Hamilton muestra su copa de vencedor en Yas Marina - EFE. |
Se las prometía muy felices Sebastian Vettel después de igualar la marca de poles de Nigel Mansell de 14, un registro de 1992, y pretendía igualar el récord de triunfos de Michael Schumacher en una temporada (13). Vettel tendrá que olvidarse de esto último después de su primer abandono desde finales de octubre de 2010 en Corea del Sur: al alemán se le pinchó el neumático trasero derecho en la segunda curva, de izquierdas. Llegó como pudo al box, pero los mecánicos de Red Bull no le pudieron poner otra rueda. Camino libre, pues para que Lewis Hamilton le hiciese un gran regalo de aniversario a su madre -aunque fuese con un día de retraso- y lograse su tercera victoria del curso -tras las de China y Alemania- en un momento difícil para él, pues al margen de las polémicas sobre su pilotaje y los rifirrafes con Felipe Massa ha roto su relación con Nicole Scherzinger. Más próspero parece el binomio Ferrari-Fernando Alonso. En Maranello están encantados con el rendimiento del asturiano, que de nuevo hizo de tripas corazón para alcanzar un segundo puesto -el décimo podio del curso y el 73º en su carrera-, un puesto bastante por encima de las prestaciones del 150º Italia. Alonso todavía aspira al subcampeonato: le separan 10 puntos con respecto a Jenson Button, tercero en el circuito de Yas Marina y con bigote, en un gesto enmarcado en el movimiento Movember, solidario con las enfermedades del hombre como el cáncer de próstata.
Abu Dabi resultó un escenario cruel para Alonso el año pasado, cuando en su equipo sólo contemplaron las decisiones de Mark Webber y acabó llevándose la corona el tercero en discordia, Vettel. Petrov se puso en medio de medio y Alonso se quedó a las puertas de su tercer título. Desde ahora el asturiano tendrá un mejor recuerdo de Abu Dabi: "Ha sido una carrera perfecta para mí". Tanto que pese a salir quinto no tardó ni una vuelta en ponerse segundo tras Hamilton, al que llegó a acercarse mucho y que ganó de principio a fin. El británico se puso primero después del percance de Vettel -que había ganado las dos carreras anteriores en dicho trazado- y no temió por su plaza, bien salvada en pista y en boxes. "Era imposible ganar hoy. Estoy super, super contento con la segunda posición", reconoció Alonso, mientras el ganador, más maduro y diplomático ahora en sus declaraciones, decía estar en una nube.
Webber y Massa
Peor lo pasó Button, con problemas con el KERS, una dificultad añadida para defenderse de los ataques de Webber y Massa. Ambos estaban muy motivados para lograr un podio en una temporada decepcionante para los dos. Webber pudo pasar puntualmente a Button, pero éste no tardó nada en responderle. El australiano perdió cualquier opción en la primera parada, un desastre para Red Bull (9'4 segundos) y perdió el cuarto puesto temporalmente a favor de Massa. Giros después falló Felipinho, que arrastró un rato un reflector que se había desprendido del coche de Maldonado, con lo que perdió velocidad y no pudo resistirse a un interior de Webber.
Hamilton, camino de su 17ª victoria, sólo se tenía que preocupar de superar a los doblados, incordios para Alonso en el pit stop, espectacular en Yas Marina, pues los pilotos se reincorporan a la carrera después de pasar por un túnel: "Igualmente ganar no era posible. En las últimas vueltas Lewis seguía siendo más rápido". Jaime Alguersuari acabó 15º, mientras que su compañero Buemi abandonó. A alta de una prueba -y gracias al décimo puesto de Checo Pérez- Sauber le saca un punto a Toro Rosso.
Abu Dabi resultó un escenario cruel para Alonso el año pasado, cuando en su equipo sólo contemplaron las decisiones de Mark Webber y acabó llevándose la corona el tercero en discordia, Vettel. Petrov se puso en medio de medio y Alonso se quedó a las puertas de su tercer título. Desde ahora el asturiano tendrá un mejor recuerdo de Abu Dabi: "Ha sido una carrera perfecta para mí". Tanto que pese a salir quinto no tardó ni una vuelta en ponerse segundo tras Hamilton, al que llegó a acercarse mucho y que ganó de principio a fin. El británico se puso primero después del percance de Vettel -que había ganado las dos carreras anteriores en dicho trazado- y no temió por su plaza, bien salvada en pista y en boxes. "Era imposible ganar hoy. Estoy super, super contento con la segunda posición", reconoció Alonso, mientras el ganador, más maduro y diplomático ahora en sus declaraciones, decía estar en una nube.
Webber y Massa
Peor lo pasó Button, con problemas con el KERS, una dificultad añadida para defenderse de los ataques de Webber y Massa. Ambos estaban muy motivados para lograr un podio en una temporada decepcionante para los dos. Webber pudo pasar puntualmente a Button, pero éste no tardó nada en responderle. El australiano perdió cualquier opción en la primera parada, un desastre para Red Bull (9'4 segundos) y perdió el cuarto puesto temporalmente a favor de Massa. Giros después falló Felipinho, que arrastró un rato un reflector que se había desprendido del coche de Maldonado, con lo que perdió velocidad y no pudo resistirse a un interior de Webber.
Hamilton, camino de su 17ª victoria, sólo se tenía que preocupar de superar a los doblados, incordios para Alonso en el pit stop, espectacular en Yas Marina, pues los pilotos se reincorporan a la carrera después de pasar por un túnel: "Igualmente ganar no era posible. En las últimas vueltas Lewis seguía siendo más rápido". Jaime Alguersuari acabó 15º, mientras que su compañero Buemi abandonó. A alta de una prueba -y gracias al décimo puesto de Checo Pérez- Sauber le saca un punto a Toro Rosso.
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