viernes, 24 de mayo de 2013

Las diabluras de Sergio Rodríguez

El base canario arrolla en el segundo cuarto al Obradoiro y adelanta al Madrid en la serie de cuartos (90-75)

Sergio Rodríguez asiste a un compañaero ante Hummel y Kendall - ACB Photo / A. Martínez. 


Su aspecto, esa barba bien poblada y algo desaliñada, le da un perfil bohemio y de artista. Sergio Rodríguez (Santa Cruz de Tenerife, 1986) es un jugador musical, de banda sonora. En tiempos en los que se exige la pizarra por delante de la creatividad, el base canario supone aire fresco, pureza y frescura. Sergio Rodríguez juega con la alegría de un niño, la entereza de alguien que ha sabido resarcirse después de haberlo pasado muy mal en la NBA –a la que llegó con menos recorrido del que necesitaba– y que ha encontrado en Pablo Laso
a su gran mentor, a quien ha sabido sacar todo su genio, el que prometía en el Estudiantes. Escogido mejor base de la Liga ACB y que bien podría haber sido nombrado MVP en lugar de su compañero Mirotic, Sergio Rodríguez tiene una incidencia inmediata. Fue salir al final del primer cuarto y revolucionar el partido con seis puntos y cinco asistencias en el segundo cuarto, cuando el Obradoiro perdió soltura y convicción para ganar dudas y nervios y tener hasta ocho pérdidas para recibir un parcial de 28-11. “Ese período fue definitivo”, sentenció Moncho Fernández, el entrenador del equipo revelación que se fue al descanso (50-36) y que acabó perdiendo casi con la misma diferencia 90-75. El Madrid se adelanta en la serie de cuartos de final.

Antes de la irrupción de Sergio Rodríguez el partido iba al son del Obradoiro, poderoso por la muñeca de Kendall, la colocación de Kendall, la inteligencia de Mejri –a pesar de cargarse de personales– y sobre todo la visión de Andrés Rodríguez y Pumprla, que repartieron tres asistencias cada uno en el primer cuarto, cerrado con un triple del eterno Oriol Junyent. Sergio Rodríguez replicó con dos repartos para Reyes y el Obradoiro se quedó sin voz ante un tormento como Carroll y algún fogonazo de Rudy y Mirotic. Los visitantes tuvieron el mérito de no desconectarse del partido y ser competitivos en la segunda parte e incluso se llevaron el parcial del tercer cuarto (16-20), pero no tuvieron opciones de dar la sorpresa de la jornada. De volver a ganar en el Palacio de los Deportes, como ya hicieron en la fase regular. El Obradoiro es el único equipo en haber vencido a domicilio este curso a todos los clubs que han disputado la Euroliga.

REAL MADRID 90 (22+28+16+24): Llull (3), Rudy (17), Suárez (4), Mirotic (11) y Begic (9) –quinteto inicial–, Reyes (11), Carroll (6), Sergio Rodríguez (15), Darden (9), Slaughter (5), Draper (0) y Hettsheimeir (0). OBRADOIRO 75 (25+11+20+19): Rodríguez (0), Cobacho (14), Pumprla (6), Kendall (14) y Mejri (15) –quinteto inicial–, Hummel (8), Sanz (0), Stobart (2), Dewar (6), Junyent (10), Buford (0) y Luz (0).

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