Si hace un año se disculpó por haber estado dos cursos sin ganar el Mundial, esta vez Valentino Rossi (Tavullia, Urbino, 1979) se rió de los que todos aquellos que consideran que los deportistas treinteañeros deben dedicarse a escribir sus batallitas y a dejar el protagonismo a los que llegan o acaban de llegar. Gallina vieja hace buen caldo fue la réplica que Il Dottore y sus amigos aliñaron para festejar el noveno título, séptimo en la máxima categoría. El dicho figuraba en una ocurrente camiseta en la que por delante salía una gallina cansada, y por detrás, el animal aparecía eufórico y con nueve huevos. Rossi humanizó el dibujo posando con una gallina de verdad y enseñando orgulloso un huevo bien grande con el número nueve inscrito. Un acto tan divertido como reivindicativo –directo al corazón de detractores– para celebrar su último éxito en el circuito de Sepang (Malasia), el escenario de su debut mundialista, en 1996. Il Dottore tiene 103 triunfos y 163 podios, y comparte con Mike Doohan el récord de poles (58). Pero sobre todo acumula tablas y experiencia, desde haber logrado ser campeón con una Yamaha que parecía desahuciada ante una Honda que era invencible, hasta su triste caída en Valencia o los problemas fiscales. Se las sabe todas y en los dos últimos años ha sabido salir airoso de la oposición de los que en 2010 continuarán siendo sus dos grandes rivales, Casey Stoner y Jorge Lorenzo. Con su propio compañero mantuvo duelos directos imborrables como la última vuelta en Montmeló y sólo se lo sacó de encima virtualmente en la antepenúltima prueba, en Phillip Island, cuando Lorenzo se cayó nada más salir. “Ha sido un gran rival que me lo ha puesto muy difícil. A nivel psicológico es una roca. Me ha sorprendido su hambre de victorias y su capacidad para recuperarse. Será campeón”, concedió Rossi, tercero en Sepang tras Stoner, primero con más de 14 segundos de renta sobre Dani Pedrosa.
El ya nonacampeón se sentía favorito a ganar el título de la mejor manera posible, con una victoria. Pero la lluvia, que pospuso 40 minutos el inicio de la carrera, le cambió los planes y descartó a Lorenzo, quien perdió sus opciones de ser el ganador final de MotoGP antes de empezar, pues tuvo que utilizar su segunda moto (la primera ni tan siquiera arrancó por un problema con el suministro de gasolina), se reincorporó tarde a la vuelta de formación y volvió al box con el semáforo en rojo. Contratiempos que, reglamento en mano, obligaron a l balear a salir último, pero que no minaron del todo su moral: en la primera vuelta Lorenzo ya rodaba octavo, por delante del propio Rossi, décimo tras colarse en la primera curva y permitir que le adelantase un número indiscriminado de pilotos. A partir de ahí Stoner se distanció de Pedrosa y Andrea Dovizioso –que acabó en el suelo– y Lorenzo y Rossi fueron repartiéndose rivales a los que adelantar: primero Nicky Hayden y después Toni Elías. Hasta que se encontraron. Al italiano apenas le costó una vuelta adelantar a su rival más molesto. Un adelantamiento que decidía el Mundial, ya que Rossi sólo necesitaba ser cuarto en el caso de que Lorenzo ganase la carrera, y lo último sólo podía ser posible tras una carambola surrealista. El balear será subcampeón del Mundial si puntúa en Valencia y aunque Stoner consiga su tercera victoria consecutiva. El australiano es el único piloto que no ha abandonado en toda la temporada y sólo tiene 66 puntos de desventaja con Rossi a pesar de haberse perdido tres carreras (75 puntos en juego) por enfermedad.
“Buena cifra”
“Es una buena cifra de campeonatos. Ya veremos si puedo ganar más”, reflexionó Rossi, que sabe que ha ganado un Mundial doble, ya que ha sabido empezar un cruce de declaraciones con Lorenzo sobre los roles de uno y otro, quién disponía de los mejores materiales… Un serial de telenovela y un espectáculo en el trazado. A Rossi ha inquietado y le inquieta en el futuro tanto o más que Stoner. Intentó vetar la entrada a ambos en Yamaha porque se siente más cómodo con un vecino afín y que trabaje para él, como sucedía con Colin Edwards. Y la renovación de Lorenzo estuvo en el aire por un lucha de egos que tampoco venía a cuento.
Rossi gestiona como nada la estrategia tanto dentro como fuera de la pista y es un buen orador. Es un relaciones públicas al uso: tiene aptitudes de líder, buen sentido del humor y su discurso siempre intenta ser convincente. Cae más simpático que mal y se le suele ver como mucho más que el piloto. Por eso representa un icono publicitario fresco, creíble y diferente. Tiene una cara juvenil, de niño travieso (y lo fue, que le pregunten a sus vecinos de Tavullia, hacía auténticas trastadas con las motos) Una pieza perfecta para las marcas comerciales, que no dudan en hacerle muy buenas propuestas.
Preocupado por la seguridad
Trabaja con gran parte del equipo con el que fue campeón en Honda, empezando por el jefe de mecánicos, Jeremy Burgess. La meticulosidad, la inquietud, el perfeccionismo y la constancia marcan al Rossi más profesional, que no sólo se preocupa de sacar el máximo rendimiento a su máquina o a hacer propuestas para mejorar sus prestaciones. También es miembro activo de la Comisión de Seguridad de los pilotos e intenta optimizar las camas de grava, las escapatorias, los pianos…
Uno de sus mejores apoyos de Il Dottore es Guido, que según cuenta el piloto tiene ya siete años, está gordo, pero se mantiene en buena forma. Para Rossi más que su mascota es un buen consejero al que le cuenta casi todo: “Me da buenos consejos y es divertido. Sólo está pendiente de mí”. Seguro que le hace un regalo especial para celebrar su noveno huevo. Durante el año que viene el nonacampeón decidirá si sigue o se va de Yamaha, se pasa a los rallies (en marzo participará en una prueba en México) o toma otras alternativas, como la Fórmula 1. De hecho, le ha pedido a Stefano Dominicali, máximo responsable de Ferrari, que le deje volver a probar el monoplaza. “Aún no me ha contestado y eso no es cuena señal", se sinceró Rossi.
3 comentarios :
Grande, Valentino. Que carrerón se marcó para estar en el cajón.
Un saludo.
Ya parece hasta normal lo que hace. Felicidades Valentino!!
Saludos desde La Escuadra de Mago
que grande valentino!!!me gusta tu blog!te sigoo!
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