Hettsheimeir defiende a Reyes -EFE. |
Nunca es fácil para un jugador volver a la pista después de estar un tiempo importante de baja por lesión. Un mes sin jugar llevaba Sergio Rodríguez (Santa Cruz de Tenerife, 1986). El canario se había lesionado en la última derrota de su equipo ante Unicaja en Málaga y reapareció en una pista difícil como el Príncipe Felipe y el día en que los otros dos bases del equipo, Llull y Prigioni, estaban de baja. Rodríguez tuvo que jugar más de 33 minutos y Molin tuvo que recurrir incluso al júnior Jorge Sanz, que debutó en la Liga ACB con derrota ante un CAI Zaragoza coral (86-84) liderado por Quinteros, Miso y Chubb. Los dos primeros anotaron 15 puntos cada uno y el tercero, 14. El Madrid, que comparte la primera plaza con el Barça, podría quedarse a un triunfo de los azulgrana si éstos vencen en el Palau al Blancos de Rueda Valladolid este domingo.
Casualidades o no, sin Sergio Rodríguez el Madrid no había vuelto a perder e incluso había saldado dos cuentas pendientes históricas: la clasificación para la Final Four de la Euroliga 15 años después y ganar al Barça. El propio Rodríguez fue quien se jugó la canasta que hubiese forzado la prórroga en Zaragoza, pero falló. El base había sido el principal responsable, junto con Carlos Suárez (4/5 en triples) de la reacción final de su equipo, que pasó de ceder 81-72 a 1m 43s a acercarse 85-84 con un tiro de tres de Tucker. En ese tiempo los visitantes metieron cuatro triples (dos de Rodríguez) y pusieron en dificultades al CAI Zaragoza. Quinteros, el emblema del club, le decía a su técnico, José Luis Abós, que no quería sacar él de banda, que prefería recibir la personal y tirar los tiros libres. El entrenador ignoró su sugerencia, impuso su orden y Cabezas fue quien recibió la falta: anotó el segundo tiro libre. Rodríguez fallaría la última acción y los locales se permiten soñar con una plaza de playoff justo un año después de su ascenso al torneo.
"Ganar a un grande en casa"
"Hemos logrado lo que nos hacía falta: ganar a un grande en casa", resolvió Quinteros, pura trituradora en el primer cuarto junto a Pablo Aguilar, por primera vez en mucho tiempo certero y desatado ante el equipo que tiene cedido, el Madrid. El conjunto de Molin respondía con los puntos de Tucker y de sus pívots, especialmente de Reyes, con más presencia y mayor fiabilidad en las últimas semanas. El problema para los visitantes era su fragilidad defensiva, pues el CAI Zaragoza hacía daño continuamente con entradas sencillas, aprovechadas por Quinteros, Aguilar o Barlow. El desajuste era tan grande que el CAI Zaragoza se fue al descanso habiendo anotado 15 de sus 19 intentos de tiros de dos y con una ventaja de 51-42.
La diferencia de los locales había llegado a ser de 12 puntos. Suárez la había rebajado con un triple, sus únicos tres puntos de la primera parte. Pero en la segunda el alero de Aranjuez se transformó y volvió de los vestuarios con la muñeca fina, y con mucha facilidad, y a pesar de las dificultades de tener a sus defensores punteándole, anotó dos triples casi seguidos y una canasta a aro pasado. Tomic, tras un rebote ofensivo, culminaría la remontada del Madrid (57-58), muy mejorado en defensa y que consiguió parar a Quinteros, pero no a Chubb ni a Miso, un jugador eléctrico al que siempre le ha faltado más continuidad para dar un salto de calidad definitivo. Entre esos dos jugadores y un par de tiros libres del propio Quinteros -le quitó la pelota a Tomic y éste le soltó un manotazo; el argentino anotó los dos tiros libres pertinentes- el CAI se distanció 81-72. La última reacción del Madrid no fue suficiente y un CAI Zaragoza con un discurso muy plural venció a un Madrid superado por las circunstancias. Las del rival y las propias.
