Navarro supera a Pocius - EFE. |
Profesa su propia religión, que no es otra que confiar en sí mismo por más que los números le digan que no tiene una buena jornada. Juan Carlos Navarro es imprevisible y como avisa su apodo, La Bomba, puede explotar en cualquier momento. Público y rival ya están más que avisados. Su fe es tan grande que acabó de forma excepcional un partido en el que no anotó su primera canasta en juego hasta a falta de 9m 06s, después de ocho fallos anteriores, en un encuentro de mínima puntería general y que controlaba el Madrid, más entero que las últimas veces y aplicado en defensa, especialmente en el rebote ofensivo. Pero el problema para el grupo de Pablo Laso fue que se enredó en sí mismo, apostó por jugadas retorcidas y tiros irreales y se clavó en el 60-65 a su favor a algo más de tres minutos para el final, para encajar un parcial de 14-5. Una réplica de un Navarro omnipresente, un Marcelinho Huertas escurridizo o unos Eidson y Lorbek comprometidos, capaces de capturar un par de rebotes en ataque que les reportaron tiros libres. El Barça también ganó por 74-70 jugando mal y se enfrentará al Caja Laboral, vencedor por 88-93 ante el Bizkaia Bilbao Basket, en la final de la Supercopa ACB en Bilbao (este sábado, 18:00 horas, Teledeporte).
Los azulgrana no son un grupo resultadista, se imponen ofrecer un buen juego y, si se puede, dar espectáculo. La exigencia empieza desde el banquillo, por Xavi Pascual, que si puede ganar por 23 no quiere hacerlo por 22. El técnico de Gavá ha sabido transmitir ese mensaje a una plantilla con cuatro caras nuevas y que mostró dos versiones muy diferentes en la semifinal. Empezó como un cohete, llegó y volvió del descanso ausente -"hemos desaparecido y dejado de correr", advirtió Pascual- y acabó de forma solvente con una pareja que promete ser una de las más fructíferas de Europa: Navarro-Huertas. El entrenador azulgrana quiso destacar un dato que refuerza que el Barça no funcionó como sabe: sólo alcanzó nueve asistencias, pues en muchos momentos resultó un equipo encorsetado y anárquico. Tampoco le acompañaba el acierto a canasta y a veces incluso le faltaba espíritu para luchar por el rebote. Ahí destacó Reyes, que capturó 10, pero que careció de puntería (1/10). La que le faltó a Carroll (5/14), que ante la ausencia de Rudy Fernández -no viajó a Bilbao por una lumbalgia- fue la referencia en ataque. Como Navarro fue de poco, o muy poco, a más (3/14).
Se escapan los azulgrana
Justo al contrario que otro que se estrenaba en partido oficial como Pocius, impecable al inicio,el único capaz de contener a un Barça fresco y supersónico dirigido por Huertas. El brasileño rivalizaba incluso con su compañero Lorbek para ver quién era el mejor anotador y los azulgrana se pusieron por delante 27-15 a los 12m 35s. Al Barça le funcionaban todas sus piezas -la excepción, Mickeal, al que le falta algo para recuperar su nivel después de los problemas de salud-: Wallace y Vázquez se ponían las botas bajo el aro como Ndong.
Pero el Real Madrid tiene recursos de sobra para reaccionar ante situaciones complicadas y en ese contexto no tiene a un jugador más efectivo que Sergio Llull, el impulsor de que la diferencia fue mínima al descanso (35-33). Al menorquín, al que Laso está haciendo jugar de base, se le salió un triple en la penúltima jugada de una primera parte en la que Navarro sólo acumulaba dos tiros libres.
