Tercer triunfo seguido del piloto de Red Bull, que aumenta a 60 puntos su renta con Alonso, segundo tras otra brillante remontada y al que supera en victorias totales (33)
Vettel muestra su tercer como vencedor en Singapur - EFE. |
- Sebastian, puedes utilizar toda la gasolina que quieras. Tienes más que suficiente.
Esa indicación del equipo le tranquilizó en un momento de muchas dudas. A Sebastian Vettel (Heppenheim, 1987), un piloto insaciable que acostumbra a completar sus mejores vueltas en los últimos giros, no le hacía ninguna gracia pensar que pudiera escapársele la 33ª victoria de su carrera y la tercera consecutiva del año por un error de estrategia en Singapur. Poco le importaba que tuviese 53 puntos de margen sobre su inmediato perseguidor,
Fernando Alonso, que acababa de pasar por boxes tras la aparición del coche se seguridad por el trompazo de Ricciardo -próximo compañero de equipo de Vettel- en la entrada del túnel de tribuna del Marina Bay. Las palabras que le llegaron desde Red Bull fueron un alivio para el piloto alemán, que en cuanto se fue el coche de seguridad exprimió más todavía a su coche e hizo su última parada saliendo por delante de Alonso, que aguantó 35 vueltas con su último juego de duros para arañar una segunda plaza muy meritoria tras haber partido séptimo. Eso sí, Vettel le saca ya 60 puntos a falta de 150 por disputarse. "Es una prueba muy larga para todos. Cualquiera se puede equivocar, podía haber un accidente por detrás... He pasado muy cerca de los doblados. Estoy muy contento", relató Vettel en el podio, consciente de que su cuarta corona mundial está muy cerca. Pocas veces se le ha visto tan emocionado tarareando el himno de su país. Fue la 33ª ocasión que lo escuchó en la Fórmula 1, por lo que ya acumula un triunfo más en su carrera que el piloto asturiano. Tercero fue Kimi Raikkonen, en su primer GP tras anunciarse que correrá en Ferrari las dos próximas temporadas y pilotando infiltrado por dolores en la espalda.
Fernando Alonso, que acababa de pasar por boxes tras la aparición del coche se seguridad por el trompazo de Ricciardo -próximo compañero de equipo de Vettel- en la entrada del túnel de tribuna del Marina Bay. Las palabras que le llegaron desde Red Bull fueron un alivio para el piloto alemán, que en cuanto se fue el coche de seguridad exprimió más todavía a su coche e hizo su última parada saliendo por delante de Alonso, que aguantó 35 vueltas con su último juego de duros para arañar una segunda plaza muy meritoria tras haber partido séptimo. Eso sí, Vettel le saca ya 60 puntos a falta de 150 por disputarse. "Es una prueba muy larga para todos. Cualquiera se puede equivocar, podía haber un accidente por detrás... He pasado muy cerca de los doblados. Estoy muy contento", relató Vettel en el podio, consciente de que su cuarta corona mundial está muy cerca. Pocas veces se le ha visto tan emocionado tarareando el himno de su país. Fue la 33ª ocasión que lo escuchó en la Fórmula 1, por lo que ya acumula un triunfo más en su carrera que el piloto asturiano. Tercero fue Kimi Raikkonen, en su primer GP tras anunciarse que correrá en Ferrari las dos próximas temporadas y pilotando infiltrado por dolores en la espalda.
No hay circuito más exigente en el trazado que el de Marina Bay, que casi no tiene huecos para adelantar. Alonso encontró el suyo en una salida prodigiosa, haciéndose paso por la derecha entre Hamilton, Webber y Grosjean, para ponerse tercero. Y en la estrategia le birló la segunda plaza a Rosberg, el mayor incordio para Vettel: "Nico ha salido mejor, no he tenido otra opción que dejarle la parte interna, pero luego he podido dejarle detrás. Ha sido clave". El piloto de Red Bull fue una apisonadora desde el principio, desde que empezó a encadenar vueltas rápidas: en la séptima ya le sacaba siete segundos a Rosberg, que solo le había recortado tiempo 37 milésimas en el quinto giro. Al final, Vettel aventajó a Alonso en 32'6 segundos y a Raikkonen, que partía 13º, en 43'920. Rosberg cayó a la cuarta posición y su compañero Hamilton fue quinto. Un puesto mejor que Felipe Massa, protagonista en los últimos días por su salida de Ferrari y la incertidumbre de su futuro. ¿Volverá a Sauber? ¿Acabará en Lotus o firmará por McLaren?
La sanción a Webber
Cerrado en la salida y taponado por Di Resta -hasta que éste se estrelló a falta de seis vueltas-, Felipinho protagonizó un sprint final en el que arregló su actuación. A once giros era 11º y estaba fuera de los puntos, pero Massa supo reaccionar para adelantar a Gutiérrez, Hulkenberg, Checo Pérez o Button y aprovecharse de los percances de Di Resta y Webber, al que le falló la caja de cambios en la penúltima vuelta. El australiano se subió al portón izquierdo del F138 de Alonso y dirección de carrera decidió sancionarle con 10 puestos de penalización en el GP de Corea. Un escenario en el que Vettel ha ganado los dos últimos años y en el que el curso pasado llegó con 21 puntos de desventaja sobre Alonso. Ahora la situación es muy diferente.
"Ha sido una salida fantástica, sabíamos que no teníamos el ritmo, así que teníamos que inventar algo, tener una estrategia distinta. Las dos cosas han ido bien: la salida y la estrategia", explicó el asturiano: "Es un podio con sabor a victoria. Fue una decisión arriesgada. Pero no teníamos nada que perder, terminar segundos o quintos nos daba igual. Hemos cuidado los neumáticos y el coche ha tenido un gran rendimiento". Alonso agradeció que gran parte del público que había invadido el circuito de Marina Bay corease su nombre mientras Vettel hablaba. Para el alemán habían sido los fuegos artificiales tras ganar por tercera vez en Singapur, donde empezó su remontada el curso pasado.
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