Tomàs trata de lanzar ante Ingles -ACB Photo / Surrallés. |
Un triple desequilibrado de Hosley pudo equilibrar y mandar a la prórroga un derby con más emoción y tensión que cierto y criterio. Cualquiera que quiera hacer una exposición sobre qué es un partido entre dos rivales históricos podría utilizar imágenes del último DKV Joventut-Barça, ganado 65-68 por los azulgrana, menos malos, superiores en rebotes (50 por 32) y beneficiados de que los locales fallasen siempre sus tentativas de completar una buena remontada. A 18 segundos Anderson erró dos tiros libres, a 8, Robinson falló uno (65-67) y Navarro metió dos antes de que Hosley intentase un tiro de los que rara vez entran. Así que el Barça amplió a once el número de triunfos consecutivos ante su vecino y conserva un triunfo de margen (además del basket average) con el Madrid a falta de tres jornadas para que concluya la fase regular.
El derby, resuelto con un final muy pasional e igualado en imprecisiones, fue propio de dos equipos que no pasan por un momento agradable. La Penya había perdido sus últimos encuentros por 56, 24 y 29 puntos de diferencia y necesitaba reparar su imagen ante el Barça, cosa que acabó haciendo por haber sabido contener a un conjunto azulgrana tocado desde su eliminación en la Euroliga. Imperial al principio del encuentro y menor tras la segunda parte, "bastante mala" para su entrenador, Xavi Pascual, y para cualquiera.
Ricky, ominpresente
Los azulgrana se zamparon a la Penya con un quinteto inicial dinámico, muy enérgico, solvente y autoritario, muy bien dirigido por Ricky Rubio, cumplidor con casi todas las facetas de un base (menos en la de anotar) y principal objeto de los pitos de una grada que no olvida que se fue al eterno rival. Bajo la batuta de Ricky corrían los visitantes, capaces de plantearse con 8-22 a favor, mientras Anderson y Navarro competían por ver quién metía metía más puntos ante una Penya a la que le había costado casi cuatro minutos anotar su primera canasta, obra de McDonald. El pívot estadounidense fue el principal responsable de la recuperación de los locales y de las primeras dificultades de los visitantes, pues cargó de faltas primero a Perovic y después a Vázquez, con lo que ambos se fueron al banquillo. Con 16-23 concluyó un primer cuarto en el que Pascual hizo participar a todos sus jugadores.
Los azulgrana había perdido ritmo y alegría sin Ricky en la pista y por momentos no encontraron con la tecla correcta para superar las diferentes defensas zonales planteadas por Pepu Hernández. Y surgió Ndong, más seguro y poderoso que en las últimas citas, como demostró anotando tras coger dos rebotes consecutivos. Los azulgrana pusieron la directa de nuevo y Anderson se permitió el lujo de machacar de espaldas como si no estuviésemos a finales de abril y sí a principios de temporada y el escenario fuese el concurso de mates de la Supercopa. Ndong pondría la máxima renta visitante (21-36 los 16m 39s).
La magia de Jelinek
Llovet apretó las tuercas y los locales consiguieron acercarse a un único punto en el tercer cuarto (39-40) con tres triples seguidos de Hosley, Tomàs y McDonald. De fallar los siete intentados en la primera parte a contabilizar hasta cuatro en el penúltimo período, donde el Barça logró sostenerse con más puntos de Anderson y Navarro y Jelinek volvió a poner a uno a la Penya con un recital de clase y talento concentrados en menos de dos minutos. El checo es pura magia.
La magia de Jelinek
Llovet apretó las tuercas y los locales consiguieron acercarse a un único punto en el tercer cuarto (39-40) con tres triples seguidos de Hosley, Tomàs y McDonald. De fallar los siete intentados en la primera parte a contabilizar hasta cuatro en el penúltimo período, donde el Barça logró sostenerse con más puntos de Anderson y Navarro y Jelinek volvió a poner a uno a la Penya con un recital de clase y talento concentrados en menos de dos minutos. El checo es pura magia.
Al rescate de los azulgrana salió entonces Lorbek, para aportar siete puntos, sus únicos en el partido, pero la Penya persistió con McDonald y Trias puso el 56-57 a 6m 56s. De ahí al final sólo se verían tres canastas más en juego, la del Barça fue de Ricky, un triple con el que aumentó sus puntos a cuatro. Una pobre anotación para una actuación muy completa ante su ex equipo: seis rebotes y otras tantas asistencias y rebotes.
DKV JOVENTUT 65 (16+11+25+13): Robinson (10), Pere Tomás (9), Hosley (11), Trias (4) y McDonald (16) -quinteto inicial-, Franch, Llovet (6), Flis y Jelinek (9). BARÇA 68 (23+16+18+11): Rubio (4), Navarro (17), Anderson (18), Morris (5) y Perovic (6) -quinteto inicial-, Sada, Vázquez, Ingles, Ndong (9), Lorbek (7) y Grimau (2). Árbitros: Mitjana, Guirao y Cardús. Sin eliminados.
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