Lakovic protege la pelota ante Calathes -EFE. |
Sólo ellos saben qué se dijeron. Mickeal se acercó a Jaka Lakovic (Liubliana, 1978) le dio un par de golpecitos en el pecho y le soltó frases cortas acompañadas de una sonrisa cómplice. Seamos imaginativos: “Tío, has sido decisivo”. El esloveno sonrió tímidamente y le agradeció los elogios, justificados, pues Lakovic había vuelto a cumplir su cometido, el de ser el revulsivo en los momentos más comprometidos ante un Panathinaikos tan persistente e incansable como su líder, Diamantidis (26 puntos). El triunfo de los azulgrana fue una demostración de carácter y, como dijo Xavi Pascual: “Hay partidos que tienes que ganar de otra forma”. Y para vencer por 83-82 y adelantarse en la serie de cuartos por 1-0 (el segundo partido se jugará otra vez en el Palau el jueves) el Barça necesitó de Lakovic, de los triples y meter siete de los últimos ocho tiros libres, el gran déficit del equipo durante la noche (23/32).
Acostumbrado a poner la partitura de los partidos, el Barça las pasó canutas ante un Panathinaikos que apenas le dejó correr y divertirse, que supo renunciar a lanzar triples en la primera parte porque se sentía superior bajo el tablero. Los azulgrana resolvieron no sólo por su puntería con los lanzamientos desde más allá de 6'75 (10/21), sino con jugadas de carácter como el barrido de Sada, que sacó una canasta en los últimos segundos a Nicholas, o los cuatro tiros libres sin fallo de Vázquez, inédito hasta el último minuto. El Barça se sostuvo a pesar de sus errores y de Diamantidis, que se jugó la última posesión sin suerte.
Promesas
Obradovic había dicho que pretendía correr en el Palau, pero a la hora de la vez, con una pizarra en la mano y sin micrófonos ni cámaras por delante, optó por lo más adecuado ante los azulgrana: un partido trabado, físico y con criterio. Para empezar, el conjunto griego basó su juego en la primera parte en tiros cercanos y en controlar el rebote ofensivo. Entonces y siempre que estuvo en pista su guía fue Diamantidis, exponente de polivalencia, ya que borda el bloqueo y continuación, además de bordar la dirección y de tener una buena selección de tiro.
Si los azulgrana empezaron 11-6 por delante fue porque no fallaron nada y su rival, casi todo, a pesar de hacer suyo cualquier rebote ofensivo. En cuanto Diamantidis ajustó el punto de mira (empezó fallándolo casi todo) el partido se decantó a favor del Panathinaikos (14-18 a los 10m 50s). Un triple de Grimau, el trabajo de Ndong y el descaro de Lakovic, con sus primeros seis puntos, impulsaron de nuevo a los azulgrana, muy certeros en el triples, pero muy menores en defensa. Así, si Navarro puso la máxima ventaja para los locales (37-30) a falta de poco más de un minuto para el descanso, los visitantes perpetraron un parcial de 0-5 con el mencionado triple de Diamantidis. Hasta cuatro jugadores locales había anotado sin fallo hasta entonces desde más allá de 6’75. La puntería desde fuera minimizaba la falta de pericia por dentro.
Diamantidis volvió del vestuario como un coloso y el Barça siguió sosteniéndose a base de triples y a pesar de errar sin remedio tiros libres, con los que se repetía un machacón ritual: uno fallado, uno metido. Hasta cinco erraron los azulgrana en un tercer cuarto en el que, curiosamente, cedieron dos desventajas por esos cinco puntos, ambas mérito de Maric, que después de dos meses lesionado y de jugar tres minutos en Salónica, salió enchufado, emulando a Batiste. Justo antes Lakovic había aparecido con la primera contra de su equipo. El esloveno acertó con un triple ante Diamantidis a 7m 02s para poner el 65-64 tras otro tiros de tres de Morris y una canasta impagable de Grimau.
Acostumbrado a poner la partitura de los partidos, el Barça las pasó canutas ante un Panathinaikos que apenas le dejó correr y divertirse, que supo renunciar a lanzar triples en la primera parte porque se sentía superior bajo el tablero. Los azulgrana resolvieron no sólo por su puntería con los lanzamientos desde más allá de 6'75 (10/21), sino con jugadas de carácter como el barrido de Sada, que sacó una canasta en los últimos segundos a Nicholas, o los cuatro tiros libres sin fallo de Vázquez, inédito hasta el último minuto. El Barça se sostuvo a pesar de sus errores y de Diamantidis, que se jugó la última posesión sin suerte.
