Cronómetro de Récords entrevista a la ala-pívot del Barça CBS
Lola Pendande tras la entrevista. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. |
Toni Delgado / Sant Feliu de Llobregat
Lola Pendande (El Ejido, Almería, 2000), ala-pívot del Barça CBS, me pregunta si sé qué le repetía su primer entrenador.
Ni idea, claro.
—"¿Pero tú dónde estabas escondida? Podrías ser mejor de lo que eres", me decía.
En su segundo año como jugadora y en su primer club, el CD Roquetas, se planteó la retirada. No progresaba como quería. Llegaba a casa y se ponía a llorar. La conversación con su madre, Rosa Mendes, se repetía en bucle.
—¿Qué te pasa, hija?
—Quiero dejar el baloncesto.
—Lola, no lo hagas. No te rindas. Acabas de empezar. Hazme el favor de comprobar si, de verdad, éste es tu deporte.
Lola Pendande lo revive con los ojos y las palabras. Tiene una bolsa con hielos en la pierna —arrastra una lesión desde hace unas semanas y no está al 100%— y acaba de vencer al AE Boet Mataró con su Barça CBS (68-56): "En aquellos tiempos quería mejorar muy rápido y mucha gente me decía que había empezado a jugar tarde al baloncesto. Me sentí frustrada hasta que me di cuenta de que las cosas se logran poco a poco". La entrevistada es sensible, divertida y tiene los pies en el suelo. Y duda, como todo el mundo.
—¿Fue tu madre quien te enseñó a tener paciencia?
¡Sí! Ah, que me emociono... [Hace una pausa, mira hacia el techo del Palau Municipal d'Esports Juan Carlos Navarro y coge aire]. Me enfado mucho con ella, pero la quiero muchísimo. Siempre me ha dicho que trabaje, que yo puedo. Que creía que éste sería mi deporte... Y que no me olvide de los estudios.
—Tenéis momentos brillantes y otros en los que os falta la concentración.
Tienes razón. Sobre todo al final del partido no hemos estado 100% concentradas y han rebajado la diferencia. Las sensaciones, eso sí, son muy positivas. Teníamos muchas ganas de vencer al AE Boet Mataró, que nos superó en la primera vuelta. A pesar de los altibajos, lo dimos todo para conseguirlo.
—¿Cómo está creciendo el Barça CBS?
Creo que hemos mejorado mucho el ritmo de los partidos, jugamos mucho en equipo y con más cabeza. Necesitábamos tiempo porque somos un grupo joven y nuevo.
—"Lo que le falta de técnica lo suple con fortaleza física", me cuenta Domingo Díaz, que te dirigió en el CB Islas Canarias.
Estoy muy de acuerdo con él. Domingo Díaz es un gran entrenador que me ha enseñado muchísimo. Me ayudó a ser más fuerte mentalmente. Mi juego, básicamente, es físico e intento sacar el máximo provecho de él para ayudar al equipo.
—Practicaste atletismo.
Sólo corría 100 o 40 metros.
—¿Te acuerdas de tus marcas?
No. Tenía 11 años y no me lo tomaba muy en serio, por más que participase en algún campeonato. He aprovechado mi físico para hacer deporte y he acabado jugando al baloncesto.
—Empezaste en este deporte gracias a tu prima Elena. ¿Qué es lo que más te costó al principio?
Creo que sacar provecho de mí y mejorar mis habilidades para intentar ayudar al grupo.
—¿Cuándo descubriste tu potencial?
Fue en un campeonato cadete de selecciones andaluzas. Hice un buen torneo y esas Navidades me llamó la preselección sub 16. "Bueno, tan mal no estoy", me dije. [Risas]. Me di cuenta de que, si mejoraba, podía intentar dedicarme a este deporte. Es algo que siempre me repetía Domingo Díaz: "Lola, tú podrías ganarte la vida con el baloncesto". En el CB Islas Canarias fue cuando empecé a esforzarme al máximo.
—"Cumplió las expectativas en el júnior y en el sénior le faltó confianza en sí misma para jugar más minutos", sigue Domingo Díaz.
Tal cual. Era joven... Bueno, sigo siendo joven. [Risas].
—Lola, los y las deportistas vivís tantas cosas en tan poco tiempo que parece que tengáis el doble de edad.
¡Sí! Imagínate, con 16 años estaba en un equipo de Liga Femenina con compañeras muy superiores y con muchísima más experiencia. Me encantaba entrenarme con ellas porque me hacían mejorar, pero no me veía capaz de jugar en Liga Femenina.
—Te comprometiste con el CB Islas Canarias, pero acabaste en Estados Unidos.
Les sentó muy mal porque yo era como su niña mimada. Me dieron todo cuanto necesité y puede que sí que creyesen que iba a continuar. De hecho, pensé en hacerlo, pero después me di cuenta de que entrenando con el júnior y el sénior le estaba dedicando más tiempo al deporte que a los estudios. Viajaba con el sénior y, a veces, perdía días de clase. Suspendí un montón de asignaturas en el primer trimestre y me dejé la piel para pasar limpia. Me fui a Estados Unidos para poder estudiar más. Siempre le estaré agradecida a Domingo Díaz, a Begoña Santana y al club. Querían, como yo, que explotara al máximo.
