Cronómetro de Récords entrevista a la alero del CB Bembibre
Maria Gascón en el Pabellón Segle XXI. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. |
Toni Delgado / Zaragoza
Pepe Vázquez se dirige al vestuario cabizbajo y con los ojos rojos. Más que enfadado está triste. Casi sin palabras.
—Nuestro entrenador se siente decepcionado porque en la pista no se ha visto reflejado lo trabajado en la pretemporada. ¡No podemos encajar 41 puntos en la primera parte! No hemos entrado en el partido en ningún momento –destaca Maria Gascón (Sabadell, 1998). La alero del CB Bembibre ha disputado los últimos 2m 28s ante el Araski. Es su debut en Liga Femenina, pero Maria Gascón siempre piensa en plural y el equipo ha perdido por 67-42: "Estoy más triste que contenta".
—Te propongo un viaje en el tiempo: eres cadete, juegas en el pabellón del Basket Almeda, te viene una pelota y...
Me caí, ¿no? [Risas]. ¡Ostras! Diría que era júnior de primer año. Seguro que me entrenaba Jordi Vizcaíno. Quise controlar el balón con el pie y me metí una leche... ¡Todo el mundo me estaba mirando! ¡Qué vergüenza! Soy patosa.
—¿Por eso dejaste el ballet?
En parte sí.
—¿Te fallaba la coordinación?
La coordinación ojo, culo, mano, pie... No me sale. [Risas].
—Esquiando debes de ser un espectáculo también. La cuña es una tortura...
¡También lo dejé! Volví caminando por la nieve.
—En la espalda llevas tu infancia: el 10 de Ronaldinho...
Siempre que he podido he tenido ese número. Admiraba a Ronaldinho por su carácter, juego... Incluso por cómo celebraba los goles. Soy mucho de quien se deja todo en lo que hace.
—"Diría que cuando una niña me pide un autógrafo me pongo más nerviosa que ella. [Risas]. Aunque tengo que disimular un poco", me contó hace unos días tu ídolo, Marta Xargay.
Siempre ha sido una referente para mí dentro y fuera de la pista. Es una tía 10. Me encantaría llegar a ser una cuarta parte de lo que es Marta Xargay.
—"Con Maria es una de las personas con las que tengo más confianza. Nos apoyamos siempre. Lo que más me gusta de ella es que es súper transparente y sincera. Tiene que creerse capaz de hacer cuanto se proponga", te retrata Laura Peña, base del Cadí La Seu.
¡La Peñita! [Se ríe]. Está en la grada. Se ha quedado con sus padres. Nos hicimos amigas en el Bàsquet Femení Sant Adrià, donde jugamos juntas siete u ocho años. Es como una hermana para mí. ¡Peñita, te haré más caso!
—Asegura que conectáis mucho porque entendéis la vida de "la misma manera". ¿Cómo la veis?
Bueno... Somos de trabajar mucho en silencio y ganarnos nuestro sitio desde abajo. Además, las dos estamos estudiando Derecho... Tal para cual. [Se ríe].
—Justo te iba a preguntar si te ves en un futuro montando un despacho con ella.
¡Estaría genial!
—¿Tú también quieres hacer laboral?
No me acaba de convencer... Me gusta más internacional... Ya veremos... Podemos montar un despacho con un poco de todo.
—Vuestras cenas son de seis...
Nuestros padres se llevan súper bien y casi siempre nos juntamos. También cenamos con las amigas de Sant Adrià. Mira, allí está Umi [Diallo].
—"Fiché a Maria Gascón por sus ganas de crecer y polivalencia. Tiene un amplio margen de mejora. Es alegre, siempre está dispuesta a ayudar al grupo y genera muy buen rollo", expone Pepe Vázquez, tu entrenador.
[Se ríe]. ¡Está bien que diga eso de mí! He venido al CB Bembibre a aprender lo máximo, a empaparme de cuanto me digan las compañeras y el cuerpo técnico.
—¿Qué te pide Pepe Vázquez?
Ir al 100% no, lo siguiente... Si lo das todo, nadie te puede exigir más.
—¿Bembibre es una ciudad que encaja contigo?
Como es tan pequeña acabas conociendo a todo el mundo y es perfecto estar en un lugar así en mi primera experiencia fuera de casa. En Bembibre hay una franja de edad un poco perdida, la de la adolescencia... Bueno... Así nos centramos y no nos excedemos demasiado.
