Huertas trata de pasarle a un compañero ante Thomas - EFE. |
Cuando le preguntan por su actuación en el partido frunce el ceño. Poco importa que lo haya bordado ni que haya estado mal, a Marcelinho Huertas (Sao Paulo, Brasil, 1983) simplemente no le gusta que le pregunten por él y siempre habla del grupo. Ante el micrófono de Esport3, además, supo reconocer los méritos de un Partizan modélico que estuvo a un triple, el que falló Bertans (5/8), de forzar una prórroga que quizás mereció en un duelo frenético, pura montaña rusa con Huertas como protagonista decisivo. Se le acusa de díscolo y de precipitar ciertos tiros, pero nadie duda de que sea uno de los jugadores en Europa más capacitados para dinamitar un partido. Lo agradecieron los labios de Xavi Pascual, mordidos mientras los azulgrana eran un juguete ante un Partizan que aterrizó en el Palau como segundo peor ataque de la Euroliga y que a los 3m 35s iba 4-13 por delante con Musli como Pedro por su casa. Huertas dijo basta y en algo más de dos minutos se marcó tres triples sin fallo y una entrada para empatar a 15 y tranquilizar a Pascual. El base, con seis tiros de tres de siete intentos, reinó en la noche del triple (12/27 el Barça y 10/12 los visitantes). Juan Carlos Navarro, con 15 tantos, y Jawai, con 16, fueron sus grandes aliados para que el equipo siga invicto en el torneo.
Los puntos de Huertas fueron el gran argumento de la primera parte de los azulgrana, pues el ex jugador, entre otros, de Penya, Bilbao Básket y Caja Laboral anotó hasta 19 con cinco triples sin error ante un Partizan que dependía en exceso de Musli y de Andusic y se defendía con oficio con defensas alternativas (37-37 al descanso). Hasta entonces si había un jugador que no se había sentido cómodo en la pista no era otro que aquel al que los directores generales de la NBA han escogido como el mejor fuera de Estados Unidos, Navarro, que en un momento anotó cuatro triples –su equipo sumó cinco consecutivos en el tercer cuarto– para distanciar al Barça por 56-44 a los 25m 11s. Huertas repartía juego (9 asistencias) y Jawai se ponía las botas. También Sada se olvidaba de su timidez hacia el aro y se lucía.
El descaro de Bertans
Con tres jóvenes por curtir en pista, Abrines, Rabaseda y Todorovic, los azulgrana alcanzaron su máxima ventaja (78-63 a 5m) con el enésimo mate de Jawai, tan poderoso bajo el aro como poco certero con los tiros libres (2/6). Los cuatro errores del pívot australiano llegaron en un último cuarto perpetrado como un volcán de emociones, pues el Partizan resurgió con el descaro de Bertrans, capaz de meter dos triples en un instante y tampoco fallaron Gordon y Westermann. Entre los dos de los visitantes Huertas se hizo un autohomenaje anotando otro triple de la misma forma –saltando a una pierna, pero no tan lejos- como ante el Madrid en la victoria sobre la bocina en el primer partido de la pasada final de la Liga ACB. El partido se convirtió en un carrusel de tiros libres en el que no entraba casi ninguno y Bertans falló el triple que hubiese forzado cinco minutos extra. “El Palau ha estado a un nivel altísimo, cada vez se llena más”, cerró Huertas, satisfecho por la gran mejora de su equipo con los triples, que son “cuestión de confianza, pues tenemos los mismos tiros abiertos”.
BARÇA 85: Huertas (24), Navarro (15), Ingles, Lorbek (3), Tomic (4) –quinteto inicial–, Sada (6), Abrines (2), Jasikevicius (4), Wallace (6), Todorovic (2), Rabaseda (3) y Jawai (16). PARTIZAN 82: Thomas (4), Milosavljevic (7), Gordon (5), Musli (14), Bertains (17) –quinteto inicial–, Milutinov (4), Westermann (13), Lucic (9), Gagic (2), Andusic (7) y Djekic. Árbitros: Sahin, Kormilas y Geller. Assitencia: 5.713 espectadores en el Palau Blaugrana.
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