Oleson bota la pelota ante D'or Fischer - EFE. |
En poco más de dos años pasó de jugar en la LEB Oro con el Rosalía a llegar al Madrid tras convertirse en el jugador revelación de la Liga en su periplo por Fuenlabrada. Brad Oleson (Anchorage, EE UU, 1983) era un anotador nato que se se arrugada ante nada, pero que se quedó traspuesto después de la llegada a la capital de Ettore Messina. El italiano dijo que no le quería y Oleson se fue a Vitoria en la operación de traspaso de Prigioni. El estadounidense ha pasado dos cursos muy discretos en el Caja Laboral, con alguna lesión de por medio, y no excesiva confianza de Dusko Ivanovic. Pero en su primer partido de verdad de la tercera temporada advirtió lo que puede llegar a ser con 23 puntos y 6/7 en triples. La mejor faceta de su equipo (14/22, 63%), el gran aval para vencer al anfitrión, Bizkaia Bilbao Basket por 88-93, y alzancar la final de la Supercopa ACB. El conjunto de Fotis Katsikaris es un equipo ejemplar, pues es capaz de revolverse ante cualquier adversidad y esta vez estuvo cerca de remontar una semifinal en que tuvo 24 puntos de desventaja y se puso a tres con un Grimau entusiasta y batallador como siempre. San Emeterio (18 tantos) aseguró el triunfo para el Caja Laboral, que espera rival en la finalísima del torneo. Saldrá del vencedor del encuentro entre Barça y Madrid.
Resultó una película de emociones fuertes con dos equipos que dieron lo peor y lo mejor de sí mismos. Así que cuando unos estaban al borde de la perfección, caso del Caja Laboral al inicio con 13 aciertos de 17 intentos y un Oleson ya con once puntos, el anfitrión estaba más que perdido con Mumbrú en el banquillo con tres personal, la segunda por una falta y la tercera por protestar. San Meterio machacaba y Seraphin, que también ha aprovechado el cierre de la temporal para llegar a España, se hinchaba a puntos fáciles. También irrumpió igual de acertado Dorsey, para hacer posible que el Caja Laboral doblase a su rival (20-40 a los 13m 49). Llegado de Alicante, el joven base francés Heurtel era el director de orquesta.
El Bizkaia Bilbao Basket había tenido la solidez de un barco de papel entre olas, había sido acribillado por todas partes, pero se repuso desde la defensa y el contraataque. Ahí estaba Jackson para regarle una asistencia de espaldas a Banic o D'Or Fischer para rebajar a once la diferencia (31-42). El problema es que surgió de nuevo Oleson para meter su cuarto triple en otras tantas tentativas y la reacción se quedó en amagó. Incluso con dos triples seguidos de Heurtel el conjunto de Ivanovic se escapó de 24. Un obstáculo casi insalvable para cualquier equipo, pero no para el de Katsikaris, reactivado por Mumbrú, Banic y Grimau, por más que Ribas cuajase un partido excelente. Los locales se pusieron hasta tres veces a nueve puntos y dos veces a siete. Después a cinco y a tres gracias al incombustible Grimau, eliminado por faltas a diez segundos. Roger ya es todo un ídolo en su nueva casa. Es un jugador que se hace querer y que dignifica el baloncesto. Encaja con la filosofía de un Bizkaia Bilbao Basket que le faltó poco para remontar y le sobraron dos rivales tan grandes como San Emeterio y sobre todo Oleson.
Resultó una película de emociones fuertes con dos equipos que dieron lo peor y lo mejor de sí mismos. Así que cuando unos estaban al borde de la perfección, caso del Caja Laboral al inicio con 13 aciertos de 17 intentos y un Oleson ya con once puntos, el anfitrión estaba más que perdido con Mumbrú en el banquillo con tres personal, la segunda por una falta y la tercera por protestar. San Meterio machacaba y Seraphin, que también ha aprovechado el cierre de la temporal para llegar a España, se hinchaba a puntos fáciles. También irrumpió igual de acertado Dorsey, para hacer posible que el Caja Laboral doblase a su rival (20-40 a los 13m 49). Llegado de Alicante, el joven base francés Heurtel era el director de orquesta.
El Bizkaia Bilbao Basket había tenido la solidez de un barco de papel entre olas, había sido acribillado por todas partes, pero se repuso desde la defensa y el contraataque. Ahí estaba Jackson para regarle una asistencia de espaldas a Banic o D'Or Fischer para rebajar a once la diferencia (31-42). El problema es que surgió de nuevo Oleson para meter su cuarto triple en otras tantas tentativas y la reacción se quedó en amagó. Incluso con dos triples seguidos de Heurtel el conjunto de Ivanovic se escapó de 24. Un obstáculo casi insalvable para cualquier equipo, pero no para el de Katsikaris, reactivado por Mumbrú, Banic y Grimau, por más que Ribas cuajase un partido excelente. Los locales se pusieron hasta tres veces a nueve puntos y dos veces a siete. Después a cinco y a tres gracias al incombustible Grimau, eliminado por faltas a diez segundos. Roger ya es todo un ídolo en su nueva casa. Es un jugador que se hace querer y que dignifica el baloncesto. Encaja con la filosofía de un Bizkaia Bilbao Basket que le faltó poco para remontar y le sobraron dos rivales tan grandes como San Emeterio y sobre todo Oleson.
BIZKAIA BILABO BASKET 88 (18+19+17+34): Jackson (15), Blums (9), Mumbrú (13), Banic (16) y D'or Fischer (12) -quinteto inicial-; Fisher (3), Grimau (12), Vasileiadis (8), Kakiouzis y Mavroeidis. CAJA LABORAL 93 (32+21+16+24): Heurtel (8), Oleson (23), San Emeterio (18), Teletovic (7) y Milko Bjelica (4) -quinteto inicial-; Prigioni, Ribas (14), Nemanja Bjelica (3), Seraphin (13) y Dorsey (3). Árbitros: Pérez Pizarro, Conde y Jiménez. Eliminados por faltas Vasileiadis (min.40) y Grimau (min.40). Incidencias: primer partido de semifinales de la Supercopa 2011, disputado en el Bilbao Arena de Miribilla ante un total de 8.230 espectadores.
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