miércoles, 13 de febrero de 2019

Helena López: "No tengo demasiados miedos"

Cronómetro de Récords entrevista a la escolta del Bàsquet Femení Sant Adrià

Helena López y sus compañeras durante el viaje en autocar a Valencia. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

Toni Delgado / Sant Adrià de Besòs

Me aseguran que Helena López (Barcelona, 1996) es muy tímida. Cualquiera lo diría viendo a la escolta del Bàsquet Femení Sant Adrià en la pista, donde se come el parquet, a las rivales, a las compañeras y a sí misma. Ni mucho menos lo parece mientras conversa con Cronómetro de Récords nada más subirse al autocar. A las siete de la tarde les espera el Valencia Basket en la Fonteta. Helena López es espontánea y risueña, y es probable que las excusas le saquen de sus casillas. Tiene una humildad infinita y cumple con sus promesas, como comprobaréis casi al final de la conversación.

—¿Qué sueles hacer en estos viajes? ¿Dormir? ¿Montar jaleo? 
—Bueno, normalmente ponemos música en el altavoz y, a partir de ahí, dormimos o cantamos. Depende del momento.  

En el viaje de ida a Valencia las jugadoras, sobre todo, cantan. DJ [Helena] López ofrece un repertorio completo: Yo quiero bailar, La Gozadera, La Mayonesa, Ella Elle L'a, La camisa negra,  Torero, Aquí no hay playa, Dos hombres y un destino, La flaca, Caminando por la vida, Big bang, A dios le pido, La cintura... Alguna jugadora menciona a Fórmula Abierta, pero desgraciadamente no suena su éxito Te quiero más, muy habitual el curso pasado en el Marina Besòs.  

Con calma, de Daddy Yankee, es la última canción que Helena López ha incorporado a su repertorio: "Le encanta a Laura Peña". Ella se decide por La despedida, también del tal Daddy Yankee: "No pongo demasiadas en inglés porque no las entiendo y no las puedo cantar".   

—¿Tienes algún ritual antes de los partidos? 
No. No soy demasiado maniática y tampoco me pongo nerviosa.  

—Le pregunté a Cala [Sergi Calatayud] quién ganaría en un duelo entre tú y él animando con el bombo en el Marina Besòs y asegura que "estaría muy ajustado".  
Hombre, creo que me superaría el Cala. [Se ríe].  

—"Helena López nunca da su 20%, sino que ofrece el 200%. Eso hace que un Marina lleno coree su nombre sin parar. Si mete un triple, ya ni te explico cómo reacciona la grada", describe Cala. Tu actitud te conecta con la grada.  
Llevo muchos años en el Bàsquet Femení Sant Adrià y gran parte del público sabe quién soy. Me han visto crecer. Uno de mis puntos fuertes es que siempre voy al máximo. Intento ayudar al equipo y la grada también me apoya.   

—¿Recuerdas la última vez que renunciaste a algo porque no te veías capaz de hacerlo y te venció una excusa? 
No... No sabría decirte. 

—Jordi Vizcaíno te define como una jugadora "impagable", sobre todo por lo que das dentro y fuera de la pista: "Cuando la cambiábamos, aplaudía y se dejaba la garganta en el banquillo aunque no pudiese ni respirar".  
Quiero sumar siempre al equipo. Esté donde esté.  

—"Lo esencial es invisible a los ojos", defiende Antoine de Saint-Exupéry en El Principito. Tu trabajo muchas veces es invisible para las estadísticas.  
A mí las estadísticas no me importan demasiado. Si ganamos, me es indiferente hacer una valoración negativa.  

—¿Qué es ser lila
Ahora somos un club profesional, pero siempre hemos sido una familia. En el Bàsquet Femení Sant Adrià te sientes muy acogida y todo el mundo está por ti, incluso te arropan cuando tienes problemas personales. Creo que esa forma de actuar le hace diferente al resto.  Quieren que todas las jugadoras, desde premini al primer equipo, estén cómodas. Nos tratan igual a todas.  

—¿Te acuerdas de tu primer entrenamiento en el club?  
Entré en el mini de primer año y el primer entrenamiento lo hice en un lateral del Marina. Las jugadoras y la junta me acogieron muy bien. Se preocupaban por cómo estaba. ¡No conocía a nadie, pero ellos y ellas sí! En el Bàsquet Femení Sant Adrià te arropan desde el principio. 

