martes, 8 de enero de 2019

Azu Muguruza: "Nunca he sancionado a una jugadora"

Cronómetro de Récords entrevista a la entrenadora del CD Ibaeta

Azu Muguruza tras el partido. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
 
Toni Delgado / San Sebastián

Es simbólico entrevistar a una entrenadora en su pabellón, vacío y en silencio, y después de un partido de altas revoluciones que se ha llevado el conjunto visitante. Hay mucho de soledad en ese oficio, como bien sabe Azu Muguruza (San Sebastián, 1968), que dirige al CD Ibaeta. La entrevistada no escatima en las respuestas ni pone cara de prisa, aunque, en una noche tan especial como la de Reyes, tenga ganas de estar con su familia. Azu Muguruza lleva 25 años entrenando al equipo y sigue dudando y creciendo. Como diría Fabián Téllez, técnico del Stadium Casablanca, parece una "persona de verdad".

—No habéis sido vosotras en la pista.
Hemos tenido una puesta en escena muy mala: nos ha faltado concentración, no hemos hecho los cambios defensivos que habíamos trabajado... Luego, claro, quieres empezar a recuperar terreno a la heroica y no tienes las cosas claras. Creo que nos ha entrado  miedo y a veces no sabíamos quién se la iba a jugar. Hay que ir a canasta. Tirar. ¿Que la fallas? No pasa nada. Pero no nos podemos esconder.

—Habéis fallado canastas muy sencillas ante un CB Bembibre que compite muy bien y que ha defendido y atacado mejor. 59-63 a su favor.
Ellas han sido superiores. Desconozco si mis jugadoras han tenido presión por tener que ganar. La cabeza, a veces, te juega malas pasadas. Juegas contra equipos que ellas consideran o consideramos que son superiores y, sin nada que perder, no hay miedo. En cambio, otros días en los que te dices "hoy hay que demostrar...". A veces te sale todo al revés.

—¿Sueles hablar con las jugadoras después del partido?
No. No suelo estar muy inspirada. Durante el partido ya les comento muchas cosas. Intento tranquilizarme y pensar con calma qué les diré el lunes...

—¿Lo mejor ha sido el debut de Kathryn Westbeld? Parecía que había jugado toda la vida con el equipo.
Bueno...

—Ha anotado con mucha facilidad y acierto, pero supongo que en cuanto a lecturas de juego...
Westbeld ha metido puntos. No se había entrenado con el equipo.

—¿Pero no se entrenó ayer [por el viernes] con el grupo?
Sí. Aunque su vuelo llegó con retraso y jugó 20 minutos con el equipo para saber quién era quién. No se sabía ningún sistema y cuando ha estado en pista jugábamos libres. Eso nos ha pesado un poco. Para una jugadora que prácticamente acaba de aterrizar los momentos en los que el partido se pone caliente son difíciles de gestionar. 

—Por eso Westbeld en el último cuarto ha jugado poco más de tres minutos.
Ha participado menos y, cuando lo ha hecho, ya no encontraba tantas situaciones claras de juego como antes. Así que hemos decidido que el equipo jugase a lo que ha trabajado durante la temporada antes que tenerla en la pista.

—No recuerdo haberte visto nunca con una pizarra en un tiempo muerto. ¿Azu Muguruza tiene pizarra?
[Risas]. Está en el cajón de la oficina. No uso pizarra, aunque no  voy a desvelar mi secreto...

—En los tiempos muertos utilizas conceptos claros y mensajes directos. Tampoco eres de chillar mucho, aunque hoy sí que lo hayas hecho.
Cuando les digo algo, saben de sobra de qué les estoy hablando porque lo hemos trabajado. No quiero improvisar otras cosas.  Considero que tenemos que realizar aquello que sabemos hacer bien y que machacamos todos los días. El nivel de tensión con el que salen de la pista es tan alto que a veces las jugadoras no escuchan lo que les dices en un tiempo muerto. 

