lunes, 11 de junio de 2012

El Madrid vulgariza al Barça para quedarse a un paso del título (85-59)


Llull celebra una canasta - ACB Photo.

Desquiciado e impotente vivió tres cuartas partes del partido el Barça, sacudido por su falta de ideas ante un Madrid que parecía de juego recreativo, tan capaz de anotar la canasta más inverosímil como de procurarse la más fácil. Mickeal perdió los nervios y se ganó una descalificante agrediendo a Velickovic que los árbitros no consideraron como tal y le señalaron antideportiva y técnica por su enfrentamiento con Suárez, uno de los más  discretos de un Madrid colosal. Primero Carroll, después Reyes y Llull y, finalmente, todo el equipo vulganizaron a la peor versión del Barça que se recuerda en muchísimo tiempo (85-59). El conjunto de Pablo Laso tiene en su mano sentenciar la final y llevarse el título de la Liga ACB el miércoles (La 1, 22:00 horas), de nuevo en el Palacio de Deportes. 

Hubo tantas diferencias entre un equipo y otro que la crónica se explica sola con números tan dispares: 48 rebotes por 23, 19 asistencias por sólo tres de los azulgrana, nefastos en casi todo, incluso en tiros libres (17/29). El Barça echó de menos a Navarro (1/8) y al resto, pues sólo Wallace superó los nueve puntos. El ex jugador del Gran Canaria anotó 11 de sus 13 tantos cuando el Madrid ya había alcanzado una barrera insalvable: los 30 puntos. Los blancos llegaron a sumar a distanciarse por un máximo de 31 (76-45 a 6m 18s) tras la enésima asistencia de Sergio Rodíguez (9), que esta vez no precisó de los triples (0/4, 3/16 su equipo) para cuajar otra excelente actuación, al nivel de la que mostró un Madrid más eléctrico, más paciente y coral.  

El acelerón de Carroll

Un equipo que disfruta con Carroll, que no necesita demasiado tiempo para decirlo todo. Es un excelente finalizador, más si cabe cuando tiene espacio y su defensor, Ingles en este caso, llega siempre más tarde o simplemente paga con su cara de frustración. Xavi Pascual se desgañitaba ante las pocas soluciones del australiano ante el inmenso repertorio de Carroll, que salió a la pista como sustituto del sustituto, por Pocius, reemplazo de Singler –ambos con dos personales– y anotó 12 puntos en poco más de cuatro minutos. Los azulgrana se sostuvieron por su espíritu colectivo, pues hasta ocho jugadores anotaron en el primer cuarto (25-23) con Pete Mickeal un paso por encima del resto en un encuentro eléctrico, jugado a muchas revoluciones y con Llull desatado y Navarro de nuevo invitado “al teatro” por la grada. 

El Barça se partió en mil piezas, por todos los sitios. Pascual fue rebuscando en su banquillo sin encontrar soluciones. Puso a Eidson y Rabaseda, que apenas estuvieron en pista y aportaron confusión. El primero lleva tiempo fuera de foco y el segundo estaba encendido con Mirotic, travieso con Reyes al lado. El capitán del Madrid pasó a coger el micrófono del partido con su habitual corazón en la lucha por el rebote y su pericia en el tiro desde media distancia. Poco le importó al conjunto de Laso que no entrasen los triples (1/7 en la primera parte). Ese déficit lo compensó con un excelente acierto con los tiros de dos (16/24) y se fue al descanso con otro acelerón de Llull. Dos imágenes resumieron la caraja de los visitantes: Sada se resbaló ante un eslalon de Sergio Rodríguez y Lorbek falló dos tiros libres de tres en el último suspiro antes del paso por los vestuarios (46-32). Mermado Ndong y agobiado por las personales Vázquez, el Barça trampeaba sin un cinco puro. 

El declive de Eidson

Los azulgrana sólo sacaron los dientes en la fea acción de Mickeal y el Madrid, inconformista, continuó mordiendo a su rival histórico, que le había ninguneado las últimas temporadas y al que había birlado la Copa del Rey en el Palau Sant Jordi esta temporada. Hasta ahora aquel era el único encuentro desequilibrado entre ambos y marcó el declive de Eidson, que se lesionó en una jugada fortuita y que no volvió a ser el mismo. Fichaje de relumbrón lleva una final patética (2/16) y unas eliminatorias por el título decepcionante: acumula 48 puntos, de los cuales 25 los anotó en cuartos ante un Lucentum Alicante repleto de bajas y vacío de fuerzas. 

Tomic disfrutaba en la pintura, Llull anotaba una bomba a una mano propulsado como si saltase en una cama elástica mientras el Barça fallaba tiros libres y sólo parecía tener una solución en ataque, el triple. Salvador en el primer partido, Huertas se llevó la palma desde 6'75, distancia desde la que Wallace salvó su partido cuando todo estaba más que sentenciado y el público celebraba un triunfo sin discusión.      

MADRID 85 (25+21+23+16): Llull (12), Suárez (2), Singler (4), Velickovic (3) y Tomic (8) -quinteto inicial- Reyes (15), Carroll (17), Begic (5), Pocius (1), Mirotic (12) y Sergio Rodríguez (6). BARÇA 59 (23+9+10+17): Sada (4), Navarro (8), Mickeal (9), Lorbek (9) y Vázquez (2) -quinteto inicial- Wallace (13), Ndong (0), Huertas (4), Ingles (4), Rabaseda (3) y Eidson (3). Árbitros: Arteaga, Conde y García Ortiz. Incidencias: Tercer partido de las eliminatorias por el título de la Liga. Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid. Lleno. 13.109 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Tirso Lorente, histórico entrenador del Real Madrid y técnico del equipo del Madrid de la Liga EBA

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