Los estilos definen a escritores, periodistas y equipos de fútbol. Hace casi un año España era elevada al número uno mundial tras ganar la Eurocopa de Alemania con una propuesta fresca basada en la conjunción exacta de cooperativismo, talento y ambición. Se corría igual independientemente del resultado y la relajación sólo llegaba con el pitido final del árbitro. Ahora la selección se despide de la Copa Confederaciones con un tercer puesto y sin un ápice de ese estilo que le permitió empatar los 35 partidos consecutivos sin perder de Brasil. Su método para llevarse el bronce en un torneo con mucho bombo y poco cartel no se corresponde con su pasado reciente. Sorprende que para lograrlo necesitase marcar un tercer gol en la prórroga y ante Sudáfrica (3-2), anfitriona y ubicada en el puesto 72. Un gol de falta directa (y directo a la fortuna) de Xavi Alonso permitió a España ampliar su currículum en cuanto a galardones se refiere. Flirteado por Florentino Pérez, el centrocampista del Liverpool fue nombrado mejor jugador del partido, una distinción cuanto menos discutible, pues fue Dani Güiza, quien cambió el sino de la partida con dos goles entre el 87’ y el 89’ para remontar el gol Mphela. El propio delantero sudafricano anotaría en el descuento y prolongaría el encuentro al menos media hora más.
Lo puntual e individual acabó salvando a España, que cuenta con suplentes de lujo capacitados para rendir al máximo en un tiempo mínimo, como Güiza. De aspecto desaliñado y con una familia que merodea los programas del corazón, el delantero del Fenerbahçe no tiene nada que ver con el jugador prototipo del siglo XXI. Es difícil imaginarle anunciando un anuncio de colonia o en un desfile de modelos, pero dispone (y eso es lo único importante) de la habilidad y la colocación que debe tener cualquiera al que se catalogue como goleador. Pichichi hace un año de la Liga con 27 goles y recambio fundamental en la Eurocopa, Güiza fue el único que se desmarcó de apatía y la discreción ante la Sudáfrica. Hasta el primer gol del delantero español –control con el pecho y remate primeras embutido de tres rivales– el grupo de Vicente del Bosque sólo podía quejarse de un gol mal anulado a Sergio Busquets y de una ocasión de David Villa que Khume salvó con la punta de los guantes.
Centro y… gol
Güiza rizaría el rizo marcando un minuto y medio después con un centro que encajó en la escuadra como encajan las piezas correspondientes en un puzzle. Talento y suerte para el 1-2. Pero otro suplente, Mphela, carne de banquillo casi todo el torneo, empataría a dos con una falta con una parábola perfecta que sorprendió a Casillas, que en la prórroga sí que le desbarataría un mano a mano. Mphela también había sido el autor del primer gol de Sudáfrica, retrato perfecto de la inesperada candidez de Gerard Piqué y de la defensa por extensión.
Con Andrés Iniesta en Barcelona recuperándose de su lesión y Xavi en un papel discreto –ante Sudáfrica no jugó por una extraña reacción en la piel–, la selección no ofreció la frescura, el preciosismo y la autoridad que le hicieron acreedora del reconocimiento internacional. En todo el torneo mostró su admirada imagen en los primeros minutos de su debut ante Nueva Zelanda. Un mérito relativo porque las combinaciones de videoteca ante un rival sin tácticas y que ni tan siquiera recurre al tiempo muerto no pueden valorarse igual que ante un equipo con un mínimo criterio y gusto. España se desgastaría demasiado para ganar a Iraq –sobrepoblada en defensa y peligrosa al contraataque– y no se sintió cómodo en el último partido de primera fase ante Sudáfrica, a la que también ganaría con dificultades. Perdió ante el primer rival con un mínimo de nivel, Estados Unidos. Su primera parte ante los estadounidenses recordó a tiempos no muy lejanos de clasificaciones en la repesca. El tercer puesto en la Copa Confederaciones ha sido sólo un ensayo para una selección que en 2010 y de nuevo en Sudáfrica debe recuperar su estilo para intentar seguir haciendo historia.
2 comentarios :
España sufre "barçadependencia", su gran estilo está plenamente relacionado con el juego blaugrana. Sin Iniesta y Xavi nada es igual, desde luego que no con Cesc(quien no puede jugar, de ninguna de las maneras, con Xavi, a quien no se le parece en nada).
Luego están jugadores "menores" que a penas sirven para ocupar banquillo: caso de Cazorla, no de Güiza, quien ha demostrada el porqué de su presencia con la Roja.
Hecho en falta a Bojan, a Busquets de titular (al menos, en defecto de Senna, quien ya está mayor), y jugadores con mayor calidad (véase Lafita por ejemplo) antes que el arriba mencionado u otros.
El "milagrero", es decir, Casillas no es, ni muchísimo menos el mejor portero del mundo! qué pasa con el cancerbero dos veces campeón de Europa con grandes intervenciones en ambas finales???? Valdés selección!
un abrazo!
Totalmente de acuerdo, pero no sé si Bojan tiene el rodaje suficiente como para jugar con cierta regularidad con la selección. Cazorla viene de una lesión, no se le puede culpar demasiado. Sobre Güiza ya lo pongo en la crónica, un crack. No sé si Casillas es el mejor del mundo, pero sí que Valdés seguramente es, de los buenos, el más infravalorado con diferencia.
Un saludo!
Toni
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