Vettel, sin rivales

El piloto alemán amplía su liderato con una victoria plácida en Bahréin en una jornada en la que Alonso es octavo después de tener una avería en el DRS

Vettel levanta con orgullo el trofeo como vencedor en Bahréin. 

Una de las grandes novedades de la temporada 2011 fue la incorporación del alerón trasero móvil, el DRS, que reduce la carga aerodinámica del coche y aumenta la velocidad del monoplaza unos 10 km/h. Supone una herramienta extra en los adelantamientos. Una ayuda que para Fernando Alonso resultó una tortura en Bahréin, pues el plano superior del ala se quedó atascado y obligó al piloto de Ferrari a avanzar su primera parada a la séptima vuelta cuando iba segundo, después de una salida agresiva en la que superó a Sebastian
Vettel, que no tardó en replicarle. Una vez que superó con el DRS a su compatriota Nico Rosberg –de la pole a ser solo noveno–, el piloto de Red Bull se largó en solitario para marcar una diferencia definitiva: “Era muy importante abrir una distancia en las primeras vueltas. Liderar la carrera desde el inicio. Ha sido una prueba fantástica y muy fluida desde el principio al final”. Justo lo contrario que para Alonso: “Todo se torció desde el principio. Hoy hemos tenido mala suerte. El DRS se nos bloqueó y nos vimos obligados a hacer una parada más que el resto”. El asturiano, que tras la primera visita a boxes cayó a la 17ª posición, hizo de tripas corazón para remontar y acabar octavo, aunque perdió la séptima posición ante un Checho Pérez –sexto finalmente, pues en la última vuelta superó a Webber; Button fue décimo– muy presionado por su discreto inicio de curso. El mismo dolor de cabeza que el de Grosjean, que se reivindicó con su tercer puesto en un día casi perfecto para Lotus, ya que Raikkonen fue segundo y es ya el inmediato perseguidor en el Mundial de Vettel, a quien tiene a 10 puntos. A 27 se queda Hamilton –en el circuito de Sakhir acabó quinto– y a 30 Alonso.

Superado Rosberg en la tercera vuelta, Vettel solo tuvo que esmerarse en ampliar su ventaja y cuidar los neumáticos, aunque en la antepenúltima vuelta se permitiese el lujo de marcar el mejor tiempo. Se había quedado sin rivales. Tampoco llegó a inquietarle Raikkonen, que de nuevo fue a una parada menos que el resto y leyó con inteligencia la carrera. Una prueba que fue una pesadilla para Felipe Massa, que era el único de los primeros en partir con las gomas duras. Una opción interesante que no le salió bien a Felipinho, engullido por los Force India en la salida. El piloto de Ferrari remontó y se colocó tercero a pesar de tener maltrecho el alerón frontal tras un toque con Rosberg. Pero después de la primera parada Massa empezó a perder ritmo: tenía el neumático trasero derecho. Una anomalía que Pirelli está estudiando, como el segundo percance y con otra goma degradada en la misma posición. Desesperado, Massa solo pudo ser 15º y fue el último de los pilotos que no perdieron vuelta con el vencedor de Bahréin. Vettel quiso dedicar su 28ª victoria a su equipo y a Renault, proveedor de motores de Red Bull y de Lotus y que como el curso pasado completó el podio del circuito de Sakhir. Con los mimos protagonistas y en las mismas posiciones.