Cronómetro de Récords entrevista a la escolta del CD Ibaeta en el Open Day Liga Femenina
Laura García en el Open Day Liga Femenina. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. |
Toni Delgado / Zaragoza
"No busco conocer las respuestas, sino entender las preguntas", resumía Kwai Chang Caine, el monje experto en artes marciales interpretado por David Carradine. Por edad, Laura García (Toledo, 1981) bien pudo disfrutar de las enseñanzas de la serie Kung fu. Sí parece aplicarlas. La nueva escolta del CD Ibaeta tiene pinta de ser una lectora que relee mucho para dar con más matices. Alguien que se cuestiona siempre y que la última vez que tuvo una excusa fue nunca. Lo lógico en una jugadora que debutó hace 20 años en Liga Femenina con su Canoe y que regresa tras siete temporadas en el Union Saint-Amand Porte du Hainaut Basket francés.
—Laura, me han contado que tienes muy mal perder...
No me gusta nada la derrota... Me ilusionaba tanto mi regreso a Liga Femenina y en un formato como el Open Day... No ha sido mi día... Quiero ayudar mucho más al equipo. Felicito al CD Zamarat, que ha leído el partido mejor que nosotras.
—"La intensidad construye inmensidad", has publicado en Instagram. Predicas con el ejemplo.
Hay que trabajar y tener ilusión por todo en la vida. Mi pasión es el baloncesto. ¡Me encanta!
—¿Sientes que, por madurez, experiencia y físico, estás en el mejor momento de tu carrera?
La pasada fue mi temporada más destacada en Francia y este verano he hecho una preparación muy buena. Espero y estoy convencida de que ese trabajo dará sus frutos.
—¿Ser entrenadora personal te ayuda a conocerte mejor y a ver los límites y capacidades de las compañeras?
Sí, pero intento no meterme en el trabajo del preparador físico del club.
—Me refería a que si sabes detectar mejor qué pueden dar tus compañeras.
Claro que sí. Todas tienen un potencial inmenso y hay que sacárselo. Aunque soy entrenadora personal, tengo un preparador físico, Adolfo Madrid, con quien trabajo hace tres años y que me ha permitido dar un salto de calidad y alargar mi carrera al más alto nivel.
—¿Cómo fue la conversación con Azu Muguruza para que ficharas por el CD Ibaeta?
Muy fácil. La llamada duró tres o cuatro minutos. Tenían ganas de que viniese y yo también. Me gusta el club, la ciudad, Azu [Muguruza]... Creo que vamos a trabajar muy bien. Desde que aterricé hace un mes en San Sebastián todo ha sido positivo, excepto esta derrota, que me deja tocada. Ya estoy pensando en el Al-Qázeres [disputado este viernes, otro tropiezo, esta vez por 59-55].
—¿Por qué no has vuelto antes a Liga Femenina?
El mercado de fichajes en Francia empieza tan pronto que en enero y febrero ya te proponen renovar y tienes que decidirte rápido. He jugado siete temporadas en el Union Saint-Amand Porte du Hainaut Basket porque estaba muy a gusto allí. Es difícil que otro equipo se interese por ti tan temprano. Este último año, al ver que la Liga Femenina no para de crecer, decidí no continuar en Francia. Ha sido mi mejor temporada en la Liga gala. ¿Sabes? ¡Me hicieron un homenaje impresionante! La despedida del Hainaut fue indescriptible. Súper emotiva.
—La recompensa a una fidelidad absoluta.
Me gusta echar raíces en un sitio. Si estás a gusto y crees en el proyecto... ¿Para qué vas a irte? A mí no sólo me mueve el dinero.
—Estuviste dos etapas en el Canoe. En la primera te marchaste un curso al Estudiantes y volviste. ¿Qué pasó?
Hice mis dos años de júnior en el Canoe, debuté en 1999 en Liga Femenina, competición a la que el club, por problemas económicos, tuvo que renunciar la temporada siguiente. Entonces no existía la Liga Femenina 2 y fiché por el Estudiantes para jugar en Primera Nacional. La siguiente temporada se creó la Liga Femenina 2 y regresé a mi Canoe, donde estuve diez cursos más. Ascendimos dos veces. Llegué al Canoe con 16 años y me fui por última vez con 28 porque el club no pudo conservar su plaza en la máxima categoría por problemas económicos.
—Pero ya te habías quedado otras veces tras un descenso.
Sí y no me arrepiento. Estuve curtiéndome varios años en Liga Femenina 2. Fueron muy buenas temporadas en una competición con un nivel increíble. El caso es que aterricé en el Cadí La Seu, mi primera experiencia fuera de Madrid. Cuando estás lejos, te enriqueces y vives de otra manera las cosas. Después, el Hondarribia apostó mucho por mí con un bonito proyecto que no fue tan grande por cuestiones monetarias... También disfruté mucho allí. Llegó la crisis a España y tuve la oportunidad de irme a la Liga francesa, que cuenta con excelentes recursos (infraestructura, federación, equipos...). Los contratos son muy buenos.