Promesas
Obradovic había dicho que pretendía correr en el Palau, pero a la hora de la vez, con una pizarra en la mano y sin micrófonos ni cámaras por delante, optó por lo más adecuado ante los azulgrana: un partido trabado, físico y con criterio. Para empezar, el conjunto griego basó su juego en la primera parte en tiros cercanos y en controlar el rebote ofensivo. Entonces y siempre que estuvo en pista su guía fue Diamantidis, exponente de polivalencia, ya que borda el bloqueo y continuación, además de bordar la dirección y de tener una buena selección de tiro.
Si los azulgrana empezaron 11-6 por delante fue porque no fallaron nada y su rival, casi todo, a pesar de hacer suyo cualquier rebote ofensivo. En cuanto Diamantidis ajustó el punto de mira (empezó fallándolo casi todo) el partido se decantó a favor del Panathinaikos (14-18 a los 10m 50s). Un triple de Grimau, el trabajo de Ndong y el descaro de Lakovic, con sus primeros seis puntos, impulsaron de nuevo a los azulgrana, muy certeros en el triples, pero muy menores en defensa. Así, si Navarro puso la máxima ventaja para los locales (37-30) a falta de poco más de un minuto para el descanso, los visitantes perpetraron un parcial de 0-5 con el mencionado triple de Diamantidis. Hasta cuatro jugadores locales había anotado sin fallo hasta entonces desde más allá de 6’75. La puntería desde fuera minimizaba la falta de pericia por dentro.
Diamantidis volvió del vestuario como un coloso y el Barça siguió sosteniéndose a base de triples y a pesar de errar sin remedio tiros libres, con los que se repetía un machacón ritual: uno fallado, uno metido. Hasta cinco erraron los azulgrana en un tercer cuarto en el que, curiosamente, cedieron dos desventajas por esos cinco puntos, ambas mérito de Maric, que después de dos meses lesionado y de jugar tres minutos en Salónica, salió enchufado, emulando a Batiste. Justo antes Lakovic había aparecido con la primera contra de su equipo. El esloveno acertó con un triple ante Diamantidis a 7m 02s para poner el 65-64 tras otro tiros de tres de Morris y una canasta impagable de Grimau.
Una antideportiva de Fotsis a Navarro (él sí anotó los dos) y otro triple de La Bomba pusieron 70-64. ¿Se rindió el Panathinaikos? No, respondió con entereza ante un conjunto local que, muy nervioso, fallaba ahora entradas fáciles. Hasta que el Barça se puso las pilas y empezó a anotar los tiros libres y Sada barrió una pelota que entraba. Pero otra vez Diamantidis resultó inalcanzable para todos y a punto estuvo de dar el primer punto de la eliminatoria a los griegos. La serie será apasionante. Como era de esperar.
BARÇA 83 (14+23+20+26): Ricky Rubio (4), Navarro (13), Anderson (10), Lorbek (12) y Vázquez (4) –quinteto inicial–, Perovic (6), Sada (2), Grimau (7), Morris (5), Ndong (8) y Lakovic (12). PANATHINAIKOS 82 (14+21+25+22): Diamantidis (26), Calathes (5), Sato (-), Fotsis (2) y Vouigiokas (4) –quinteto inicial–, Nicholas (16), Perperoglou (6), Batiste (15), Tsartsaris (2), Kaimakoglou (1), Tepic (-) y Maric (5). Árbitros: Sutulovic (MNE), Boltauzer (SLO) y Latisevs (LAT). Eliminado: Fotsis (m.40).
BARÇA 83 (14+23+20+26): Ricky Rubio (4), Navarro (13), Anderson (10), Lorbek (12) y Vázquez (4) –quinteto inicial–, Perovic (6), Sada (2), Grimau (7), Morris (5), Ndong (8) y Lakovic (12). PANATHINAIKOS 82 (14+21+25+22): Diamantidis (26), Calathes (5), Sato (-), Fotsis (2) y Vouigiokas (4) –quinteto inicial–, Nicholas (16), Perperoglou (6), Batiste (15), Tsartsaris (2), Kaimakoglou (1), Tepic (-) y Maric (5). Árbitros: Sutulovic (MNE), Boltauzer (SLO) y Latisevs (LAT). Eliminado: Fotsis (m.40).
2 comentarios :
Toni sin duda una jornada magnifica, importante victoría del barça y el Caja y sufrida del Madrid, esta final four puede tener mucho color español un abrazo desde mis mundos crack
Sí que fue una buena jornada. Ahora todo ya está 1-1. Nos esperan una serie bien larguitas :P
Un abrazo, crack!
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