Djokovic y Nadal posan con sus trofeos ante Manolo Santana, director del torneo -EFE. |
Ha cambiado en mentalidad, actitud y convicción ante los momentos más peliagudos e incluso ha modificado su dieta, ahora sin gluten, por recomendación de su nutricionista. Hace meses que Novak Djokovic (Belgrado, 1987) es un tenista nuevo, desde su victoria en la Copa Davis con Serbia no ha perdido ni un partido y le ha ganado tres finales a Rafa Nadal: Indian Wells, Miami y ahora Madrid. En la Caja Mágica Djokovic logró la victoria que tanto ansiaba: vencer al número uno en tierra batida, algo que no había podido hacer en los nueve partidos entre ambos y que logró en el Másters de Madrid por 5-7 y 4-6 para romper la racha de 37 encuentros consecutivos ganados en arcilla de Nadal y proseguir con la propia: 34, de ellas 32 en este 2011 en el que permanece invicto, suma seis títulos y amenaza el número uno.
Preguntado por el asunto, Nadal ya ha dicho que le haría ilusión que sus duelos con Djokovic pasen ahora a ser los más interesantes. El problema es si encuentra en el serbio lo que Roger Federer con él: un rival respondón. Para muestra, la actuación de Djokovic en Madrid, donde llevó casi siempre el peso del partido y se plantó con 0-4 en el primer set. Ante cualquier otro la primera manga se hubiese resuelto poco después a su favor, pero Nadal logró empatar a cinco juegos tras llevarse el décimo, el más largo del encuentro con casi un cuarto de hora de duración y en el que el serbio dipuso de tres pelotas de set. El balear jugaba desde el fondo, había retrocedido unos metros, señal de entereza y seguridad. Pero Djokovic no se destempló y se llevó en blanco los dos juegos siguientes.
Golpes prodigiosos
Golpes prodigiosos
El amago de remontada reanimó a Nadal, capaz de hacer golpes prodigiosos, como uno de espaldas y por debajo de las piernas qconvirtió en un globo ante la desesperación de Djokovic, que le torturaba a base de reveses cruzados. Nadal se sacó un par de aces puntuales para empatar el segundo set a dos y a cutro, pero de nuevo el serbio supo concluir rápido la manga en su segunda pelota de partido.
En Roma podrían verse las caras de nuevo, pero el gran reto de Dkojovic es vencerle en la arcilla de Roland Garros. Hasta ahora sólo Robin Soderling lo ha logrado. Fue en octavos de final de la edición de 2009. Desde entonces Nadal no perdía en tierra batida y se ha topado con un rival transformado y reforzado que amenaza su reinado. "El número uno no peligra", zanjó Nadal. "La victoria es especial, pero Rafa sigue siendo el favorito en París", sentenció Djokovic.
En Roma podrían verse las caras de nuevo, pero el gran reto de Dkojovic es vencerle en la arcilla de Roland Garros. Hasta ahora sólo Robin Soderling lo ha logrado. Fue en octavos de final de la edición de 2009. Desde entonces Nadal no perdía en tierra batida y se ha topado con un rival transformado y reforzado que amenaza su reinado. "El número uno no peligra", zanjó Nadal. "La victoria es especial, pero Rafa sigue siendo el favorito en París", sentenció Djokovic.
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