Cronómetro de Récords entrevista al periodista de 'La Gaceta de Salamanca', que lleva 20 años cubriendo la información del conjunto charro
Alejandro García Santana (Salamanca, 1976), periodista deportivo del diario La Gaceta de Salamanca, es un cronista empedernido. "De pequeño retransmitía los partidos que jugaba con los amigos y hacía crónicas de cualquier deporte. De más mayor escribía sobre los encuentros de los equipos a los que entrenaba. Era, y quizás siga siéndolo, un poco friki", confiesa. Cuando le propuse esta entrevista para Cronómetro de Récords y la sección Desde la anécdota de La Hora de Lok@s frunció un poco el ceño: "¿Una
Alejandro García Santana, el último empezando por la derecha, durante la Copa. Foto: Toni Delgado. |
Alejandro García Santana (Salamanca, 1976), periodista deportivo del diario La Gaceta de Salamanca, es un cronista empedernido. "De pequeño retransmitía los partidos que jugaba con los amigos y hacía crónicas de cualquier deporte. De más mayor escribía sobre los encuentros de los equipos a los que entrenaba. Era, y quizás siga siéndolo, un poco friki", confiesa. Cuando le propuse esta entrevista para Cronómetro de Récords y la sección Desde la anécdota de La Hora de Lok@s frunció un poco el ceño: "¿Una
entrevista? Hombre, creo que el periodista nunca es el protagonista". Alejandro García Santana es de los silenciosos que no reparan en su ombligo. Hablamos minutos antes de la final de la Copa de la Reina de Torrejón de Ardoz, y de que el entrevistado relate a sus lectores otro título de Perfumerías Avenida: "Tengo los datos de todos los partidos del club en Liga Femenina".
Toni Delgado / Torrejón de Ardoz
—¿Cómo surgió tu pasión por el baloncesto femenino?
Con 17 años seguía a Avenida, que entonces se llamaba Halcón Viajes y empezó a jugar partidos importantes, como los de la Copa Ronchetti. Poco después di mis primeros pasos como periodista. Llevo 20 años cubriendo baloncesto femenino y a Avenida, con el que viajo en Euroliga. Casi soy un miembro más de la expedición.
—¿Cómo consigues no traspasar la línea entre periodista y jugadora?
Con unas jugadoras tienes más contacto que con otras, pero siempre trato de mantener un poco las distancias. Luego hay que juzgarlas e intento ser lo más objetivo posible.
—¿Con cuáles has tenido una relación más especial?
En el club cuidan mucho que las jugadoras estén a disposición de los periodistas. Tengo muy buena relación con Anna Montañana, a quien conozco desde el año 2000 [cuando la jugadora llegó por primera vez a Perfumerías Avenida; lleva cuatro etapas en el club], y con Marta Fernández. Quizás no con los números de Rezan y Robinson, pero Marta está siendo la jugadora más completa esta temporada.
—Siempre ha aceptado su rol sin quejarse y aportando como si acabara de llegar.
Creo que hay pocas tan profesionales como Marta Fernández. La ves entrenarse, disfrutar y ver otros partidos con la ilusión de una chica de 20 años.
—El primer gran trofeo de Perfumerías Avenida fue la Copa de la Reina de 2005.
Tengo una espinita clavada porque es el único título de Avenida que no he cubierto en directo. Había vuelto al periódico ese año y otra compañera se encargaba del baloncesto. Fue ella quien viajó a Valencia.
—La temporada siguiente el club logró el doblete: repitió en la Copa, esta vez en León, y le ganó la Liga al UB Barça.
Fue un año increíble. A un partido puede pasar cualquier cosa [en la Copa ganaron al Ros Casares en la final], pero lograr una Liga al mejor de cinco partidos y contra el Barcelona de la propia Marta Fernández, Erika De Souza, Sandra Gallego... Les superamos en el mítico Picadero.
—Se adelantó el UB Barça, empatasteis la serie y rematasteis en Salamanca (3-1). Teníais a Tornikidou, Núria Martínez o a Laura Camps.