—¿Hay más respeto?
Sí. Es muy profesional todo. He seguido por Canal FEB y en Teledeporte los partidos de la mañana del Open Day Liga Femenina y se veía un pabellón algo frío. En Francia, en cualquier encuentro, aunque sea un amistoso, hay charangas, música y más de 2.000 personas. Jugar con una cancha llena... Mola.
—¿Hoy te ha costado más ser tú porque había poco público?
No quiero poner excusas. No me han entrado. Ya está. Me frustra no haber ayudado lo suficiente después de la pretemporada que he hecho.
—Laura, la preparación está ahí. Saldrá.
Ya, ya. Lo sé. Pero soy muy autoexigente. La derrota ante el CD Zamarat me duele, pero ya es pasado. La Liga Femenina es muy larga.
—¿Qué queda en ti de Francia?
Ostras... [Suspira]. Me he curtido mucho como persona y jugadora.
—¿Te has endurecido?
Ha sido una experiencia dura, enriquecedora... Ha sido...
—¿Solitaria también?
Aunque haya venido gente a verme, me sentía sola.
—¿Te has conocido al límite?
Desde luego.
—¿A veces te has dado miedo?
Eso no. Cuando he tenido que llorar o reír, lo he hecho. Ha habido de todo: sacrificio, esfuerzo, superación... Mucha superación. Cuando reviertes sola una mala racha, te das cuenta de lo fuerte que eres. [Sonríe].
—¿Qué añorabas más?
Bueno... Un abrazo... Hablar español... [Risas].
—¡Normal!
Estaba en una ciudad del norte en la que llovía mucho. Era tan gris que tenía que encender la luz por la mañana. También me lo he pasado muy bien.
—"Laura García es una jugadora de la casa. El Canoe es su casa", recalca Juan Díniz, director técnico del conjunto madrileño. Ése parece tu legado en el club en el que más tiempo has jugado.
Sí... Me siento muy canoista y amarilla. Me gustaría acabar mi carrera en el Canoe... Es un llamamiento... ¡Subid, por favor! [Risas]. Mi sangre también es verde por estos siete años en el Hainaut. El homenaje que me hicieron ha sido uno de los momentos más bonitos de mi carrera.
—A Juan Díniz siempre le has parecido una jugadora "determinante" que suma en todos los aspectos del juego, "que mejora al equipo y te hace mejor entrenador".
La versatilidad es una gran virtud y creo en estos años me he convertido en una jugadora más completa. Agradezco las palabras de Juan. Hace mucho que no hablo con él y me gustaría que me llamase... [Risas].
—Después de leer la entrevista, lo hará seguro. [Risas]. Cuando Juan Díniz se enteró de tu fichaje por el CD Ibaeta, lo primero que hizo fue felicitar a Azu Muruguza y al club.
Pues podía haberme felicitado a mí también... [Carcajadas]. Pullitas. Esto son pullitas...
—El CD Ibaeta te transmite buenas vibraciones.
Sí. Se adapta a mí: es súper familiar, está en una ciudad increíble, la entrenadora es una auténtica crack... Creo Azu y Muguruza y yo vamos a aportarnos mucho.
—¿Tu récord de tiros libres consecutivos metidos en un entrenamiento sigue siendo de 115?
De momento, sí.
—Así te recuerda Nieves Anula, con quien coincidiste en el Canoe: "Laura era muy observadora. Ni cohibida ni quería ser el centro de atención. A veces parecía que respondía como una chica de su edad, y otras, como si tuviera mucha más experiencia. También parecía un poco melancólica. No quiero decir triste".
Quien me conoce ahora sabe que tengo una sonrisa en la boca siempre. Ese año, mi primero en Liga Femenina, muy bueno. Cuando eres pequeña, no te das cuenta de cuánto puedes empaparte de jugadoras más veteranas. Me hubiera encantado jugar muchos más años con Nieves Anula para aprender más de ella. Era una excelente jugadora.
—Nieves Anula asegura que eras una esponja.
Si con casi 38 años [los cumple el 31 de octubre] estoy en Liga Femenina, es porque me gusta superarme. Soy una eterna esponja.
—Tanto Yolanda García como Nieves Anula os insistían a las jóvenes que hicieseis los sistemas sin perder de vista el balón. El castigo era un balonazo. Cree que no te llevaste muchos...
[Se ríe]. La visión de juego de Nieves Anula era alucinante. A veces daba pases que acababan en alguna cabeza, sobre todo en la de Marta Zurro... [Risas]. Creo que no me llevé demasiados impactos. Es un lujo jugar con quien lee el baloncesto como Nieves Anula.
—¿Te ves como presidenta del Canoe en un futuro?
¿Presidenta?
—O en la junta directiva...
No lo había pensado. Si cuando me retire hay un hueco para mí, estaría encantada. Aunque creo que a Juan Díniz todavía le quedan muchos años... Y no me saca tantos... [Se ríe].
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