Cristina Pedrals: "En el CB Clarinos he vuelto a disfrutar del baloncesto tras unos años en los que no me compensaba jugar"

Cronómetro de Récords entrevista a la base del CB Clarinos, nuevo equipo de Liga Día 

Cristina Pedrals en la fase de ascenso a Liga Día de La Laguna. Foto: FEB. 

Toni Delgado 

Cristina Pedrals (Sabadell, 1991) atiende la llamada de Cronómetro de Récords desde una piscina. Tras  ascender a Liga Día con el CB Clarinos, la base se ha ganado las vacaciones más felices en mucho tiempo. Ha aparcado, por fin, varias temporadas consecutivas con infinidad de contratiempos deportivos y extradeportivos. Una época de muchas dudas para una Cristina Pedrals que desprende una fuerza infinita y tiene una sonrisa contagiosa.

—En la celebración lo diste todo. 

¡Sí! Y eso que estaba destruida. Jugar cuatro partidos en cuatro días fue duro. Lo festejamos en nuestro pabellón, el Juan Ríos Tejera, y con la afición. Ha sido una suerte poder organizar la fase de ascenso en La Laguna (Tenerife). Luego cenamos con el cuerpo técnico, la directiva... Y acabamos montando una fiestecita con las del CD Promete [el otro equipo que ascendió a Liga Día], vinieron las del Celta... Nos liberamos de la tensión.  

—Quien no siguiese el encuentro pensará que ganasteis con mucha facilidad al CB Almería (63-41), cuando fue igualado hasta el último cuarto. Tus nueve puntos en el tercer cuarto, en un parcial muy pobre (11-9), fueron vitales.   

Estaba tan agotada que tengo el partido borroso. [Risas]. El esguince de Tanaya [Atkinson] en el primer partido [jugó mermada la fase] nos exigió hacer un sobreesfuerzo al resto y llegamos al último día muy cansadas. Bueno, igual que el CB Almería, que aguantó hasta el último cuarto, cuando nos empezaron a entrar más los triples, corrimos y nos distanciamos. Éramos conscientes de que sacaríamos el partido como fuese.  

—"Teníamos miedo a fallar en casa", reconoció Claudio García. 

Normal. Jugábamos ante nuestra afición y sólo habíamos perdido cuatro partidos en la fase regular. Se nos dio el papel de favoritas. La derrota ante el Celta nos complicó todo mucho, pero conseguimos el objetivo.  

—El Celta os ganó muy bien. No habéis tenido una fase de ascenso sencilla. 

Sabíamos que necesitábamos hacerlo bien en nuestro grupo, muy complicado, para tener un último partido más asequible. Se nos juntaron muchas cosas: la lesión de nuestra MVP, Tanaya Atkinson, que cuando surgían los problemas anotaba más de 20 puntos; el cansancio; la presión de jugar en casa hace que quizás rindas menos o estés un poco más nerviosa... No sé. El caso es que logramos nuestra meta.  

—¿Fichar por el CB Clarinos ha sido tu mejor decisión desde que lo hiciste por el Uni Ferrol?

Tal cual. Te diría lo mismo aunque no hubiésemos ascendido a Liga Día. Ha sido un año excelente. No había coincidido en un grupo humano como éste desde mi etapa en el Uni Ferrol. Para mí, más allá de los resultados, lo más importante es pasármelo bien en la pista y fuera.  

—Vives un gran momento después de varias temporadas seguidas muy duras: en la 2015-2016 llegaste al Perfumerías Avenida y te fuiste muy pronto en busca de minutos al PEAC Pecs; la siguiente, sufriste los impagos y el descenso en el CREF; la otra, en el CD Promete, no duraste casi nada y te tomaste un año sabático. 

[Hace una pausa]. Fue una época horrible. Cuando realizas buenos números, como en mi último curso en el Uni Ferrol, te llaman equipos con más presupuesto, y creo que no tendría que ser así. La estadística no lo es todo. La experiencia en Salamanca no resultó como esperaba y pedimos la cesión al PEAC Pecs para contar con más protagonismo. En Hungría me encontré cómoda y viví una aventura distinta, pero me rompí la rodilla. Otro bajón... En el CREF el año fue muy malo y en el CD Promete me echaron tras cuatro partidos... Y me dije: "No puedo más. Necesito tiempo para mí". No sabía qué iba a hacer con mi vida. Muchos meses después, Jorge [Méndez], de Prodep, me llamó y me preguntó: "Cris, Clarinos está interesado en ti. ¿Cómo lo ves?". Y mira... No ha estado mal. ¡Nada mal! [Se ríe]. 

