Wallace, felicitado por sus compañeros tras meter un triple y recibir una personal - ACB Photo. |
Blanco de las críticas desde que aterrizó en el Barça, incluso antes por haber conseguido el pasaporte congoleño y no ocupar plaza de extranjero por el Acuerdo Cotonou, CJ Wallace (Atlanta, Georgia, EE UU) lleva un curso año personal y deportivo muy difícil. A finales de octubre falleció Charles Judson, su padre, y en el parqué CJ apenas ha tenido buenas jornadas, citas que se pueden contar con los dedos de la mano. Pero, curiosidades del destino y de su puntería, Wallace cuadró un partido casi perfecto en el Palacio de Deportes para anotar 16 puntos (3/4 en triples y seis rebotes). Con su concurso y el de Lorbek, exquisito con 24 tantos, el Barça se recuperó tras el mazazo del tercer partido, en el que llegó a ceder por 31 puntos, y forzó el quinto y último en el Palau (sábado, La 1, 19:00 horas) tras vencer al Madrid (75-81). El campeón de la Liga ACB levantará la copa en Barcelona.
Escarmentado y vulgarizado en el encuentro anterior, el Barça quiso ser cauto, calculador y sobre todo mucho más agresivo. Tuvo un comportamiento modélico y reconocerse de nuevo en la pista, empezando por su defensa. Por un día Xavi Pascual combinó la individual con la zona, bien dispuesta tras una canasta. Ahogado por Huertas, Navarro o Ingles, Carroll nunca se sintió cómodo y tan sólo anotó uno de sus nueve tiros, cuando quedaban poco menos de cuatro minutos. Tampoco fue el día de Velickovic ante unos azulgrana excelentes con los triples por primera vez en la serie (10/20) que se crecieron ante un pabellón con más de 13.000 personas, ante la ausencia de Ndong por problemas físicos y el castigo a Eidson –jugó cuatro segundos–. El técnico visitante exprimió al máximo al quinteto inicial y tuvo que sacar rápido a Wallace por las tempranas personales de Vázquez. La irrupción de Wallace supuso el primer golpe sobre la mesa del Barça, que llegó a ponerse 25-32 en el ecuador de la primera parte y se fue al descanso con 34-39, con 14 puntos de CJ, todos en el segundo cuarto. 10 llevaban el sello de Lorbek en un Barça en el que sólo hubo seis anotadores, uno muy simbólico, Ingles, pues sólo aportó un tiro libre. En el Madrid destacaban Singler y Tomic, infalible con sus seis primeros tiros.
El temple de Mickeal
A partir del control del rebote los azulgrana podían pudo gobernar el ritmo del partido para evitar las transiciones rápidas de su rival, con más piernas y más físico en esta recta final. Los azulgrana salieron convencidos de sus posibilidades y de su competitividad, algo que dice mucho de su carácter y de la preparación mental y desde la pizarra del cuerpo técnico después del desastre del miércoles. Aquella noche la imagen de la impotencia fue la de Mickeal, que agredió a Velickovic. El vídeo mostró que la acción había venido precedida de una colleja de Suárez. El fin no justifica los medios y Mickeal se centró esta vez en jugar a baloncesto, tuvo un comportamiento muy diferente -no protestó ninguna de las personales que le señalaron– y anotó un triple que puso la máxima diferencia (60-73 a 4m 32s). Una diferencia abismal para la mayoría de los equipos, pero no estos dos finalistas, que a excepción del tercer partido, han brindado epílogos deliciosos. Esta vez la épica la puso Mirotic, capaz de anotar en menos de un minuto siete puntos y de poner el 75-79 a 43'3 segundos. Lorbek replicó al límite de la posesión y Llull falló una entrada fundamental.
Así que el resultado fue el gran regalo esperado por Navarro en su 32º cumpleaños. El capitán fue de menos a mucho y tras anotar dos puntos en los dos primeros cuartos se jugó los tres primeros tiros de su equipo de la segunda parte. La Bomba fue generoso, supo doblar para sus compañeros y buscar especialmente a Lorbek, con el que se entiende a la perfección. Tampoco faltaba Huertas, tranquilo en la dirección y revolucionado en ataque. Sergio Rodríguez y Llull hicieron resistir al Madrid ante el penúltimo acelerón de los azulgrana, que no pudieron respirar tranquilos ni con once a favor (68-79) a 2m03s. La reacción de Mirotic resultó insuficiente y Lorbek sentenció. El esloveno lo celebró con Wallace, excelente en un día clave para su día. “Wallace callando bocas”, escribió en su cuenta de Twitter Pedro Martínez, el entrenador que le dirigió el curso en el Gran Canaria.
MADRID 75 (15+19+21+20): Tomic (12), Suárez, Velickovic (7), Singler (11) y Llull (12) -equipo inicial- Pocius, Reyes (6), Mirotic (14), Rodríguez (9), Begic y Carroll (4). BARÇA 81 (17+22+23+19): Marcelinho (15), Navarro (12), Vázquez, Lorbek (24) y Mickeal (13) -equipo inicial-, Sada, Wallace (16), Ingles (1), Rabaseda y Eidson. Árbitros: Daniel Hierrezuelo, Antonio Conde y Benjamin Jiménez. Sin eliminados. Sin eliminados. Incidencias: Cuarto partido de la serie final por el título disputado en el Palacio de deportes de Madrid ante 13.248 espectadores.
2 comentarios :
muy superior el Barça, aunque no cerraba el partido, me gusto mucho Wallace ayer la verdad, en fin creo que el 5º partido sera pa lo cules
Hola Jairo,
El Barça sacó orgullo y agallas. Y Wallace, más allá de su puntería, que también, se vació en defensa. A ver qué pasa en el quinto el sábado.
Un saludo,
Toni
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