—¿Te sentiste importante por primera vez?
Sí. Yo venía del club del barrio, en el que ibas, jugabas y ya está. Aquí, en el Bàsquet Femení Sant Adrià, hay un sentimiento de pertenencia.  

—¿Ayudas a Bachi [Víctor Ciavattini] con las dinámicas de grupo y le das ideas para los materiales? 
Bachi tiene suficiente imaginación para apañárselas solo. [Risas]. El otro día nos trajo unas cartulinas y por equipos tuvimos que trasportar la pelota con las cartulinas hasta la mitad de la pista. Ganaba quien acabase antes. Siempre se inventa cosas nuevas para unirnos más como equipo.  

—¿Qué has estudiado? 
Ingeniería biomédica. He encontrado faena: el día 18 empiezo en una farmacéutica. A ver cómo va. 

—Por tu actitud en la pista, me recuerdas a Isa Sánchez, Anna Carbó y Marta Xargay.  
Hombre, vaya tres... Por actitud sí, pero creo que ellas tienen más talento, eh. [Risas]. 

—Ante el CB Bembibre nada más salir, a los dos segundos, provocaste una falta personal. Reclamaste antideportiva. 
Bueno... Eso es un poco de suerte. La falta la hacen otras.  

—¿A quién le pediste tu primer autógrafo? 
Diría que fue a jugadores del RCD Espanyol porque antes jugaba al fútbol en ese club. Sería en 2003 o 2004. Tenía siete u ocho años. Soy muy perica.  

—¿Cuál es tu jugador favorito actual?
No lo sigo demasiado... [Risas]. Antes me gustaba mucho Iván de la Peña.  

—¿Recuerdas cuándo y dónde firmaste tu primer autógrafo? 
Creo que fue en un campeonato de Catalunya cadete que ganamos. Una niña vino con una libreta y nos pidió que se la firmásemos. ¡No nos conocía nadie y ella tenía nuestros nombres apuntados en las hojas...! Me impactó. No me lo esperaba. Me hizo mucha ilusión.  

—Tras el partido contra el CB Bembibre firmasteis muchos cromos de la plantilla. 
El club siempre tiene iniciativas para enganchar a más personas y que cada vez venga más gente al Marina. Fue duro firmar autógrafos después de perder un partido importante, pero estamos encantadas de hacerlo. Es gratificante. La afición nos hace sentirnos importantes.  

—Debe de ser complicado sonreír en las fotos con el público tras una derrota. Tenéis que cambiar rápido el chip.
Vienen con toda la ilusión del mundo. Hay que ponerse en su piel porque nosotras también estuvimos al otro lado. Tienes que sacar una sonrisa de donde sea. 

—En 2006, cuando llegaste al Bàsquet Femení Sant Adrià, el club no había ganado ningún campeonato de España ni de Catalunya. ¿Cómo es ir creciendo con una entidad que se ha convertido en una referencia? 
Lo mejor es que esa ilusión por ganar permanece. Crecer con el club ha hecho que todavía valoremos más dónde estamos ahora. El equipo disputa la Liga Día porque nos lo ganamos en la pista. A veces eso nos da un plus de intensidad.  

—Marta Claret tiene muy presente una imagen: la de vosotras alzando "hacia el cielo de León" a Jordi Vizcaíno tras lograr el ascenso a Liga Día.  
Es imborrable. Llevábamos muchos años intentándolo: en el primer año en Liga Femenina 2 nos quedamos a las puertas de la fase de ascenso, el segundo perdimos la final y a la tercera logramos subir. Sabíamos que Jordi no seguiría la temporada siguiente y quisimos agradecerle todo lo que nos había dado. Resultó un momento precioso.  

—¿Fue una motivación extra para vosotras que Jordi Vizcaíno no siguiera?
Seguramente sí. Queríamos acabar el ciclo de la mejor manera. 

—Él asegura que fuiste la jugadora "franquicia" de la fase de ascenso: "Helena López estuvo a un nivel muy alto, seguramente por la despreocupación de otros equipos, que no la veían tan importante".  
Antes de la fase de ascenso Jordi me lo había dicho: "Ahora no te estoy poniendo mucho. Así los rivales en la fase no te tendrán demasiado presente y lo harás bien". Jordi tenía razón, aunque yo entonces quería jugar más. [Risas]. Defendí muy bien y me entraron los tiros.   

