domingo, 5 de mayo de 2019

Cristina Pujol: "Poco a poco, sin lesiones y con minutos, Ariadna Pujol cogerá confianza y se saldrá porque es buenísima"

Cronómetro de Récords entrevista a la alero del Club Basket Almeda

Cristina Pujol tras el partido. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

Toni Delgado / Cornellà

Cristina Pujol (Barcelona, 1995) me hace un gesto con la mano derecha. Es una pregunta silenciosa: "¿Me ducho y vuelvo?". La alero del Club Basket Almeda está esperando a que acabe de entrevistar a Carla Grau, del Bàsquet Femení Sant Adrià. Tiene carisma y es directa y sincera.
   
—Carla Grau te acaba de definir como una líder. 
Supongo que cada persona tiene una imagen de las rivales. Creo que Carla es una líder para el Bàsquet Femení Sant Adrià. No sé si yo me definiría como tal, pero al menos intento ayudar a mis compañeras y dar ejemplo. Si eso es ser una líder, lo soy.   

—"Quien lidere, además de emocionar al grupo, tiene que saber adaptarse a él", defiende Ángel Fernández, exentrenador del Al-Qázeres. ¿Cumples esos dos requisitos? 
El de adaptarme al grupo... Seguro. Emocionar a mis compañeras... [Risas]. Quizás cuando salimos de fiesta o en algún baile. Emocionar es más difícil porque cada una vive el baloncesto a su manera. Sí que trato de transmitir intensidad, energía positiva y solidaridad.    

—"Suelo levantarme boca abajo: con la cabeza en los pies de la cama y los pies, en el cojín", explicas en tu descripción en Twitter. ¿Es una metáfora de que eres muy inquieta y movida?
No, es literal. Desde los dos o tres años me despierto en algún momento de la noche y me doy la vuelta. Ya hace mucho tiempo que me pongo un cojín debajo de los pies para estar preparada. Pues puede también funcione como metáfora... Porque realmente me mueven y me gustan muchas cosas. 

—Como la filosofía, la política y la economía. 
Es la carrera que estudié. Quería cursar unos estudios transversales.  

—¿Del baloncesto también te atraen muchos detalles?
Creo que sí. Quien me ha entrenado me define como una jugadora polivalente. Desde pequeña he jugado de base, cuatro, cinco... 

—"En los momentos calientes siempre aparece con su mano", comentó sobre ti César Aneas cuando fichaste por el Estudiantes. ¿Esto se mantiene?
Sí. César me animó a tirar cuando fuese un buen lanzamiento y una decisión acertada, independientemente de las estadísticas. Cuando te transmiten esa confianza, das mucho más de ti.   

—¿En la UE Mataró César Aneas ya era tan activo e intenso que ahora?
¡Más, más!

—¿Todavía más? ¡Parece un capitán o un general!
Creo que, con los años, César se ha ido relajando. Mira lo que te digo. Creo que es el entrenador más intenso que he tenido nunca. Es muy bueno. Si en los partidos lo ves así, tendrías que seguirlo en los entrenamientos... 

—¿Ariadna Pujol siempre ha sido tan alegre?
¡Sí! Está como una cabra. Es muy buena amiga. Siempre ha sido muy alegre y divertida. ¡Es muy feliz siempre!

—En una retransmisión comentaron que en la UE Mataró Ariadna Pujol lanzaba triples desde nueve u ocho metros. Tenía mucha confianza en esos tiros, aunque fuesen imposibles. 
Es así. De hecho, ganamos un campeonato de Catalunya en Tortosa. Éramos cadetes y subíamos con el júnior, y Ari se jugó un triple de nueve metros en el último segundo y lo metió. Tiene mucha confianza y un tiro excelente.  

—Tuvo muy mala suerte lesionándose en el Open Day Liga Día de la temporada pasada. Si algún día iguala su confianza en defensa en ataque, cuidado con Ariadna Pujol... 
Y tanto. Este curso ha ido de menos a más. Creo que es muy difícil volver tras un año lesionada. Me sabía muy mal por ella porque es una gran amiga y sé cuánto le gusta el baloncesto. Poco a poco, sin lesiones y con minutos, Ari cogerá confianza y se saldrá porque es buenísima. No tengo dudas. La querría siempre en mi equipo. 