Carroll: "Es frustrante"
Los azulgrana no son un grupo resultadista, se imponen ofrecer un buen juego y, si se puede, dar espectáculo. La exigencia empieza desde el banquillo, por Xavi Pascual, que si puede ganar por 23 no quiere hacerlo por 22. El técnico de Gavá ha sabido transmitir ese mensaje a una plantilla con cuatro caras nuevas y que mostró dos versiones muy diferentes en la semifinal. Empezó como un cohete, llegó y volvió del descanso ausente -"hemos desaparecido y dejado de correr", advirtió Pascual- y acabó de forma solvente con una pareja que promete ser una de las más fructíferas de Europa: Navarro-Huertas. El entrenador azulgrana quiso destacar un dato que refuerza que el Barça no funcionó como sabe: sólo alcanzó nueve asistencias, pues en muchos momentos resultó un equipo encorsetado y anárquico. Tampoco le acompañaba el acierto a canasta y a veces incluso le faltaba espíritu para luchar por el rebote. Ahí destacó Reyes, que capturó 10, pero que careció de puntería (1/10). La que le faltó a Carroll (5/14), que ante la ausencia de Rudy Fernández -no viajó a Bilbao por una lumbalgia- fue la referencia en ataque. Como Navarro fue de poco, o muy poco, a más (3/14).
Se escapan los azulgrana
Justo al contrario que otro que se estrenaba en partido oficial como Pocius, impecable al inicio,el único capaz de contener a un Barça fresco y supersónico dirigido por Huertas. El brasileño rivalizaba incluso con su compañero Lorbek para ver quién era el mejor anotador y los azulgrana se pusieron por delante 27-15 a los 12m 35s. Al Barça le funcionaban todas sus piezas -la excepción, Mickeal, al que le falta algo para recuperar su nivel después de los problemas de salud-: Wallace y Vázquez se ponían las botas bajo el aro como Ndong.
Pero el Real Madrid tiene recursos de sobra para reaccionar ante situaciones complicadas y en ese contexto no tiene a un jugador más efectivo que Sergio Llull, el impulsor de que la diferencia fue mínima al descanso (35-33). Al menorquín, al que Laso está haciendo jugar de base, se le salió un triple en la penúltima jugada de una primera parte en la que Navarro sólo acumulaba dos tiros libres.
Carroll: "Es frustrante"
Tomic continuó haciendo daño en la pintura y un gorro de Ndong fue respondido por otro de Velickovic a Sada. Carlos Suárez puso por primera por delante al Madrid, que se iba creciendo conforme se empequeñecían los azulgrana. El Barça funcionaba como varios equipos a la vez: cada uno iba su bola y se nubló, por mucho que Huertas -"¡Mar-ce-lin-ho!" le cantaba en la grada, que no olvida que fue un jugador carismático en Bilbao- se propusiese que no fuese así. Resurgió Navarro, ambos equipos empezaron a fallar lo imposible y los azulgrana supieron resolver mejor al mejor. "Es frustrante. Perdimos después de tener cinco puntos de ventaja a tres minutos. Fueron cosas muy pequeñas que podemos corregir", dijo Carroll. Pascual habló de que "es un poco normal" que a estas alturas "los equipos sean mucho más intermitantes. Nosotros estamos al 50%". Los azulgrana tendrán que salir conectados si quieren ganar al Caja Laboral.
BARÇA 74 (21+14+17+22): Huertas (13), Navarro (12), Eidson (5), Lorbek (15) y Ndong (9) -quinteto inicial-; Sada, Ingles (2), Mickael (1), Wallace (8) y Vázquez (9). REAL MADRID 70 (13+20+25+12): Llull (12), Pocius (14), Suárez (4), Velickovic (4) y Begic (8) -quinteto inicial-; Sergio Rodríguez (4), Carroll (14), Mirotic, Reyes (2) y Tomic (8). Árbitros: Pérez Pizarro, Conde y Jiménez. Eliminados por faltas Begic (min.39) y Reyes (min.40). Incidencias: segundo partido de semifinales de la Supercopa 2011, disputado en el Bilbao Arena de Miribilla ante un 8.230 espectadores.
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