viernes, 12 de febrero de 2021

Ariadna Magriñá: "Sin empatía no puedes ser una buena capitana"

Cronómetro de Récords entrevista a la base de la UE Mataró, dietista y nutricionista 

Ariadna Magriñá con una pelota y una mandarina. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

Toni Delgado (@ToniDelgadoG) #baloncestofemenino #dietética #nutrición

La empatía va más allá de ponerse en la piel de la otra persona. Es un hábito. Una forma de vida. 

Empatía es Ariadna Magriñá (Tarragona, 1994). Son poco más de las ocho de la tarde y la base del UE Mataró tiene la mirada perdida, está seria y apoyada en la pared del marcador. 

—¡Hola, Ariadna! ¿Hacemos ahora la foto para la entrevista o te dejo un momento? –le pregunto. 
—¡Hola! ¡Ahora, ahora! –responde, con una sonrisa, Ariadna Magriñá, mientras, en el otro extremo de la pista, las jugadoras del Bàsquet Femení Viladecans siguen celebrando la victoria.  

Le doy primero una pelota y luego una mandarina, guiño al baloncesto (mandarina es un tiro imposible) y a su otra ocupación: es dietista y nutricionista. 

—¡Eh! ¡Yo también quiero una mandarina! –pide, entre risas, una de sus compañeras. Diría que es Míriam Ferreri

Después de dar varias vueltas por la pista, encontramos el mejor enfoque casi en el punto exacto donde nos saludamos. Tres días después, hablamos por videollamada. Por algún problema de la aplicación, Ariadna Magriñá no me ve, pero yo sí a ella. Le está hablando directamente a la foto de perfil del periodista y, sin saberlo, es como si le estuviera mirando a los ojos. La entrevistada domina el medio. Podría ser perfectamente presentadora de informativos o de un programa de entretenimiento. Hoy es su cumpleaños

—¿Cuál es el tópico más extendido en la nutrición?
Que los hidratos de carbono engordan. No sólo está muy extendido en la población general, también en el ámbito deportivo, y es un error. Ningún alimento nos va a engordar o adelgazar. Subiremos de peso si nuestra alimentación en global no es buena y comemos más de lo que gastamos. De los hidratos de carbono obtenemos la energía, el combustible, la gasolina. Son esenciales para el deporte. Muchas veces el o la deportista tiene carbofobia, teme subir de peso o ganar grasa corporal y reduce la ingesta de hidratos de carbono. Eso hace que su rendimiento baje y aumenta el riesgo de lesiones.  

Preparada. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

—Hace unos días Vero Boquete, futbolista del Milan, explicaba en un directo de Instagram que después de un partido se come una pizza.
Puede ser una muy buena opción si nos la preparamos: a la masa, que nos aportaría hidratos de carbono (ayuda a reponer el combustible gastado), podríamos ponerle verduras y, por último, algo de proteínas, como el pollo, el atún o los huevos (ayudando a la recuperación muscular). Aún así, si algún día la compramos, no hay problema. Después de hacer un esfuerzo como el de un partido, no sólo es importante la ingesta posterior. También lo son, para recuperarnos bien, las de las siguientes 48 horas.   
 
—¿Haces de dietista y nutricionista del equipo?
Sí, sobre todo cuando jugamos a horas más peculiares, como a las 12. Les puedo dar alguna pauta: qué cenar el día anterior, el timing de ingestas... Siempre con diferentes opciones y destacando qué evitar. Te pongo otro ejemplo. Si juegas a las   14.30. ¿Comes antes? ¿Almuerzas? ¿Es mejor un brunch?  

La base del UE Mataró durante el partido ante el Bàsquet Femení Viladecans. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

—A veces más que masticar, engullimos.  
El hábito de comer rápido se puede cambiar si lo trabajas. Cuando llegas con mucha hambre a la mesa y no has gestionado bien las comidas anteriores, devoras. Y si devoras, comes mucho más y más rápido, y seguramente los alimentos no sean los adecuados. Si masticas, envías señales al cerebro de "eh, que ya estoy saciado/a". Es importante conocernos y tener en cuenta nuestros horarios y tiempo, y repartir las ingestas durante el día para no llegar con esa hambre.  

—¿Lo ideal sería comer con la tele y el ordenador apagados, y el móvil lejos?
Exacto. Aunque podemos tener la tele puesta y no pasa nada. Hay mucha gente que come mientras teletrabaja o delante del ordenador en la oficina. Si estás centrado en otra cosa, no eres consciente de qué y de cuánto estás comiendo. El trabajo de la ingesta intuitiva es saber la hambre que tienes y darte cuenta de cuándo está saciado tu cuerpo. Saciado no es lleno. Un plan nutricional se formula a partir de tus horarios, gustos u objetivos y de un estudio de tu alimentación.  

Ariadna Magriñá, la segunda del medio empezando por la izquierda, en sus inicios en la escuela Cèsar August. Foto: cedida por Ariadna Magriñá.  

