La tenista estadounidense
gana 6-0 y 6-1 y añade a sus cuatros grandes el oro olímpico
individual
Serena Williams festeja su victoria - Reuters. |
No sonaba música en el All England Club: se oían los aplausos de la grada y la realización se entretenía enfocando a Venus Williams, que sonreía ante el desparpajo de su hermana Serena (Saginaw, Michigan, Estados Unidos, 1981), que bailaba saltando sin soltar la raqueta y moviendo su voluminosa cabellera. Serena Williams acababa de completar el Golden Slam, pues añadió a sus 14 grandes (cinco Wimbledon y otros tantos Abiertos de Australia, tres Abiertos de Estados Unidos y un Roland Garros) el oro olímpico individual arrollando a Maria Sharapova, que sólo fue capaz de ganarle un juego, el décimo y sirviendo la rusa, destrozada con once aces. Así, con un saque directo, finiquitó Serena una final que sólo duró 63 minutos (6-0 y 6-3). “Nunca había jugado mejor”, confesó la campeona: “Para ganar a Maria debes dar lo máximo de ti”.
Sólo André Agassi, Rafa Nadal y Steffi Graf había logrado hasta ahora el Golden Slam, pero ninguno lo había hecho con unos números tan excelsos como los de Serena, que en todo el torneo ha perdido 17 juegos, a pesar de encontrarse por el camino a rivales de postín: Jankovic, Radwanska, Zvonareva, Wozniacki y Azarenka, medalla de bronce tras ganar por 6-3 y 6-4 a Kirilenko, contra la que volverá a competir en las semifinales de dobles junto con su hermana Venus, mientras que la rusa jugará con su compatriota Petrova. Las Williams aspiran a su tercer oro olímpico como pareja tras los éxitos en Sidney y Pekín.
Un vendaval
En Londres Serena ha minado la moral de todas sus competidoras como hizo hace unas semanas y en el mismo escenario para llevarse su quinto Wimbledon. Sharapova se quedó paralizada y para muestra el sexto juego, cuando se puso 40-0 con su servicio y cometió dos dobles faltas. A la primera oportunidad Serena se llevó el juego y el set. Resultó un vendaval, pues aprovechó cinco de sus siete pelotas de rotura. La rusa dispuso de dos con 3-1 y sacando Serena, pero las salvó la estadounidense, primero con una volea y después con un revés cruzado.
¿Dónde te irás a celebrarlo, Serena? “¡A Disneywold!”, contestó, ilusionada, la campeona, que superó una embolia pulmonar y que tiene presente a su hermana Yetunde, asesinada en una reyerta en el suburbio californiano de Compton. “Todavía siento su espíritu”, repite siempre.
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