—Jordi Vizcaíno asegura que el equipo sabía que subiría.  
En aquel grupo estábamos todas un poco locas. ¡Nos daban un fin de semana libre y queríamos seguir entrenándonos! Íbamos todas a una y teníamos claro que el objetivo era ascender. Éramos conscientes de que lo conseguiríamos, pero cuando lo logramos nos costó darnos cuenta de la que habíamos liado. Seguro que éramos el club con menos presupuesto de la fase de ascenso.   

—Después de vivir tantas situaciones límite con las compañeras, supongo que se establecen vínculos irrompibles incluso con las que tienes menos relación.  
Las jugadoras del equipo del ascenso a Liga Día hemos conservado el vínculo. De hecho, la semana pasada fuimos a comer unas cuantas. Cada día vienen unas diferentes, pero siempre se lo decimos a todas. Eso, en un equipo del nivel de Liga Femenina 2, es muy difícil que pase.  

—¿Eras muy traviesa de pequeña?
Bueno... Un poco. [Se ríe].  

—¿Tenías malas ideas?
No tantas. Era muy movida y me encantaba estar jugando al fútbol o al baloncesto. Pero tampoco era de hacer trastadas.  

—¿Te costaba un poco concentrarte?
No. A mis padres les decían que era hiperactiva y ellos aseguraban que no era así. Simplemente no paraba quieta en el parque. En casa me concentraba con facilidad. Pintando o con lo que fuera. 

—¿Te cuesta mucho desconectar después de un partido? 
Le doy bastantes vueltas a la cabeza e intento encontrar soluciones... Pero también trato de ir a comer o a cenar con alguien para desconectar un poco del baloncesto.  

—¿Hasta qué punto crees que es importante el humor en un equipo?
Creo que el humor hace que el equipo tenga más cohesión y rebaja los momentos de tensión.  

—¿Tú contribuyes a que haya más humor?
Sí, soy bastante bromista. [Se ríe]. 

—¿Te gusta el karaoke?
Sí, pero canto un poco mal... 

—Pero ésa es la condición para ir... [Risas]. Por cierto, le pregunté Jordi Vizcaíno si, por tu ímpetu, hay que frenarte un poco a veces: "Helena López, cuando decide algo, es porque está 100% convencida".  
Hago lo que creo que toca. ¿Que a veces me confundo? Normal, como todo el mundo. El cuerpo técnico siempre nos repite lo mismo: "No dudéis, haced las cosas convencidas y os equivocaréis menos".  

—Esta entrevista saldrá después de vuestro partido contra el Valencia Basket, pero si te animas a hacer un pronóstico... 
Creo que les daremos guerra, que sufrirán y perderán por 59-66. 

—¿La MVP?
¡Helena López! [Y cumplió con su mejor partido de la temporada y siendo la mejor de su equipo con 15 puntos, 3/4 en tiros de dos, 3/3 en triples, cinco rebotes... 18 de valoración. El Bàsquet Femení Sant Adrià perdió ante el Valencia Basket por 72-60, pero peleó la victoria hasta casi el final].

—¿Que le dirías a las niñas que te admiran y están empezando a jugar al baloncesto?  
No necesitas tener más talento ni mejor físico que nadie. Basta con que te lo dejes todo en la pista. Con esa premisa, las cosas te irán saliendo en los entrenamientos y en los partidos.  

—"Helena López le pone el cuerpo a cada acción. No tiene miedo. Siempre le digo que venga a enseñarle a las peques. El baloncesto es un deporte de contacto y ella lo tiene muy claro", te define Víctor Ciavattini.  
¡Sí! Bachi siempre me dice que me gusta el contacto. Soy una jugadora que no lo evita. No me importa chocarme con quien sea y que pase lo que pase. 

—¿El miedo te da risa?
Sí. No tengo demasiados miedos. 

—"En la situación en la que estamos, necesitamos que todas sean un poco más Helena en defensa...", bromea Víctor Ciavattini. 
Creo que tenemos que dar un paso más en defensa para poder sumar más en ataque. Es mi punto fuerte e intento contagiar esa energía al equipo.  

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