Definitivamente, ha sido un invierno provechoso para McLaren, que pretende ponerle las cosas difíciles a Red Bull como demostró en la calificación con la pole de Lewis Hamilton y en la carrera con la 13ª victoria de Jenson Button (From, Reino Unido, 1980) en la prueba inaugural del Mundial de 2012 en Australia. En el circuito de Albert Park al británico -"hey, mom!", "¡hola mamá!" dijo dirigiéndose a las cámaras nada más bajarse del monoplaza- le bastó ser pícaro en la salida para superar por la derecha a su compañero Hamilton. Ya no tendría problemas Button para retener el primer puesto ni con la aparición del coche de seguridad en el tramo final tras el accidente de Petrov. El actual campeón, Sebastian Vettel, se coló entre los McLaren y fue segundo, mientras que Fernando Alonso exprimió al máximo al F2012 y pese a salir 12º pudo acabar quinto por detrás de Webber y por delante de Kobayashi.
Nunca tuvo una edición con tantos campeones el Mundial de Fórmula 1, hasta seis pilotos lo han logrado al menos una vez, y pocas veces se ha esmerado tanto la FIA (Federación Internacional del Automóvil) para dar con los ajustes precisos en la normativa, equilibrar las fuerzas entre los mejores e impedir, por tanto, monólogos como el de Vettel del curso pasado. Y ahí entra McLaren, que parece haber cuadrado un MP4-27 a la altura de las circunstancias después de protagonizar desafortunados inicios en las dos temporadas anteriores. “Las horas extra gastadas esta mañana han merecido la pena, porque sabemos que podemos hacer grandes cosas con este coche”, relató Button, que alcanzó su tercera victoria en el GP de Australia. Lo celebró su padre, John, con una bandera del Reino Unido repleta de dedicatorias y con un buen abrazo a la pareja de su hijo, la modelo Jessica Michibata.
La estrategia de Red Bull
Nunca tuvo una edición con tantos campeones el Mundial de Fórmula 1, hasta seis pilotos lo han logrado al menos una vez, y pocas veces se ha esmerado tanto la FIA (Federación Internacional del Automóvil) para dar con los ajustes precisos en la normativa, equilibrar las fuerzas entre los mejores e impedir, por tanto, monólogos como el de Vettel del curso pasado. Y ahí entra McLaren, que parece haber cuadrado un MP4-27 a la altura de las circunstancias después de protagonizar desafortunados inicios en las dos temporadas anteriores. “Las horas extra gastadas esta mañana han merecido la pena, porque sabemos que podemos hacer grandes cosas con este coche”, relató Button, que alcanzó su tercera victoria en el GP de Australia. Lo celebró su padre, John, con una bandera del Reino Unido repleta de dedicatorias y con un buen abrazo a la pareja de su hijo, la modelo Jessica Michibata.
La estrategia de Red Bull
“Button fue imbatible”, confesó Vettel, que pudo adelantar a Hamilton porque su equipo, como a Webber, le hizo pasar por boxes justo cuando apareció el coche de seguridad. Una de las nuevas normas es que los pilotos doblados deben ir apartándose hasta que todos los pilotos vayan en la posición que les pertocaría. Sólo entonces se va el coche de seguridad. Una exigencia que resultó todo un drama en un trazado en el que cuesta tanto adelantar o permitir hacerlo y que benefició, por tanto, a los Red Bull. Así Webber superó por la estrategia a Alonso, que había comparecido con otra salida brillante después de zamparse a cuatro rivales para colocarse octavo.
El bicampeón sufrió para mantener la quinta plaza y sólo respiró la verdad es que respiré al final “cuando miré por el retrovisor y no vi a Maldonado. Me dio pena por él, pero respiré un poco”. El piloto venezolano arruinó la carrera a Grosjean, que tuvo que abandonar una prueba que empezó como tercero, y pisó la línea y se salió del trazado en la última vuelta. Maldonado pasó de ser sexto a 13º. Séptimo fue Raikkonen en su retorno al Gran Circo después de dos años de aventuras en el Mundial de rallies. Otro campeón del mundo, Michael Schumacher, tuvo que retirarse -fue uno de los ocho que lo hicieron en Melbourne. El mismo desenlace que otro que estuvo a punto de serlo en 2008 y que siempre está en el punto de mira, Felipe Massa. El brasileño tuvo que dejarlo cuando ya rodaba lejos de los puntos y después de que su compatriota Bruno Senna le embistiera. A Felipinho le conviene mejorar pronto si no quiere ver amenazado su puesto en Ferrari.
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