domingo, 25 de mayo de 2008

Ilyasova lidera al Barça hacia la final de la Liga ACB

Los jugadores del Barça hacen piña tras ganar al DKV Joventut -EFE.

Más que un jugador de baloncesto Ersan Ilyasova (Eskisehir, Turquía, 1987) parecía un superhéroe vestido con una camiseta sin mangas. Sólo le faltaba sacarse una capa del bolsillo, ponérsela y echarse a volar. El ala-pívot turco desafiaba cualquier tipo de límite: tenía un imán en los rechaces, cogía el más fácil, y, rodeado de hasta tres rivales, se hacía con el más inverosímil. Ilyasova anotó 15 puntos y cogió 18 rebotes en total, sólo tres menos que la mejor marca en unos playoff, que comparten Arvydas Sabonis y Fernando Romay. Por eso cuando Xavi Pascual le sustituyó por última vez por Roger Grimau el Palau se puso de acuerdo: "¡Il-ya-so-va! ¡Il-ya-so-va!" gritaba, mientras el ovacionado respondía con tímidos aplausos a su homenaje.

El ex jugador de los Bucks es el símbolo del crecimiento del Barça, que ha pasado de perder en pistas como las de Murcia o Menorca, y de superar el Top 16 de la Euroliga con tantas victorias como derrotas a ganar en el Buesa Arena y en el Olímpic de Badalona. Pocos confiaban en que el conjunto azulgrana lograse ni tan siquiera una plaza para la máxima competición continental porque tenía que quedar por delante del DKV Joventut. Pero el grupo Pascual lo ha logrado y tras ganar al conjunto verdinegro a domicilio y en casa (85-71) se ha clasificado para la final de la Liga ACB. Es el único equipo que no ha perdido ni un partido en las eliminatorias por el título. Su último rival será el Tau, que superó a Unicaja (82-83) con una canasta prodigiosa de Pete Mickeal.

La defensa de Basile

Si en Badalona el Barça realizó un partido pragmático, en el Palau fue más contundente desde el primer momento. Siempre mostró dos de las razones por las que ha pasado esta serie: su defensa, agresiva y con muchas ayudas, y la labor de desgaste sobre Rudy Fernández de Gianluca Basile, impagable en el trabajo que no reflejan las estadísticas. En ciertos momentos el DKV Joventut reafirmó las virtudes del conjunto azulgrana con errores propios. Porque el grupo de Aíto compareció en el Palau como un equipo desencajado, sin un jugador que aportase cierto orden y un mínimo de paciencia. Era la antítesis del equipo que esta temporada ha ganado Lliga Catalana, Copa del Rey y Copa del Rey. Actuaba la Penya por impulsos y tras cada canasta del Barça quería culminar una acción rápida. Los tiros eran tan veloces como precipitados, así que poco importaba que lanzase Jan Jagla o Rudy. El grupo de Aíto falló diez de sus primeros diez tiros: el aro parecía minúsculo e Ilyasova, que ya acumulaba cinco rebotes, un rival imposible de superar. El parcial, 15-0 a los 6'30'', no podía ser más explícito.

Tuvo que ser Jerome Moiso quien rompiese esa racha tan impropia. No se entiende por qué el pívot francés fue suplente -su sustituto, Petar Popovic, ni tan siquiera anotó-. En su primera acción Moiso se impuso a Denis Marconato y culminó un dos más uno: a los 6'48'' la Penya lograba sus tres primeros puntos. Sólo lograría anotar seis en el primer cuarto, uno menos que Alex Acker, que acabaría el partido con 20 puntos y 34 de valoración.

Reacción visitante

Por lógica el DKV Joventut,
que llegó a perder por 22-4 (a los 9'30''), tenía que reaccionar, y acabó haciéndolo sobre todo gracias al acierto de Pau Ribas, Edu Hernández-Sonseca y Rudy, autores 19 de los de los 34 puntos de su equipo en el segundo período. En el conjunto azulgrana el referente ofensivo era Fran Vázquez, que anotaba en segundas opciones, a aro pasado y machaba. Con confianza el pívot gallego, que sumó ocho puntos sin fallo en este período, es una pieza más que básica, pero cuando se excede lo pierde todo. Una acción absurda con Rudy, al que apartó con el pie cuando estaba en el suelo, pudo costarle una técnica.

La estrella de la Penya, que quizás jugó su último partido con la camiseta verdinegra, cayó en mala oposición tras una acción en la que Jaka Lakovic entró con todo, pero sin mala intención. Rudy, malherido del codo izquierdo, se fue al banquillo. Desde allí, con el rostro desencajado y apretando los dientes, el escolta mallorquín siguió la remontada de su equipo, que llegó a ponerse a tan sólo dos puntos (40-38 a los 18'25'') tras un triple de Sonseca. Pero el Barça volvió a distanciarse con su dúo de moda: Acker-Ilyasova. El primero machacó y el segundo acertó desde 6'25: 45-40 al descanso.

La recuperación de Lakovic

En estos playoff también ha recuperado la confianza Lakovic (17 puntos), que penetra sin miedo y lanza más y mejor. El base esloveno está consiguiendo recuperar su mejor juego y minimizar la anecdótica presencia en semifinales de Pepe Sánchez, en baja forma tras estar pasarse varios días con gripe. Lakovic superó en todo momento a Ricky, que no ha tenido acierto en ninguno de los dos partidos (3 de 18 en tiros de campo).

La Penya se acercó más que nunca (57-56 a los 26'15'') tras dos tiros libres de Noel. Pero Basile, con cinco puntos consecutivos, puso el 66-60 a falta de 8'40'' tras provocar una antideportiva de Rudy, que se resintió del codo y estuvo varios minutos en el banquillo (por primera vez en 68 partidos no anotó ni un triple, 0/5). Sobrevivió el grupo de Aíto sin su icono, le bastó ser fiel a su idiosincrasia: el contraataque. Así que dos contras de Ricky y Ribas pusieron el 70-66 a 6'35''. Entonces volvió a aparecer Ilyasova: capturó cinco rebotes defensivos consecutivos y anotó siete puntos más. Cuando Pascual le sustituyó, a falta de 1'54'' y con 83-71, el triunfo para el Barça estaba muy cerca. Fue un hecho cuando Ricky desperdició dos ataques seguidos con dos triples forzados. El Barça era finalista y Juan Carlos Navarro, espectador de lujo en la grada, felicitaba a su amigo Grimau mientras Kasun piropeaba a Ilyasova. "Hemos esperado nuestro momento", dijo Lakovic en TVE. No pudo sintetizar mejor la temporada de su equipo el esloveno.

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