El quinteto de Avenida era un pelín inferior a Ros y Barcelona, pero era espectacular. Eso sí, con la rotación su rendimiento bajaba mucho.
—También estaba Kelly Schumacher.
Y Taj McWilliams, que vino a falta de nueve partidos.
—José Ignacio Hernández era el director de orquesta.
Es uno de los mejores entrenadores que he visto en baloncesto femenino. Ganó títulos en Salamanca, lo siguió haciendo en el Wisla, ha entrenado a la selección, ahora está en Rivas… El buen entrenador lo es igual en chicos que en chicas, aunque haya parece que no se quiera ver eso. Fíjate lo que está haciendo Lucas Mondelo [todavía no había ganado su tercera Liga en China con Shanxi Rui Flame] y no me imagino a ningún equipo ACB o una selección masculina dándole una oportunidad. Y eso que ha demostrado que de baloncesto sabe mucho.
—Y es capaz de ganar con cualquier plantilla, como demostró en la Copa de la Reina de Arganda del Rey imponiéndose a un Ros repleto de estrellas.
Ese Ros es el mejor equipo, con diferencia, que he visto desde que sigo el baloncesto femenino en España. Está a la altura de algunos de Ekaterimburgo de los últimos años.
—Ése es el equipo actual de Alba Torrens o de Silvia Domínguez, a quien recuerdo abatida en la rueda de prensa de la Copa de la Reina de Valencia 2011 tras perder en semifinales contra Rivas Ecópolis. Hasta entonces sólo había ganado una Supercopa de España con Perfumerías Avenida. Meses después lograría Liga y Euroliga.
Tanto a Silvia como a Isa Sánchez les dolía mucho no haber dado más trofeos a Avenida, aunque luego llegaron varios de golpe y muy importantes. El club siempre ha buscado buenas jugadoras que no sean problemáticas y tengan hambre de ganar.
—Por crecimiento, espíritu combativo y trayectoria, Núria Martínez y Sílvia Domínguez tienen un recorrido similar.
Al no poder competir entonces con otros presupuestos, Avenida siempre apostó por jóvenes. Núria llegó con 19, Silvia con 17, y Marta Xargay con 18.
—Xargay era una apuesta arriesgada. No había debutado en Liga Femenina y acaba de ascender con Uni Girona en su primer año completo con el primer equipo.
Había sido la mejor jugadora del Mundial U19, pero, como dices, fue una decisión arriesgada. Ha ido madurando. Ha tenido a su lado a Silvia [Domínguez], a Isa Sánchez… Con España lo ha ganado casi todo y en unos meses se va para la WNBA, para jugar en el campeón, Phoenix Mercury.
—¿Qué jugadora de Perfumerías Avenida te ha impresionado más en este tiempo?
Es una pregunta muy difícil. Brandy Reed, una americana que jugó en la temporada 1999-2000, era un auténtico espectáculo, aunque no funcionase en otros aspectos. Compartió equipo con Amaya Valdemoro, y casi había que tener dos balones en la cancha. Brandy llegaba al entrenamiento botando su balón de casa o con una hamburguesa del McDonald’s. Era muy peculiar, pero he visto pocas jugadoras con su talento. También fue una gozada disfrutar en Salamanca a Tornikidou o a Nicole Powell en su primera etapa. De españolas, Núria [Martínez], [Marta] Xargay, Silvia [Domínguez]…
—¿Y el gran pufo?
La última gran decepción fue el regreso de Nicole Powell, que seguía teniendo clase, pero acumuló problemas extradeportivos. Tenía una vida muy diferente a la ideal para una deportista de élite. Tiffany Johnson sólo jugó un partido porque venía con la rodilla fastidiada, y Aurelie Bonnan, una pívot francesa, se marchó porque vio que iba a tener difícil disponer de minutos.
—Una actitud cobarde.
Siempre tienes en tu mano ir cambiando tu rol y esta jugadora. Bonnan, que tenía bastante buena pinta, ni siquiera se atrevió a intentarlo. A las tres semanas o al mes decidió irse.
—La Euroliga ganada con Lucas Mondelo es un capítulo aparte para el club.