—¿Qué descubriste de ti misma en ese período de incertidumbre?

Necesito estar bien y rodearme de personas que me aporten felicidad. Juego porque me gusta y porque, dentro de mis limitaciones, se me da bien. En el CB Clarinos he vuelto a disfrutar del baloncesto tras unos años en los que no me compensaba jugar. 

—¿Te planteaste la retirada?

Pensé en acabar la carrera [ADE, la aprobó este año], buscar un trabajo y empezar otra vida. Cuando estaba a punto de dejarlo o quizás de fichar por un Copa Catalunya, llegó la propuesta del CB Clarinos. Bueno, realmente desconocía mi futuro.  

—¿Habías disfrutado del baloncesto desde tu marcha del Uni Ferrol?

No, y cada año era peor. Si no estoy bien, se me nota mucho en la pista. No sabía jugar ni cuál era mi estilo. ¡No sabía nada! Claudio tuvo mucha paciencia cuando llegué al CB Clarinos y me dio mucha confianza. Se esperó a que volviera un poquito a recuperar mi juego. Le estoy muy agradecida.  

—¿Llegaste a odiar el baloncesto?

No, para nada. Tampoco lo aparté de mi vida porque tengo muchas amigas en este mundillo: seguía los resultados, veía algún partido de vez en cuando... Llevo toda mi vida jugando al baloncesto. 

—En la fase de ascenso tuviste seguidoras muy activas. 

¡Sí! Vinieron Carmen [Fernández] y Mireia Vila, que siempre están conmigo. También Sandra [Prieto], Cris Hurtado, mi madre... ¡Mucha gente! Cuando Mireia se estaba jugando el descenso con el Bàsquet Femení Sant Adrià, también íbamos a animarla. ¿Sabes que me dijeron después del partido?

—No.

Que estaban muy contentas de que, por fin, pudiera ser feliz. 

La base del CB Clarinos durante el partido ante el CB Almería. Foto: FEB.

—¿Te quedarás en el CB Clarinos o todavía es muy pronto para decidirlo? 

Aquí he estado muy bien. Todavía no sabemos qué planes tiene el club. Como cada año es un mundo, prefiero no darle muchas vueltas de momento. 

—En principio, podrías seguir por el club y el grupo. 

Claro. Según comentó ayer Claudio [García] en una entrevista, la idea es renovar a gran parte de la plantilla. Pero no te puedo contestar todavía.   

—De vez en cuando, te sale acento gallego. 

¡Muy poco ya! Estos días estoy hablando bastante con Carmen [Fernández] y quizás me lo haya vuelto a pegar algo. La gente me dice que mi acento es catalán. 

—Completamente de acuerdo. Por cierto, ¿qué recuerdas de tu etapa en el Bàsquet Femení Sant Adrià?

Me ficharon lesionada, me recuperé y completé allí mi primer año como sénior. Fue una temporada dura por la adaptación y  encontrarme con jugadoras mayores, pero muy bonita porque todo el mundo me ayudó un montón. En el Bàsquet Femení Sant Adrià cuidan mucho los detalles.  

—En el Uni Ferrol se establecen vínculos para siempre.  

Gran parte del mérito es de Lino López y Carmen Fernández, que se esmeran en que las jugadoras estemos bien y nos sintamos como en casa. Ves a las compañeras como amigas de toda la vida, y fuera del Uni la relación continúa.  

—¿Con qué jugadoras te has entendido mejor en la pista? 

Con Carmen Fernández, Mireia Vila, Carla Escuert y Laura Herrera jugaría toda mi vida. 

—¿Cuál tu mejor quinteto de (ex)compañeras? 

Berta Balmau, Tanaya Atkinson, Chantel Charles, Monty y Lina Pikciute. 

—¿Qué le dirías a una jugadora que, como tú en su momento, acumule muchas temporadas difíciles?  

Si te gusta el baloncesto, sigue trabajando y confiando en ti. A quien se deja el alma, tarde o temprano le llegan las cosas buenas. Ah, y nunca faltes al respeto ni le tengas rencor a nadie por las decisiones que tome. 

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