una técnica que me ha marcado. La quiero muchísimo.
—"No tiene sentido si no te diviertes" en una de tus frases de cabecera.
Me gusta disfrutar, aprender, relajarme, crecer... Es importante que ames lo que hagas. Si tu motor es la tristeza...
—Habéis jugado un partido muy duro, en todos los sentidos, contra el Uni Girona. De mucho contacto. Has recibido muchas faltas.
El Uni Girona es un gran equipo. Hemos jugado bien, aunque, lamentablemente, no pudimos ganar. De nuevo competimos. Quizás otro día podamos ganarles.
—¿En qué tenéis que mejorar para que suceda?
Ser más constantes en el rebote y no conceder tantos ofensivos.
—"A Tinara Moore ya la conocía de su temporada universitaria. El año pasado no pudo demostrar todo su potencial", confesaba hace unos días Bernat Canut en L'Esmaixada.
Bernat Canut es un técnico fantástico que te hace mejorar, te invita a arriesgarte y experimentar, y se vacía para que crezcas. Es el ideal para mí en este momento de mi carrera.
—¿Perdiste mucha confianza en ti misma en el Valencia Basket?
Sí. Aunque también aprendí mucho y no bajé los brazos. Me dejé el alma. En verano trabajé mucho para recuperar mi confianza y creo que lo he hecho y que la transmito a mis compañeras.
—Jori Davis y Joy Adams te ayudaron mucho en el Valencia Basket.
Nunca me olvidaré de cuánto. Se esmeraron para que me sintiera cómoda y como en casa desde el principio. Era mi primera experiencia lejos de mi familia y amistades y lo pasé mal.
—¿Qué cosas has descubierto de ti esta temporada?
Que puedo y tengo que hacer mejor a mis compañeras. Me siento mucho más segura en la pista porque Bernat confía en mí. Estamos todas muy unidas. A Yurena [Díaz, que se recupera de una rotura del ligamento cruzado en la rodilla] la arropamos al máximo. Es una compañera extraordinaria que trabaja mucho.
—Te gusta hablar y la gente... ¿Te has planteado estudiar Comunicación o Periodismo?
No lo descarto en absoluto. ¿Por qué no? Me gusta hablar, preguntar...
—Completa la frase... La afición del Cadí La Seu es...
¡Maravillosa! Ganemos o perdamos... ¡Siempre nos apoya y está ahí! El baile con la grada tras cada partido en el Palau es tan bonito... Se establece una conexión mágica. En caso de derrota, es un "de acuerdo, habéis perdido, pero el camino no se ha acabado. Seguimos confiando en vosotras". ¡Y la confianza lo es todo!
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