En Salamanca hemos tenido un equipo en Primera, el CBS en ACB, equipos de fútbol sala en División de Honor, campeones de Europa de atletismo... Pero ver a un equipo al que llevas siguiendo desde jovencito ir a Rusia y ganar una Copa de Europa es increíble. Estuve una semana con el equipo, lo viví desde dentro. Ese momento no se me va a olvidar nunca.
El periodista de 'La Gaceta de Salamanca' con la Euroliga de Perfumerías Avenida. Foto: cedida. |
—Eres un privilegiado. Hay muy poca gente que se pueda ganar la vida informando sobre baloncesto femenino y todavía menos que se pueda permitir el lujo de viajar con un equipo.
Soy muy afortunado de poder unir mi pasión y mi profesión. También he sido entrenador de varios deportes. Este año cumplo diez años viajando por Europa con Avenida, exceptuando alguno que no he ido por alguna circunstancia. He visto ciudades que en la vida iba a conocer, pabellones que sólo había visto en la TV, he conocido a la madre de Petrovic, que nos habló de su hijo... También he sido entrenador de varios deportes.
—¿De cualés?
He entrenado en categoría regional de Castilla y León de fútbol. En baloncesto estuve ayudando a Alberto Miranda [actual entrenador de Perfumerías Avenida] con las cadetes del club. Fue un año inolvidable porque fuimos terceras de España ganando a Gran Canaria y poniéndoselo muy difícil al Mataró de Anna Carbó y Berta Sinyol.
—Carbó tiene un carácter indestructible. Tiene ADN para jugar en Avenida y en cualquier equipo.
Me temo que igual es un pelín tarde para que venga a Salamanca. Se le ve muy arraigada en Girona, pero sí que debe haber estado cerca de Avenida, sobre todo durante sus primeros años en Liga Femenina. A Anna Carbó la he recomendado varias veces: la vi jugar desde pequeña, sabía de su gen competitivo y de su calidad. Me hubiera encantado verla en Salamanca.
—¿A Perfumerías Avenida le ha beneficiado que la UD Salamanca [ya desaparecida] no estuviese en Primera?
Cuando Avenida empezó a ganar títulos aumentó la afluencia de público al pabellón, pero cuando coincidía su partido con el de la UD Salamanca apenas se notaba en Würzburg. La temporada 1995-1996 se ganó al Canoe en una semifinal mítica en Pabellón de la Alamedilla y a la final contra el Costa Naranja fueron casi 3.000 personas. No había sitio ni en las escaleras. La afición del Avenida es muy fiel. Aunque sea el típico sábado con sol y la gente se haya ido al campo a comer la tortilla, 2.500 personas no fallarán, por más que el rival sea el menos atractivo.
El entrevistado trabajando antes de la final. Foto: Toni Delgado. |
—Y luego está la Peña La Ranita, que lleva la ranita a todas partes. Son muy cachondos.
Ya que eres tú, y te conozco desde hace tiempo, te voy a hacer una confesión… Yo soy uno de los cuatro fundadores de La Ranita.
—Ah, ¿sí?
No había ni empezado el periodismo y nos juntamos varios conocidos del CBS, del equipo masculino. Empezamos a seguir al Halcón Viajes, y formamos La Ranita, buscamos las camisetas... Pero poco después empecé un poco en serio con el periodismo y tuve que dejar de animar y ponerme a escribir.
—Tuviste que quitarte la bufanda y esconderla.
Si haces una cosa, no puedas hacer la otra. Aunque cuando gana Avenida y he terminado mi trabajo, disfruto como el que más.
—Pero durante el partido se te puede escapar algo, ¿no?
Los primeros años reconozco que era un poco hooligan y quizás se me escapaba algún gesto. Es algo que creo he medido bastante con los años. Por estar tan centrado en el trabajo, la Euroliga no la disfruté tanto... Ese día teníamos una burrada de páginas en el periódico y no lo disfruté hasta que llegamos a Salamanca. Fue cuando pensé “Joder, lo que han hecho estas tías”. La adrenalina de tener que entregar fotos y páginas te impide vivirlo como en la grada, donde pegarías botes y animarías.
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