—Diría que Laia Flores también da mucho juego. 
Otra que tal... [Risas]. Jugamos muchos años en la UE Mataró. Con Ari iré a ver el Uni Girona-Perfumerías Avenida. Somos muy amigas, y con Laia también nos llevamos genial. También está como una cabra. Son diferentes. Ari es más descerebrada y Laia, más racional, pero también muy intensa. Las dos son muy divertidas. 

—¿Vas con el Uni Girona?
Y tanto. Es el equipo de casa y tiene una súper plantilla.  

—Estáis clasificadas para la Final a Cuatro de Igualada que da acceso a la fase de ascenso a Liga Femenina 2. ¿Qué virtudes tienen las rivales (Viladecans, GEiEG Uni Girona y Lleida)?
El Viladecans es muy completo y más ahora tras su último fichaje. El GEiEG es fiel a su esencia: súper fuerte, intenso... Cuando jugamos contra ellas, acabamos reventadas porque van al máximo, hay mucho contacto... El Lleida me ha sorprendido mucho. Es un recién ascendido y mira dónde está: tiene talento y chispa. Creo que son una piña.   

—¿Y el Club Basket Almeda?
Somos muy amigas y eso nos hace querernos mucho en la pista y ser muy solidarias. Tenemos mucho talento y contamos con el plus de contar con dos jugadoras que vienen de Liga Femenina 2, Lucía [Pablos] y Lara [Fernández]. El grupo es muy trabajador. Hablar de virtudes desde dentro es  difícil... Diría que somos una familia. 

—¿Eso os ayuda a gestionar mejor los errores?
Tal cual. Probablemente un equipo con menos talento y una gran relación entre sus miembros llegará más lejos que otro de más calidad, pero sin ese vínculo. Llevarte bien con las compañeras te permite conocerlas y conectar mejor con ellas en la pista.  

—Jugaste en el Estudiantes.
Pero sólo en pretemporada. Me fui a Madrid a estudiar y vi que me sería imposible jugar en Liga Femenina 2. Le comenté a Fito [González] que prefería dejarlo entonces que a media temporada. No tenía coche. 

—Me extrañaba porque no salías en la ficha del Estudiantes de aquella temporada y tampoco encontré que te lesionases.  ¿Cuánto tiempo estuviste sin jugar?
Aquel año jugué en la universidad. Cuando volví, fiché por el Club Basket Almeda. 

—El año pasado quedasteis segundas y podíais haber ocupado la plaza del Joventut Les Corts en liga Femenina 2, que acabó aprovechando el CBF Cerdanyola, peor clasificado. 
El club creyó que subir no era una buena idea porque era a última hora. Seguramente no habríamos tenido la opción de montar una plantilla buena para estar en Liga Femenina 2. Creo que fue una excelente decisión quedarnos otro año más en Copa. 

—¿Cómo celebrarías el ascenso?
¡Saliendo de fiesta con mis compañeras!

—¡Pero eso es muy clásico!
Es uno de los objetivos del equipo esta temporada. Poco a poco. Si se da la circunstancia, ya veremos qué hacemos.  

—Defíneme tu dinámica de tiro y la de tus rivales en el concurso de triples del All Star de Copa Catalunya. 
Todas las participantes tenemos buen tiro. Lo hice fatal porque no sé competir en estos concursos. Me gusta lanzar en competición. 

—¿Las series de tiro de los entrenamientos te aburren un poco?
No. Las hago muy concentrada. Me escogieron para el concurso de triples y lo di todo. Eso sí, estaba lesionada, fría... No tenía tacto de balón. Marina Portillo es una gran tiradora, igual que la ganadora, Nairin de la Torre, que también tiene muy buena mano. Anna Jòdar es otra crack, ganó el concurso dos años y disfruta mucho en un reto así. Lo prepara muy bien. Son una amenaza constante aunque estén lejos del aro. En Lleida Esther Sintes nos metió siete u ocho triples: es una máquina, mientras que Cristina Peña un cañón en la mano. Mar Ribera es muy buena. Para el scouting soy un poco mala, eh. 

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