Raikkonen celebra con su equipo el triunfo en el circuito de Albert Park - AFP. |
“Nunca pienso en lo que
hago, la verdad. Sólo lo hago. Es automático” es una de las
frases de cabecera de Kimi Raikkonen (Espoo, Finlandia, 1979), un
tipo que se muestra impasible con la prensa, aparentemente dice lo
que piensa y celebra las victorias a cámara lenta y los mínimos gestos. Cuando se bajó del Lotus como primer ganador de curso en
Australia el piloto finlandés más que celebrar la victoria pareció
saludar a su equipo y a la grada. Apenas levantó el puño. Raikkonen
no se volvió loco porque las cosas hubiesen ido como habían
programado en su escudería. Lo programado era hacer una buena salida
–mejoró dos puestos para ponerse quinto– y realizar dos paradas,
una menos que sus grandes rivales: “Tenía un buen coche y sentía
que podía hacer una buena carrera”. Fue el broche de oro para
Lotus, la formación que menos ha rodado durante la pretemporada con
el E21, pero que más partido le ha sacado a las pruebas para mejorar
con respecto a la temporada pasada. También es notable el cambio en
Ferrari, pues Fernando Alonso fue segundo, por más que no tuviese
opciones reales de superar a Raikkonen, y Felipe Massa, cuarto, por
detrás de Sebastian Vettel, inquieto desde las primeras vueltas por
el desgaste de los neumáticos.
A
Raikkonen no le descentró ni su reciente separación de la
modelo y ex Miss Finlandia Jenni Dahlman. En Albert Park actuó según
lo pautado por el equipo para sumar su 20ª victoria -tantas como su compatriota Mika Hakkinen-, la segunda
después de su regreso a la Fórmula 1 tras su paso por los rallies y
la Nascar. Lotus le brindó la oportunidad de volver la temporada
pasada y el finlandés agradeció la confianza puntuando en 19 de las
20 carreras –sólo se le resistió China y ganó en Abu Dabi– y
fue el único que no abandonó. Y en Australia comenzó el curso
convenciendo, protagonizando un bonito duelo con Hamilton –sexto en
su estreno con Mercedes– en las primeras vueltas, entró al compás
de Alonso en su primera parada y alargó el segundo juego de
neumáticos –el duro– 25 vueltas, seis más que el asturiano, que
pese a intentarlo nunca pudo acercarse lo suficiente a su rival: “El
coche responde bien. Somos competitivos”.
“¡Tira adelante!”
Raikkonen fue el octavo
líder diferente en una prueba en la que, una vez más, Webber –sexto
en casa– se descompuso en la salida y fue engullido por varios
pilotos. Entre ellos Massa, un ciclón en el comienzo. Felipinho se
deshizo del propio Webber y de Hamilton en los primeros metros y no
dejó que se escapara como suele hacer Vettel, a quien ató en corto.
No le hizo gracia a Massa que Ferrari alargase su segunda parada a
pesar de que les había advertido que tenía problemas –“¡tira
para adelante!”, le dijeron por radio– ni tampoco que Alonso
cambiase las gomas tres vueltas después que su compañero. Ahí
perdió comba el brasileño, que perdió tiempo y varias posiciones,
hasta quedarse por detrás de Sutil, un incordio para los mejores en
Melbourne y al que sólo superó cuando el alemán hizo su última
visita a boxes. Sutil tuvo un comportamiento ejemplar en el trazado
después de su retorno a la competición tras haberse enzarzado en
una trifulca con uno de los patrocinadores de Force India en una
discoteca de Shanghai.
Sutil fue precisamente el
último escollo para Raikkonen, que adelantó al alemán a faltas de
12 giros y evitó que Alonso se acercase más de lo necesario:
“Fernando ha reducido diferencias, pero tenía suficiente ventaja”.
El finlandés coronó a Lotus en Australia el día que su compañero
Grosjean fue décimo, justo en medio de los pilotos que más
decepcionaron, los McLaren. Checo Pérez fue undécimo en su debut
con la escudería de Wooking y Button, noveno.
2 comentarios :
grnde Alonso a ver si este año es posible
Gran actuación de Alonso y de Raikkonen y notable puesta en escena de Massa. Los Ferrari están mejor. Nos espera un Mundial apasionante. Un saludo, Jairo.
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