sábado, 18 de febrero de 2012

Lorbek marca la pauta para un Barça que alcanza la final de su Copa venciendo al Caja Laboral (66-57)

Lorbek, a punto de lanzar ante Milko Bjelica - ACB Photo.

Por TONI DELGADO desde el Palau Sant Jordi de Barcelona

Juega con un ritmo musical, como si interpretase una partitura en una pista de baloncesto, como si estuviese sentado en un escenario y deleitara al público con su destreza con el piano. Tocarlo es una de sus pasiones, pero Erazem Lorbek (Ljubljana, Eslovenia, 1984) se gana la vida y emociona a los aficionados como baloncestista para suerte del Barça, en el que está viviendo su mejor temporada. El ala-pívot esloveno marcó la pauta en una semifinal contra el Caja Laboral escasa en puntos y sobrada de emoción, incertidumbre y emotividad, resuelta por los azulgrana por 66-57 con un parcial final de 18-5. Nunca desconectó del partido Lorbek, que aportó 26 puntos y rescató a su equipo en los momentos más peliagudos, al principio y al final, para llevar al Barça a la final de la Copa del Rey que se está disputando en el Palau Sant Jordi.

“Creo que con nosotros ha encontrado su madurez”, dijo, cuestionado por este periodista, Xavi Pascual: “Me parece un ejemplo para todos por su esfuerzo y trabajo. Es un chaval al que nadie le ha regalado nada en la vida. Desde pequeño se ha esforzado para ser el mejor”. Y lo fue en un día difícil para Navarro, el jugador franquicia que tuvo una actuación menor (0/9) y sólo pudo meter tres tiros libres. La Bomba fue el primer cambio de Pascual para intentar superar un comienzo gris de los azulgrana, sorprendidos y patidifusos, totalmente mudos, ante el comienzo de bombo y platillo de Lampe. Un jugador que hasta el jueves llevaba casi 250 días sin jugar un partido y que en tan sólo cuatro minutos había anotado ocho puntos sin fallo y le había hecho un traje a Ndong (4-12). El resto de puntos del Caja Laboral eran de San Emeterio, obtuso ante el Lagun Aro y en su línea habitual ante el Barça, contra el que hace dos temporadas metió su dos más uno más recordado y que valió una Liga.

Rabaseda culmina la remontada

Mejoró el Barça al ritmo de Lorbek y la electricidad de Huertas y Rabaseda sobre la bocina puso el broche a la remontada para cerrar un primer cuarto con dos partes para cada equipo (19-18). Fue entonces cuando, reunidos los técnicos con los jugadores, uno de los patrocinadores mezcló en la pantalla del Sant Jordi a los hermanos Gasol con una parte de la grada. Una voz de off animaba a Pau y Marc y al público a hacer la ola. Una demostración más de que la imaginación de los creativos no tiene límites como también sucede con los malos momentos de Wallace, que en 16 segundos se cargó con dos personales. Apenas llevaba un minuto en pista y eso fue lo que descansó Lorbek, que volvió igual de entonado que antes y dispuesto a sacar las castañas del fuego a su equipo. Tan entregado como Vázquez, que no se acongojó después de haberse resbalado en una acción que finalizó Milko Bjelica machacando a placer, sino que replicó en la jugada siguiente con otro mate. Mientras, Teletovic empezaba a anotar y Sada, a ser omnipresente: dirigía, saltaba y anotaba. Es un jugador todo corazón y capaz de la ocurrencia más inverosímil. Su valor es incalculable. 

Tampoco tiene precio la conexión de Prigioni -ya es quien ha recuperado más balones en la historia de la Copa, 45, superando a Villacampa- con sus pívots. Célebre resultó su entendimiento con Scola o Splitter y lo sigue siendo con Teletovic y Milko Bjelica, la pareja responsable de otro arreón de los vitorianos antes de que los azulgrana se marchasen al descanso con otra canasta al límite, esta vez de Eidson. La primera del ex jugador del Maccabi en todo el torneo.

Duelo de cuatros

Lorbek continuó a lo suyo, a un nivel exquisito y asumiendo las responsabilidades en ataque ante su defensor, Teletovic. Era un duelo fantástico entre dos de los mejores 4 de Europa. Ivanovic sólo pudo para un Lorbek desatado pidiendo un oportuno tiempo muerto que calmó al Caja Laboral, dirigido por Heurtel y apuntalado por Ribas, Teletovic y el renacido Lampe. “¡Madre mía! ¿De dónde ha salido Lampe?”, se preguntaba un compañero de tribuna de prensa, locutor para más señas.

No se destemplaron los azulgrana en un epílogo tan dramático y exigente. No les faltó Lorbek, suelto en los momentos calientes, y volvieron a aparecer Eidson y Mickeal, bastante inédito hasta entonces por las personales y capital en el tramo final, en el que los anfitriones se zamparon al conjunto de Dusko Ivanovic con una defensa ejemplar. Para muestra: el tapón por detrás de Mickeal a San Emeterio cuando éste intentaba lanzar un triple. Y para clave otra jugada del 33 azulgrana: rebote ofensivo para un dos más uno. 

Se nubló -”nos faltó la paciencia que habíamos tenido antes”, reconoció Ivanovic- el Caja Laboral insistiendo con los triples. Hasta siete lanzó en el último cuarto y sólo acertó con uno de Nemanja Bjelica, taponado por Ndong en otra acción espectacular. Ese triple fue una de las dos canastas de los vitorianos en el período final (18-5). En otro ejercicio de talento de Lorbek, un baloncestista que traspasa su música a las pistas de baloncesto.
 
BARÇA 66 (19+15+14+18): Huertas (2), Mickeal (5), Eidson (7), Lorbek (26) y Ndong (8) -quinteto inicial-, Navarro (3), Vázquez (8), Rabaseda (2), Sada (5), Wallace e Ingles. CAJA LABORAL 57 (18+15+19+5): Prigioni (-), Oleson (2), San Emeterio (12), Teletovic (15) y Lampe (10) -quinteto inicial-, Ribas (2), M. Bjelica (9), N. Bjelica (3), Walsh (2) y Heurtel (2). Árbitros: Hierrezuelo, Redondo, Conde. Sin eliminados. Incidencias: Asistieron al encuentro 14.700 espectadores en la primera semifinal de la Copa del Rey disputado en el Palau Sant Jordi de Barcelona.

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