Navarro aplaude tras la proyección del vídeo en su honor - Àlex Caparrós / FCB. |
Los homenajes hechos durante la vida
deportiva son menos nostálgicos, pero más agradecidos, pues el
jugador agradece al público y al club sus aplausos con juego. En el
marcador del Palau se proyectó un vídeo de jugadas de Juan Carlos
Navarro, como de la Euroliga del Palau Sant Jordi o del amistoso
ganado ante los Lakers en el mismo escenario. El protagonista ya se
había ajustado el pantalón y, acabado el reportaje, se frotó las
zapatillas y se peinó. Para él el momento, tierno y melancólico,
quedaba aparcado, sólo pensaba ya en su partido 801 con el Barça, en
el 800 después de su debut -también recordado en el vídeo- un 23 de noviembre de 1997 contra el
Covirán Granada en el Palau y con Joan Montes como entrenador. “Es
valiente y tiene calidad. Le gusta jugársela y a menudo resulta
imprevisible. Por eso le llaman 'La Bomba'”, relató en su crónica para La
Vanguardia Juan Antonio Casanova (JAC): “Físicamente parece muy
endeble. Le faltan kilos con los que rellenar sus 190 centímetros.
Pero es una impresión engañosa. Juan Carlos Navarro es todo fibra.
Y ganas de hacer cosas distintas”. 15 años después La Bomba
correspondió al homenaje aplastando al Lietuvos Rytas con 24 puntos,
justo la diferencia final (90-66).
Lo anticipó JAC y lo siguen
escribiendo el resto de cronistas: Navarro hace cosas diferentes. Es como los
narradores con estilo propio y ha dejado como legado, la bomba. La
volvió a repetir en un día tan especial y en el que empezó como
una moto, con siete puntos en un primer cuarto en el que los
azulgrana tuvieron una puntería excelente (10/11 en tiros de campo), supieron jugar para sus pívots titulares, Tomic (17 puntos, 7/7) y
Lorbek, y Navarro era el gran apuntador. Pero los pecados del Barça
también eran extremos: ya habían perdido cinco pelotas, déficit que favorecía los contragolpes de un Lietuvos Rytas que se puso las
botas en el segundo cuarto y el inicio del tercer cuarto. El peor equipo con peor ataque de la Euroliga -promediaba 66 puntos- llegó a dominar por 51-54 (a los 51-54 a los 24m 15s) tras un
parcial de 24-40 y sólo cinco canastas en juego de los azulgrana.
Los locales acabaron tirando casi tantas veces desde la línea de
personal (21/26) que de dos (27/33) y rompieron el partido dejando a
su rival en sólo 12 puntos en los últimos 15 minutos.
Navarro y Huertas impidieron que el
Lietuvos Rytas se marchase al descanso con más ventaja (42-45) y
entre Lorbek y Tomic reimpulsaron después a un Barça que no había
encontrado antídoto a Katelynas, Ivanov y Nedovic. Mickeal se añadió
a la causa y La Bomba explotó en el último cuarto, hasta que a
falta de 3m 02s Xavi Pascual le sustityó por Abrines y se llevó la ovación
de un Palau al que se le cayó la baba con su capitán. Abrines anotó
la última canasta tras una recuperación del infatigable Todorovic
en un partido en el que los titulares aportaron 75 de los 90 puntos.
De nuevo Navarro se llevó la palma con 24. La Bomba quiso
corresponder a su homenaje con otra actuación prodigiosa y al final del partido se hizo una foto con los 15 aficionados que pillaron al vuelo una camiseta del 11 azulgrana. De un jugador con sello propio.
BARÇA 90 (27+15+26+22): Huertas
(8), Navarro (24), Mickeal (15), Lorbek (11) y Tomic (17)
–quinteto inicial–, Sada, Jasikevicius, Todorovic, Wallace (1),
Abrines (2), Rabaseda (6) y Jawai (6). LIETUVOS RYTAS 66
(18+27+15+6): Seibutis (6), Buterlevicius (2), Samardziski (10),
Katelynas (7) y Nedovic (12) –quinteto inicial–, Dulkys (4),
Babrauskas, Bendzius, Redikas, Radosevic (14), Ivanov (11) y Blums.
Árbitros: Belosevic, Peternico y Lopes.
2 comentarios :
Navarro esta de dulce
Navarro es un jugador irrepetible.
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