Stoner rueda primero, seguido de Lorenzo -EFE. |
Casey Stoner tenía un par de cuentas pendientes. La primera, frenar la racha de Jorge Lorenzo, su único rival por el título, que le había recortado 13 puntos en dos carreras, incluso en Sachsenring, le había superado en la última vuelta. La segunda idea de Stoner era volver a ganar en Laguna Seca para olvidarse de una vez por todas de aquel genial adelantamiento que le hizo Valentino Rossi hace tres años, el principio del fin del australiano aquella temporada. Stoner ganó, le sacó cinco puntos más a Lorenzo, segundo, y amplió a 20 puntos su renta, además de aparcar el famoso episodio con Il Dottore. En un ejercicio de talento y paciencia el australiano Stoner se ventiló con un interior a Dani Pedrosa en la entrada del Sacacorchos y en Andretti, con un por fuera prodigioso, se puso primero y se escapó definitivamente de Lorenzo, mermado por su caída en los entrenamientos y que tuvo que conformarse con el segundo puesto en el GP de EE UU. Pedrosa, al que le fallaron las fuerzas en el ecuador de la prueba -es normal tras tres operaciones en un año-, fue tercero y Rossi, sexto. El Mundial descansará tres semanas, hasta la prueba en Brno de mediados de agosto.
El triunfo de Stoner, el 28º en la categoría reina, el quinto de la temporada y el segundo en el circuito más corto del calendario, resultó una victoria de temple y cabeza fría, empezando por la calificación, en la que acabó segundo gracias a una última vuelta sólo 72 milésimas inferior al tiempo de Lorenzo, que marcó su tercera pole consecutiva en el Mazda Raceway Laguna Seca. El australiano reaccionó en el warm up, Honda hizo mejoras en la moto y el piloto se sintió más cómodo. Puestos ya en faena, perdió la plaza en la salida con Pedrosa, que le pasó por el interior, y no se destempló con éste y Lorenzo se escaparon en las primeras vueltas. Por detrás Rossi remontaba y le hacía de tapón a Ben Spies, doble motivado por correr en casa y hacerlo con una Yamaha diseñada especial por el 50ª aniversario de la marca. Con el rojo y el blanco como colores dominantes. Exacta estampa que la que llevaba la moto hace semanas en la primera victoria de Spies en MotoGP. Esta vez el estadounidense no llegó tan lejos, pero le birló la cuarta plaza a Andrea Dovizioso a dos giros del final.
En Ducati no pensaban en ganar, sino en experimentar: se tomaron la cita como un banco de pruebas. Rossi quedó por delante de Nicky Hayden, séptimo, con lo que los italianos extraen que la moto del nueve veces campeón del mundo, con algunos guiños a la del curso que viene, funciona algo mejor que la actual, que pilota el último estadounidense en ganar en Laguna Seca. Territorio favorable a Lorenzo, cuya ilusión era escaparse al principio y que Pedrosa quedase por delante de Stoner. Un deseo que no se cumplió, pues el australiano se comió a Pedrosa y acabó haciendo lo mismo con Lorenzo -"cuando me ha pasado he visto que tenía un ritmo superior, le felicito", que en tres años ha pasado por las tres plazas del cajón del GP de EE UU: fue tercero en 2009, primero en 2010 y segundo ahora. Como el año pasado Álvaro Bautista tuvo que abandonar -como su enemigo Marco Simoncelli- y Héctor Barberá, en su GP número 150, finalizó noveno.
El triunfo de Stoner, el 28º en la categoría reina, el quinto de la temporada y el segundo en el circuito más corto del calendario, resultó una victoria de temple y cabeza fría, empezando por la calificación, en la que acabó segundo gracias a una última vuelta sólo 72 milésimas inferior al tiempo de Lorenzo, que marcó su tercera pole consecutiva en el Mazda Raceway Laguna Seca. El australiano reaccionó en el warm up, Honda hizo mejoras en la moto y el piloto se sintió más cómodo. Puestos ya en faena, perdió la plaza en la salida con Pedrosa, que le pasó por el interior, y no se destempló con éste y Lorenzo se escaparon en las primeras vueltas. Por detrás Rossi remontaba y le hacía de tapón a Ben Spies, doble motivado por correr en casa y hacerlo con una Yamaha diseñada especial por el 50ª aniversario de la marca. Con el rojo y el blanco como colores dominantes. Exacta estampa que la que llevaba la moto hace semanas en la primera victoria de Spies en MotoGP. Esta vez el estadounidense no llegó tan lejos, pero le birló la cuarta plaza a Andrea Dovizioso a dos giros del final.
En Ducati no pensaban en ganar, sino en experimentar: se tomaron la cita como un banco de pruebas. Rossi quedó por delante de Nicky Hayden, séptimo, con lo que los italianos extraen que la moto del nueve veces campeón del mundo, con algunos guiños a la del curso que viene, funciona algo mejor que la actual, que pilota el último estadounidense en ganar en Laguna Seca. Territorio favorable a Lorenzo, cuya ilusión era escaparse al principio y que Pedrosa quedase por delante de Stoner. Un deseo que no se cumplió, pues el australiano se comió a Pedrosa y acabó haciendo lo mismo con Lorenzo -"cuando me ha pasado he visto que tenía un ritmo superior, le felicito", que en tres años ha pasado por las tres plazas del cajón del GP de EE UU: fue tercero en 2009, primero en 2010 y segundo ahora. Como el año pasado Álvaro Bautista tuvo que abandonar -como su enemigo Marco Simoncelli- y Héctor Barberá, en su GP número 150, finalizó noveno.
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