Pedrosa levanta su trofeo de ganador en Sepang ante Lorenzo y Stoner. |
Había pulverizado el récord del circuito de Sepang en la calificación en seco con una pole para enmarcar y en la vuelta de reconocimiento se escapó del resto para correr el ritmo adecuado sobre mojado. Jorge Lorenzo quería empezar el GP de Malasia como un cohete para despegarse de Dani Pedrosa, al que cerró bien en la primera curva de una primera vuelta que cruzó con más de un segundo de ventaja. Resultó un espejismo, ya que el piloto de Honda redujo la diferencia, mínima en un trazado en remojo, y estudió a Lorenzo hasta adelantarle con una frenada antes del último giro previo a la recta de meta, y en dos vueltas ya le había sacado más de dos segundos. Perjudicado por haber escogido el compuesto más blando para el neumático trasero, sufría Lorenzo, que veía como por detrás se le acercaba Casey Stoner –tercero, finalmente–. A siete vueltas el piloto de Yamaha estuvo a punto de caerse. Le salvó su pierna izquierda justo antes de que se ondease la bandera roja y se suspendiese la carrera temporalmente. Dadas las pésimas condiciones, la organización decidió dar por concluida una prueba que supuso la sexta victoria -quinta en las últimas seis carreras- y tercera consecutiva en Moto GP de Pedrosa, que continúa recortándole puntos a Lorenzo y está a 23 a falta de 50 por disputarse: “Ganar mi primera carrera en agua es fantástico. Llevo toda mi vida luchando por esto”.
Crítico al límite con las prestaciones de su moto, Pedrosa danzó en Sepang y se estrenó como vencedor bajo la lluvia, con lo que ha roto otra barrera personal en una temporada en el que no cesa de superarse a sí mismo: “Siempre le tuve mucho miedo a correr, era pequeño y débil. Era como un gato en el agua”. Pero esta vez Pedrosa se sabía tan ganador y veía tan lejos a Lorenzo que se enfadó cuando se paró la carrera, pues estaba deseando que al menos su compañero Stoner le hiciese el favor de adelantar a su máximo rival en una carrera que estaba siendo caótica: Spies volvió a irse al suelo y se hizo daño en el hombro, Andrea Dovizioso perdió el control de su moto –el italiano pudo acabar último, 13º, pero cede el tercer puesto del Mundial al propio Stoner–, aunque la undécima vuelta se llevó fue casi irrepetibles: se cayeron casi a la par Crutchlow, De Puniet y Bradl. Buenas noticias para Valentino Rossi, fantástico en la salida –ganó seis posiciones– y que había bajado varias plazas. Il Dottore acabó quinto en el último circuito en el que ganó justo el día en que Lorenzo ganó su primer y, de momento único, título en Moto GP. “Ver la bandera roja ha sido un alivio, pues si ruedas a veinte kilómetros por hora es fácil estar sobre la moto, pero es mucho más difícil encontrar el límite en estas condiciones”, confesó el balear, que viendo la piscina en la que se estaba convirtiendo el circuito levantó la mano varias veces para decir que el trazado era ingobernable -“Capirossi me dijo que lo hiciera si veía que había mucha agua”-. Temía una caída que no llegó y que le haría puesto más difícil su segunda corona en la máxima cilindrada. Un objetivo que logrará si queda por delante de Pedrosa en Phillip Island, territorio de Stoner.
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