CAI ZARAGOZA 86 (25+26+13+22): Hettsheimeir (9), Quinteros (15), Cabezas (7), Barlow (9) Y Aguilar (11) -quinteto inicial-, Van Rossom (3), Chubb (14), Miso (15) y Toppert (3). MADRID 84 (28+14+25+17): Tomic (13), Suárez (17), Reyes (14), Sergio Rodríguez (8), Tucker (11) -cinco inicial- Sanz (-), Mirotic (10), Velickovic (3), Begic (4), Vidal y Fischer (4). Árbitros: Hierrezuelo, Pérez Pérez y Soto. No hubo excluidos por personales.
Casualidades o no, sin Sergio Rodríguez el Madrid no había vuelto a perder e incluso había saldado dos cuentas pendientes históricas: la clasificación para la Final Four de la Euroliga 15 años después y ganar al Barça. El propio Rodríguez fue quien se jugó la canasta que hubiese forzado la prórroga en Zaragoza, pero falló. El base había sido el principal responsable, junto con Carlos Suárez (4/5 en triples) de la reacción final de su equipo, que pasó de ceder 81-72 a 1m 43s a acercarse 85-84 con un tiro de tres de Tucker. En ese tiempo los visitantes metieron cuatro triples (dos de Rodríguez) y pusieron en dificultades al CAI Zaragoza. Quinteros, el emblema del club, le decía a su técnico, José Luis Abós, que no quería sacar él de banda, que prefería recibir la personal y tirar los tiros libres. El entrenador ignoró su sugerencia, impuso su orden y Cabezas fue quien recibió la falta: anotó el segundo tiro libre. Rodríguez fallaría la última acción y los locales se permiten soñar con una plaza de playoff justo un año después de su ascenso al torneo.
"Ganar a un grande en casa"
"Hemos logrado lo que nos hacía falta: ganar a un grande en casa", resolvió Quinteros, pura trituradora en el primer cuarto junto a Pablo Aguilar, por primera vez en mucho tiempo certero y desatado ante el equipo que tiene cedido, el Madrid. El conjunto de Molin respondía con los puntos de Tucker y de sus pívots, especialmente de Reyes, con más presencia y mayor fiabilidad en las últimas semanas. El problema para los visitantes era su fragilidad defensiva, pues el CAI Zaragoza hacía daño continuamente con entradas sencillas, aprovechadas por Quinteros, Aguilar o Barlow. El desajuste era tan grande que el CAI Zaragoza se fue al descanso habiendo anotado 15 de sus 19 intentos de tiros de dos y con una ventaja de 51-42.
La diferencia de los locales había llegado a ser de 12 puntos. Suárez la había rebajado con un triple, sus únicos tres puntos de la primera parte. Pero en la segunda el alero de Aranjuez se transformó y volvió de los vestuarios con la muñeca fina, y con mucha facilidad, y a pesar de las dificultades de tener a sus defensores punteándole, anotó dos triples casi seguidos y una canasta a aro pasado. Tomic, tras un rebote ofensivo, culminaría la remontada del Madrid (57-58), muy mejorado en defensa y que consiguió parar a Quinteros, pero no a Chubb ni a Miso, un jugador eléctrico al que siempre le ha faltado más continuidad para dar un salto de calidad definitivo. Entre esos dos jugadores y un par de tiros libres del propio Quinteros -le quitó la pelota a Tomic y éste le soltó un manotazo; el argentino anotó los dos tiros libres pertinentes- el CAI se distanció 81-72. La última reacción del Madrid no fue suficiente y un CAI Zaragoza con un discurso muy plural venció a un Madrid superado por las circunstancias. Las del rival y las propias.
CAI ZARAGOZA 86 (25+26+13+22): Hettsheimeir (9), Quinteros (15), Cabezas (7), Barlow (9) Y Aguilar (11) -quinteto inicial-, Van Rossom (3), Chubb (14), Miso (15) y Toppert (3). MADRID 84 (28+14+25+17): Tomic (13), Suárez (17), Reyes (14), Sergio Rodríguez (8), Tucker (11) -cinco inicial- Sanz (-), Mirotic (10), Velickovic (3), Begic (4), Vidal y Fischer (4). Árbitros: Hierrezuelo, Pérez Pérez y Soto. No hubo excluidos por personales.
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