—¿Y qué haces cuando notas eso?
Antes de que vuelvan a la pista les recuerdo la acción que hemos marcado, qué vamos a trabajar, si hay algún aspecto relacionado con ellas en lo que estamos corrigiendo... A veces las propias jugadoras me preguntan: "Azu, ¿qué había que hacer?". Y a jugar.... Mucho más no puedo hacer. [Se ríe].

Óscar Badallo, periodista de Marca y Radio Marca, cree que te estás quitando el tic de tocarte el pelo durante el partido.
[Se ríe].

—Hoy te he visto hacerlo bastante menos...
Puede ser. No me doy cuenta. No sé a qué se debe. Es un tic o una manía que tengo desde pequeña. Puede ser que se me quite.

—Óscar Badallo me ha pedido que te pregunte por las concentraciones y el albergue de Zarautz.
¡Ah! Fueron mis inicios de mi etapa como entrenadora. Concentraciones con selecciones de Gipuzkoa: cadetes, infantiles e incluso alevines. Son recuerdos muy buenos. Muchas aventuras...

—Y novatadas... 
Algunas fueron muy buenas. En el albergue había una especie de tejavana en la que se pusieron dos de los entrenadores con un cubo de agua cada uno. Hicimos salir a otro técnico y... Bromas así, normalitas, que dan un poco de ambientillo en las concentraciones.

—Has contribuido y contribuyes a que haya más entrenadoras.
Mi camino ha sido pausado. Me imagino que como el de todos los entrenadores y entrenadoras. Si hay chicas que se animan a dirigir gracias a las que lo hacemos, me alegro, y mucho. 

—¿Qué idea del baloncesto tenía y te transmitió Pedro Hernández?
Primero me contagió su pasión por este deporte. Pedro entrenaba con una pasión increíble, era muy intenso en todo lo que hacía.  Psicológicamente nos tenía siempre al límite para que estuviéramos a tope y rindiéramos al 100%. 

—¿Crees que consigues que tus jugadoras estén al límite?
Lo intento. A veces lo consigo más y otras, menos. 

—En el colegio Mary Ward, de San Sebastián, nació todo... 
Allí se creó un ambiente de baloncesto muy bonito. Se montaron muchos equipos. Te entrenabas con tu equipo, pero también ayudabas a las mayores, estabas en el entrenamiento de las pequeñas, dirigías a las más pequeñas... Cuando crecías, te convertías en el espejo de las jóvenes y te ponían a hacer malabarismos con el balón... 

—¿Te costó retirarte como jugadora o viste claro que querías ser entrenadora?
Acabé la carrera de INEF y no tuve ninguna duda. Hacía muchas cosas dentro del club y no podía llegar a todas. 

—Has crecido con el CD Ibaeta: de la liga universitaria a la autonómica, y después Liga Femenina 2 y Liga Día... Para ti es un hijo simbólico.
Vi que podía ser un proyecto a largo plazo muy interesante para aprender. Como es lógico, al principio te pierdes en muchas cosas, no dominas las situaciones... Me han dejado que vaya creciendo con el club y eso es muy bonito.

—La presidenta actual es Carmen Muguruza, tu hermana. Supongo que ese vínculo tendrá aspectos positivos, aunque la confianza también puede ser mala... 
Muchas veces, cuando hablamos sobre el club, no tengo la sensación de que Carmen sea mi hermana. Nunca nos hemos enfadado por la entidad, quizás porque respetamos nuestras decisiones y somos conscientes del cometido de cada una. 

—Llevas 25 años dirigiendo al equipo, que al principio se llamaba UPV/EHU. ¿Cuando has tenido dudas, qué te ha hecho continuar?
He pasado por situaciones difíciles. Hace años me llegué a preguntar si merecía la pena invertir tanto tiempo y si no sería mejor volver a la base. No ha sido tanto en esta última etapa, sino en el recorrido de llegar hasta aquí. Tenía que hacer de todo, había conflictos entre las jugadoras y era necesario que intercediera... Ahora todo es más profesional y eso ayuda en tu labor. 

