Nadal muerte su sexto trofeo en Barcelona -EFE. |
Dice que no es que pese, sino que por su diseño es difícil de coger. Cualquiera diría que Rafa Nadal (Manacor, 1986) levanta el Trofeo Conde de Godó por primera vez, pero ya es todo un hexampeón del torneo del Real Club Tenis de Barcelona. "No se aprende (a cogerlo) porque no te esperas ganarlo otra vez", dijo, como siempre, en un tono humilde, tras vencer a David Ferrer por 6-2 y 6-4 y lograr el 31º título en tierra batida, uno más que Manolo Orantes y Björn Borg. La 501º victoria de su carrera cuando está a puntos de cumplir los 25, que festejará en Ronald Garros. Una cifra sólo superada por el propio Borg, que los obtuvo con 23 años y ocho meses.
Una de las decisiones más complicadas de la trayectoria profesional de Nadal fue renunciar a jugar el Condó del año pasado. Lo hizo para ser "lo más cauto posible" y descansar, para evitar lesiones en un calendario sin tregua. Prometió que volvería en la edición siguiente y lo ha hecho firmando un torneo impecable, cediendo sólo 21 juegos y no un set. El número uno mundial sólo ha perdido cuatro mangas en el Godó y dos fueron en su única derrota, hace justo ocho años y un día ante Àlex Corretja.
El guión
Sobre Nadal recayó siempre el guión de la final, para bien y para mal. Estuvo a punto de ceder su servicio en el primer juego que sacaba, pero acabó remontando un 15-40 en contra como en el séptimo juego del primer set, donde Ferrer estuvo minúsculo, lejos de su nivel en un curso en el que también fue finalista en Montecarlo, donde de nuevo cayó ante Nadal. El tenista mallorquín se puso 2-0 y cedió ante la mejoría extrema de su rival y los errores propios para ceder hasta el 2-4.
Una situación que no supo gestionar quien estaba remontando, Ferrer, que hizo tres errores no forzados al servicio y, pese a forzar el deuce, perdió el juego y no volvió a ganar ninguno más, ante un Nadal que supo rehacerse de su único momento comprometido de un Barcelona Open Banc Sabadell, el nombre oficial de una competición clásica que celebraba su 59a edición. "Iba a decir, Rafa, no vuelvas. Pero sí, vuelve, que aportas mucho al tenis", relató divertido Ferrer, que ha perdido tres finales del Godó. Un torneo sin más secretos para Nadal que cómo coger la copa. Ya es todo un hexacampeón.
Una de las decisiones más complicadas de la trayectoria profesional de Nadal fue renunciar a jugar el Condó del año pasado. Lo hizo para ser "lo más cauto posible" y descansar, para evitar lesiones en un calendario sin tregua. Prometió que volvería en la edición siguiente y lo ha hecho firmando un torneo impecable, cediendo sólo 21 juegos y no un set. El número uno mundial sólo ha perdido cuatro mangas en el Godó y dos fueron en su única derrota, hace justo ocho años y un día ante Àlex Corretja.
El guión
Sobre Nadal recayó siempre el guión de la final, para bien y para mal. Estuvo a punto de ceder su servicio en el primer juego que sacaba, pero acabó remontando un 15-40 en contra como en el séptimo juego del primer set, donde Ferrer estuvo minúsculo, lejos de su nivel en un curso en el que también fue finalista en Montecarlo, donde de nuevo cayó ante Nadal. El tenista mallorquín se puso 2-0 y cedió ante la mejoría extrema de su rival y los errores propios para ceder hasta el 2-4.
Una situación que no supo gestionar quien estaba remontando, Ferrer, que hizo tres errores no forzados al servicio y, pese a forzar el deuce, perdió el juego y no volvió a ganar ninguno más, ante un Nadal que supo rehacerse de su único momento comprometido de un Barcelona Open Banc Sabadell, el nombre oficial de una competición clásica que celebraba su 59a edición. "Iba a decir, Rafa, no vuelvas. Pero sí, vuelve, que aportas mucho al tenis", relató divertido Ferrer, que ha perdido tres finales del Godó. Un torneo sin más secretos para Nadal que cómo coger la copa. Ya es todo un hexacampeón.
No hay comentarios :
Publicar un comentario