—Trabajas, entre otras, con Ariadna Pujol, alero del Cadí La Seu.
Es un lujo hacerlo porque Ari es súper disciplinada, se adapta a todo y siempre quiere más y más. En la pista salta a la vista que es una inconformista nata. Llevo también a otras jugadoras y jugadores de baloncesto; al UE Vilassar de Mar, de Tercera; a nadadores y nadadoras; a practicantes de crossFit... 

—¿Cómo definirías el rol de base?  
La base es el brazo extensible del entrenador o entrenadora, pone orden y ordena, asume mucha responsabilidad y necesita estar muy concentrada. Somos pocas séniors en el equipo y trabajamos. Así que entre nuestra jornada laboral y el toque de queda... A veces no hacemos los entrenamientos completos y, aunque nos ejercitemos algún sábado, eso se nota. Afortunadamente, esta semana empezaremos a entrenar más tarde. Espero que acabemos el esprint final en las mejores condiciones físicas y mentales.  

Qué importante es la pausa en una base. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

—¿Cómo tratas de que tu peso en el grupo no se resienta por no poder estar siempre? 
No me puedo quejar porque he podido asistir a casi todos los entrenamientos. Dependiendo de mis horarios, llego justo o me he perdido algún físico y hago los ejercicios en casa. Mis motivaciones siempre son las mismas:  motivar; hablar, sobre todo cuando las cosas no van bien... No me siento descolgada de mi función, además... El equipo comparte la capitanía. Todas tenemos que ser capitanas y favorecer la unión y el compromiso.   

—Eres una capitana empática.  
Hombre, si no lo eres... [Risas].  

—No todas las capitanas lo son.  
Si no eres empática, no puedes ser una buena capitana. Necesitas liderar al grupo sin creerte ni sentirte mejor que nadie, animar y estar siempre al pie del cañón.  

—Los tiempos muertos de Albert Illa son muy pedagógicos y, a veces, parecen entrenamientos. En Viladecans os explicó un movimiento. 
Exacto. Albert Illa cuida el más mínimo detalle y nos insiste en que confía en nosotras y que tenemos que tener más confianza en la pista. Últimamente nos hacemos un poco pequeñas en el tramo final del partido y el rival nos supera.  

—¿Cómo se está adaptando al grupo Amy Syll
Súper bien. No hizo falta que la integrásemos: lo consiguió ella sola. Amy reconoce que tiene que explotar y mucho margen de mejora. Lo logrará seguro: es un 10 como jugadora y persona.  

Una mirada profunda. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 
 
—¿Yolanda Santiago fue tu primera entrenadora?
Tuve a diferentes entrenadores y entrenadoras, pero Yolanda siempre fue la coordinadora en la escuela. Crecí con ella de los cinco a los 12 años y siempre me ha dado grandes consejos. Me ha visto y me ha ayudado a crecer. Todavía mantenemos el contacto. 
 
—Diría que es el momento de la entrevista en el que más te brillan los ojos. 
¿Sí? [Sonríe]. Le estoy muy agradecida a Yolanda y al resto de personas que me han entrenado porque me han enseñado mucho y me han ayudado a ser quien soy como jugadora y persona.  
 
—¿Tardaste mucho en enamorarte del baloncesto? 
Empecé con cinco años y de aquella me habría apuntado a todo: fútbol, balonmano... [Risas]. ¡Me gustan todos los deportes! Comencé compaginando el baloncesto con el tenis y luego cambié de raqueta y competí en paddle en campeonatos de España y Catalunya. Cuando la cosa se puso seria, necesitaba más tiempo y entrenamientos, y había partidos que me coincidían con el baloncesto. Así que me quedé con el deporte de la canasta. No quise que el paddle fuese una simple afición porque a mí me encanta competir. [Risas]. 

"¡Justo me tapa Yolanda Santiago!" (Ariadna Magriñá). Foto: cedida por Ariadna Magriñá. 
   
—Tu primer equipo fuera de tu tierra, Tarragona, fue el Bàsquet Femení Sant Adrià, donde te entrenó Jordi Vizcaíno.  
Es quizás el técnico más exigente en los pequeños detalles y en general que he tenido. Muy, muy metódico. ¡Acababas muerta el entrenamiento! Te daba mucha caña. Fuera de la pista, Jordi Vizcaíno parece otra persona. Me llevaba bien con él. Es un gran entrenador.  

—No he sabido encontrarlo. ¿Con qué club fuiste campeona infantil de Catalunya? 
Realmente lo fui en el campeonato de colegios y con mi escuela, la Cèsar August. Yolanda era la coordinadora. También he sido campeona de Catalunya de paddle. Diría que también en infantil.     

Las mejores del campeonato de Catalunya de escuelas. La entrevistada es la segunda de arriba empezando por la derecha. Foto: cedida por Ariadna Magriñá.  

—El UE Mataró es un vivero de jugadoras (Ariadna Pujol, Laia Flores, Rosó Buch...). Hace algo más de un año volvió al club  Dani Poza, que ganó 53 títulos en 15 años con el Bàsquet Femení Sant Adrià.  
Contar con Dani Poza como director técnico del femenino tiene un valor incalculable: su trayectoria y sus conocimientos le avalan. Creo que, con el tiempo, logrará devolver al club donde estuvo y llevarlo a lo más alto. 

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