Pascua trata de parar a Yacoubou - FIBA Europe / Ciamillo Castoria. |
Con la lengua fuera llegó España al último cuarto, donde perdió el respeto que se había ganado ante Francia hasta entonces y recibió un parcial sin remedio de 33-7. La selección tardó más de siete minutos en anotar una canasta en juego y empezó la ronda de octavos con una derrota abultada (79-55). Una paliza exagerada, fruto del excelente acierto de la actual campeona de Europa, mimada por el reportorio de Miyem y Gruda, autoras de 16 y 17 puntos, respectivamente, pero también del total desconcierto en el epílogo del grupo de José Ignacio Hernández. Para evitarse sustos la selección tendrá que ganar a Letonia, todavía invicta tras ganar a Polonia 53-62, y a Croacia, perdedora ante Montenegro (60-82), y que sólo lleva un triunfo que no le cuenta en esta fase por haber sido ante la eliminada Grecia.
En Francia dolió mucho la eliminación del Mundial de la República Checa ante una España agigantada, que forzó la prórroga igualando 13 puntos de ventaja a ocho minutos del final con Amaya Valdemoro vestida de héroe. Esta vez vez Valderomo fue una espectadora de lujo y no se quitó la sudadera: todavía tiene molestias en la pierna izquierda. A la selección le faltó descaro y confianza, y también físico, en el tramo final, cuando tuvo que convivir con la cuarta personal de Sancho Lyttle y recibió por todos los sitios, tanto de las interiores como de las exteriores. Francia pasó de haber fallado todos sus triples a meter cuatro en el último cuarto. Con dos bases en pista, Dumerc y Lawson, Lepron incisiva, y Gruda, Yacoubou y Miyem se lo pasaban pipa.
"Malos pases, malos movimientos"
"Estamos dando malos pases, malos movimientos", advertía el seleccionador español, tan dado a motivar desde la descripción de los males y aumenta el volumen de su discurso. Sin embargo, sus jugadoras, a las que rotó poco (Nicholls y Lima el día de 30º cumpleaños no jugaron nada), acabaron agotadas y agarrotadas y perdieron ocho pelotas en el último período, tantas como en los tres primeros cuartos. Pocos números describen mejor un partido.
Un encuentro que España había sabido gestionar durante tres cuartas partes, incluso cuando llegó a perder 27-21 a los 15 minutos y se marchó al descanso con un marcador más amable, 30-27, fruto de su buen hacer defensivo y a pesar de la poca efectividad de Alba Torrens (1/7). La nueva jugadora del Galatasaray cambió su racha en el inicio del tercer cuarto con tres canastas sin fallo. España lo agradeció y con la contribución de Lyttle (notable en la primera parte pese a cargarse rápido con dos personales) y Montañana se puso 44-48 a 28m 05s. Gran parte del éxito había sido una adecuada zona 1-2-2. El cansamiento físico y mental y el acierto mayúsculo de las francesas acabaron por destrozar a una España entera hasta entonces.
FRANCIA 79 (17+13+16+33): Dumerc (5), Gomis (7), Beikes (12), Gruda (17) y Ndongue (4) -quinteto inicial-, Lawson (6), Laborde, Yacoubou (10), Bonnan, Lepron (2), Miyem (16) y Digbeu. ESPAÑA 55 (15+12+21+7): Domínguez (2), Torrens (10), Palau (1), Lyttle (11) y Montañana (11) -quinteto inicial-, Aguilar (6), Cruz (4), Xargay (2) y Pascua (8). Árbitros: Dolinek (CZE), Jones (WAL) y Vecerskis (LIT).
En Francia dolió mucho la eliminación del Mundial de la República Checa ante una España agigantada, que forzó la prórroga igualando 13 puntos de ventaja a ocho minutos del final con Amaya Valdemoro vestida de héroe. Esta vez vez Valderomo fue una espectadora de lujo y no se quitó la sudadera: todavía tiene molestias en la pierna izquierda. A la selección le faltó descaro y confianza, y también físico, en el tramo final, cuando tuvo que convivir con la cuarta personal de Sancho Lyttle y recibió por todos los sitios, tanto de las interiores como de las exteriores. Francia pasó de haber fallado todos sus triples a meter cuatro en el último cuarto. Con dos bases en pista, Dumerc y Lawson, Lepron incisiva, y Gruda, Yacoubou y Miyem se lo pasaban pipa.
"Malos pases, malos movimientos"
"Estamos dando malos pases, malos movimientos", advertía el seleccionador español, tan dado a motivar desde la descripción de los males y aumenta el volumen de su discurso. Sin embargo, sus jugadoras, a las que rotó poco (Nicholls y Lima el día de 30º cumpleaños no jugaron nada), acabaron agotadas y agarrotadas y perdieron ocho pelotas en el último período, tantas como en los tres primeros cuartos. Pocos números describen mejor un partido.
Un encuentro que España había sabido gestionar durante tres cuartas partes, incluso cuando llegó a perder 27-21 a los 15 minutos y se marchó al descanso con un marcador más amable, 30-27, fruto de su buen hacer defensivo y a pesar de la poca efectividad de Alba Torrens (1/7). La nueva jugadora del Galatasaray cambió su racha en el inicio del tercer cuarto con tres canastas sin fallo. España lo agradeció y con la contribución de Lyttle (notable en la primera parte pese a cargarse rápido con dos personales) y Montañana se puso 44-48 a 28m 05s. Gran parte del éxito había sido una adecuada zona 1-2-2. El cansamiento físico y mental y el acierto mayúsculo de las francesas acabaron por destrozar a una España entera hasta entonces.
FRANCIA 79 (17+13+16+33): Dumerc (5), Gomis (7), Beikes (12), Gruda (17) y Ndongue (4) -quinteto inicial-, Lawson (6), Laborde, Yacoubou (10), Bonnan, Lepron (2), Miyem (16) y Digbeu. ESPAÑA 55 (15+12+21+7): Domínguez (2), Torrens (10), Palau (1), Lyttle (11) y Montañana (11) -quinteto inicial-, Aguilar (6), Cruz (4), Xargay (2) y Pascua (8). Árbitros: Dolinek (CZE), Jones (WAL) y Vecerskis (LIT).
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