—¿Cómo es la relación con tus ayudantes?
Roge Míguez está a tiempo completo: tenemos mucha conexión, nos llevamos muy bien y sabemos rápido qué está pensando el otro. Ibon Ocaña, por su trabajo, no puede dedicarle todo el tiempo que le gustaría. Nos es de gran ayuda. La relación con Ibon también es muy buena. 

—El pasado verano fuiste ayudante de Miguel Méndez en el Europeo sub 20 junto a Isaac Fernández. ¿Qué tal la experiencia? 
Cuando me dijeron que iba a ser ayudante del campeón de la Euroliga, me puse muy contenta. Me gusta estar con personas que hagan cosas diferentes y poder ver cómo trabajan. Es verdad que al principio estás un poco perdida porque no haces esa labor habitualmente. A veces, no sabías dónde colocarte ni cómo. Ni tampoco qué decir. Por eso le pregunté a Miguel Méndez qué le gusta y qué no. Tienes que ir adaptándote sobre la marcha. 

Lara González comentó en Cronómetro de Récords que sin ti no habría llegado donde está; Toch Sarr, que no contradice tus indicaciones; e Iva Brkic, que nadie le había dado tanta libertad en la pista como tú. Creo que el grupo te definiría con la palabra "confianza".
Cuando tengo que comentarles cuatro cosas bien dichas, también lo hago. Ese día, seguramente, no estarán tan contentas conmigo. Intento generar confianza a través del juego y de la comunicación con y entre ellas, y apoyarlas. El factor psicológico es vital. 

—¿Qué consideras una traición en un equipo y por qué sancionarías a una jugadora?
Nunca he sancionado a una jugadora. Para mí un motivo para hacerlo sería la falta de respeto al cuerpo técnico o a las compañeras. Me refiero a un insulto o a un gesto feo de verdad. No a una mala mirada. 

—Hablas de desprecio.
Eso. Y otra que no respeten las decisiones del cuerpo técnico, aunque puedan ser desacertadas. Lo podemos hablar y si he metido la pata, no tendré ningún problema en reconocerlo. Un motivo de sanción sería que una jugadora tratase de hacer un juego sucio por detrás a partir de esa equivocación. 

—Tu hijo, Ander Barrenetxea Muguruza, debutó con el primer de la Real Sociedad en noviembre, con menos de 17 años. ¿Lo ha logrado por tener esa ética del respeto? Si eres así, entiendo que él también.
Lo primero... Voy a decir una cosa: Ander tiene madre y padre. Ambos tenemos una ética de respeto muy grande al trabajo, a los compañeros y compañeras, al sacrificio, a la humildad... A Ander le hemos intentado inculcar que el fútbol es un juego colectivo, que el balón se comparte y que en el campo se disfruta con el equipo. Toni, tengo una anécdota... [Se ríe].

—Cuenta, cuenta...
Una temporada de las que vino aquí a jugar el Segle XXI Ramon Jordana nos vio a Ander y a mí, y le preguntó: "¿Es tu madre?". "Sí", respondió Ander. "¿Y cómo es?", le preguntó Mike. Y mi hijo le hizo un gesto, como diciéndole que era dura. [Risas]. 

—Pues tiene gracia que justo se lo preguntase Ramon Jordana...
¡Fíjate quién lo dice! Ramon siempre ha sido muy exigente. Es una anécdota graciosa. Ya veremos qué pasa con Ander. 

—Cuando supo que podía debutar, ¿le dijisteis algo a Ander o le dejasteis que reflexionase sus cosas?
En esos momentos de tanto estrés no le comentamos nada. Creo que sólo le dijimos: "Disfrútalo". En general, ya no le decimos casi nada.

—¿Ander te comentó si había disfrutado?
Salió con una sonrisa muy grande. No le hizo falta añadir nada más. 

—¿Qué representa Josemari Sierra para el CD Ibaeta?
Cuando empezó a venir, nadie lo conocía. Cada día que pasaba era más cercano. Jo, ahora mismo es un pilar y nos representa por toda España. ¡Es tan buena gente! Nos cuida mucho. Josemari es una persona increíble que desborda bondad.

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