—¿Cómo fue tu proceso vital y deportivo en Ribet Academy?
Al principio lo pasé bastante mal por el idioma. Me costó mucho aprenderlo porque el acento allí es muy cerrado. Aquí aprendemos el inglés británico, muy diferente. Me esmeré para que no me quedasen asignaturas y poder concentrarme. Una vez que ya me hice al idioma, me sentí mucho más cómoda.
—Fuiste una de las premiadas con el John R. Wooden Award en 2018 .
Me pilló muy, muy por sorpresa. Estaba en casa de mi familia de acogida, que eran los dueños del colegio. Allí vivían también otras compañeras de equipo. En la cena me dijeron: "Lola, has ganado un premio". Y yo: "¿Qué premio?". [Risas]. Me habían otorgado algunos tras algunos partidos. Y ellos: "No entiendes la importancia de este premio". Y yo: "Claro, si no me lo explicáis...". "Es muy importante, vas a salir en la tele, te harás famosa... Tendremos que ir a comprar ropa para que estés súper guapa...". Y yo: "Tampoco será para tanto...". Luego me puse a buscar qué significaba ese premio y vi lo habían ganado Maya Moore, Candance Parker... ¡Me pareció muy fuerte!
—¿Y cómo fue la gala?
Un recuerdo para siempre. En el evento había jugadores de la NBA, estaba Shaquille O'Neal... Estaba agradecida y súper contenta por haberlo ganado. También por demostrar que las jugadoras de Europa sabemos jugar. Si supieras las veces que me aseguraban lo contrario y que no tenemos ni físico ni cualidades tácticas y técnicas... Así que les repetía: "¡Mira cómo jugamos las europeas!".
—Quédate con una imagen, una escena, un abrazo, un grito o un lloriqueo del Europeo sub 20 de Sopron.
¡Los cuartos de final contra Francia! El entrenador me acababa de cambiar y, a falta de 16,7 segundos, me comentó: "¡Lola, Lola, sal a coger el rebote!". ¿Pero qué rebote? La jugadora francesa falló el tiro libre, me hice con la pelota, se la pasé a Aina Ayuso e Iris Junio remató la faena con una jugada espléndida. Fue muy, muy emotivo. Lloré muchísimo. Teníamos la final al alcance de nuestras manos y por un camino más sencillo. ¡Ganamos el oro!
—La directora deportiva del CD Roquetas te quiere mucho. ¡Desireé López! Era como su niña bonita. "Tienes que estudiar, Lolita, que ya sabemos que una lesión te puede jugar una mala pasada". Es como una segunda madre. Siempre que vuelvo a casa, paso un buen rato con ella.
—"Es lista, no es de esas jugadoras que intenta hacer más cosas de las que sabe", escribió sobre ti en 2017 Víctor Belinchón en Kia en Zona.
Sigue siendo así. Me da miedo hacer cosas que no tengo muy bien entrenadas. Con Isaac [Fernández, su entrenador en el Barça CBS], uno de los mejores técnicos que he tenido, siempre entreno por las mañanas y me enseña aspectos nuevos. Siempre me insiste en que las haga por la tarde. Mi respuesta se repite: "Es que no puedo...". Me da miedo perder el balón, dar un pase mal, hacer pasos... Más que lista, tengo miedo al error y a provocarlo en el equipo.
—En una entrevista de Andrés Weiss, de Solobasket, a Raquel Carrera cuenta que os llevabais muy bien, pero que "cuando nos enfrentamos, nos podemos duras y luego igual estamos enfadadas unos días".
¡Raquel lo ha exagerado! Yo me pico mucho jugando. Soy muy competitiva. Somos muy amigas. Jugar contra ella es un reto para mí porque es muy buena jugadora, de mi altura y nos comparan continuamente. Siempre he pensado que está por encima de mí tácticamente. Es una gran compañera y jugadora de la que aprendo mucho.
—"¿Qué somos? ¡Bombillas! ¿Qué hemos hecho? Confiar, luchar, matar y ganar!" fue vuestra canción en el Europeo sub 16 de 2016. Ganasteis el oro.
En cada campeonato tenemos una letra. Ese torneo fue uno de los mejores. Isaac Fernández [ayudante de Mario López junto a Anna Montañana] nos dijo que éramos bombillas y que brillábamos. Aprovechamos su idea para la canción.
—¿Isaac Fernández, que ahora te dirige en el Barça CBS, es un segundo padre para ti?
Sí. De hecho, aquí es mi padre adoptivo. Me cuida muchísimo y me regaña cuando tiene que hacerlo... Bueno... Más de la cuenta. [Risas]. Respeto y quiero mucho a Isaac, que me ayuda un montón.
—Te hago la foto, pero, por favor, hazle caso a Isaac y repite las cosas de la mañana por la tarde y en los partidos.
¡Vale, vale! [Risas].
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