—¿Tienes ya algún rinconcito?
[Se ríe]. No, todavía no. Estoy muy a gusto en el equipo. Somos más o menos de la misma edad. Hay química entre nosotras.
—¿Alguna compañera te ha amadrinado?
Alejandra Quirante, que desde el primer día me dijo: "Yo seré dura contigo, pero es para que mejores". Todo el mundo me está ayudando mucho.
—¿En la presentación de la Liga Femenina fue cuando te creíste que ya eras parte de la máxima competición?
¡Sí! Cuando tienes a tu alrededor a jugadoras que has visto por la tele, piensas: "¡Estoy aquí!". Me siento muy afortunada.
—¿Cuando ascendiste a Liga Femenina con el Bàsquet Femení Sant Adrià creíste que te quedarías?
No...
—Habías jugado poco esa temporada.
Todavía necesitaba mucho más recorrido hasta llegar a Liga Femenina. No me habría venido bien ni habría estado al nivel en los entrenamientos.
—¿Cuál es la primera imagen que se te viene a la cabeza del ascenso en León?
El último partido, los instantes previos... Nada más llegar al pabellón a todas se nos puso la piel de gallina... Cuando íbamos ganando por 12 a falta de un minuto, nos los creímos. ¡Que subimos! ¡Que subimos! Fue una experiencia indescriptible.
—Tus excompañeras siempre hablan de Covadonga. ¿Qué pasó en Covadonga?
Un seguidor del Bàsquet Femení Sant Adrià nos dio una caja con la virgen de Covadonga y unas pulseras de la virgen. Y nos dijimos: "¡Ya tenemos amuleto y nos dará suerte!". Llevábamos la virgen a todos los sitios y nos ayudó. [Risas].
—¿El texto que más te ha costado escribir fue el de tu despedida del Bàsquet Femení Sant Adrià después de 300 partidos?
Creo que sí. Me costó mucho describir qué sentía, resumir tantos momentos vividos... Siempre le tendré un cariño especial al Bàsquet Femení Sant Adrià, donde crecí como persona y jugadora. Te cuidan tanto... Fue duro decir adiós. Al final, no me ha ido mal. [Se ríe].
—¿Sigues vinculada al Bàsquet Femení Sant Adrià?
Mantengo el contacto con bastante gente del club. Siempre que he podido he ido al Marina Besòs. La mayoría del equipo eran amigas mías y Peña también jugaba. Tenía que acudir sí o sí. Bueno, y [Helena] López sigue por allí. Cuando acabemos la temporada, si puedo pasarme, no lo dudaré.
—La discriminación en el deporte femenino fue tu trabajo de investigación de Bachillerato. ¿Se ha avanzado algo desde entonces?
La mujer en el deporte siempre ha estado un paso por debajo y tenemos que seguir reivindicando su papel. Poco a poco se está trabajando bien y eventos como el Open Day Liga Femenina son fundamentales.
—¿Tu última temporada en el Club Bàsquet Femení Cerdanyola ha sido la más difícil de tu carrera deportiva? Tras la renuncia del Joventut Les Corts, jugasteis en Liga Femenina 2 con una plantilla pensada para Copa Catalunya. Cambio de entrenador, lesiones, ningún triunfo...
Puede ser que haya sido mi curso más duro. Nadie lo llegó a disfrutar.
—El remate fue la grave lesión de Blanca García...
Buff... ¿Qué más malo nos podía pasar ya? Temporadas así te hacen crecer y madurar. Seguro que me ayudarán a saber gestionar mejor los sentimientos y a trabajar más fuerte.
—En el equipo hay una persona muy apasionada e intensa que lo mismo te hace una foto o te escribe una crónica, que se preocupa por el más mínimo detalle...
¡Norberto!
—¿Habías conocido a un jefe de prensa tan polifacético?
[Se ríe]. Creo que no. Norberto [de la Mata] hace un poco de todo y más. Es lo que se suele pasar en los clubes pequeños. Está pendiente de cualquier cosa y mucho por nosotras. Norberto es una persona 10.
—¿Le haces caso cuando os da indicaciones en la pista?
¡No me he fijado demasiado, la verdad! [Risas]. De todo el mundo puedes aprender mucho.
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