domingo, 7 de octubre de 2012

Vettel se recrea en Japón para ponerse en el cogote de un Alonso que abandona y Massa renace

El piloto de Red Bull reduce a cuatro puntos su desventaja con el asturiano y Felipinho, segundo, vuelve al podio dos años después

Massa y Vettel se felicitan tras el GP de Japón. 

Parece un tipo tímido, tranquilo y detallista. Un padre de familia discreto que se gana la vida pilotando un Ferrari y es apreciado en el paddock. Por eso Fernando Alonso y Michael Schumacher no dudaron en ponérselo en los hombros el 27 de agosto de 2006. Un acto de aprecio a Felipe Massa (São Paulo, Brasil, 1981), que acababa de lograr en Turquía su primera victoria en la Fórmula 1 en su temporada de estreno en la escudería de Maranello y teniendo como compañero de equipo a Schumi, el mejor piloto de todos los tiempos. A su pesar, Massa está acostumbrado a vivir aparcado de los focos, tanto que en la última carrera del Mundial de 2008, cuando se estaba jugando el título con Lewis Hamilton, algún diario publicó ese día entrevistas con el británico dando a entender que el brasileño no tenía nada que hacer. Pero Felipinho se hizo con la pole y ganó en Interlagos ante su público, aunque le sobró la última curva para coronarse campeón. Lo fue durante unos segundos, los que le duró la alegría de ser el rey. Hay quien olvida ese momento o que estuvo al límite de la muerte con su accidente en Hungaroring el curso siguiente. O en su reaparición fue segundo en Bahréin, un ejemplo de superación minimizado porque aquel día Alonso ganó en su estreno en Ferrari, que instaría carreras después a Felipinho a dejarse adelantar en Hockenheim cuando iba primero. De aquel 2010 databa el último podio de Massa, de Corea del Sur, de dos años. Hacía 35 carreras que Felipinho anhelaba ese momento y llegó en Suzuka, en un día nefasto para Alonso, a quien vio hacer un trompo a su izquierda después de que Kimi Raikkonen le embistiese por detrás y el asturiano pinchase después una rueda. Un regalo para Sebastian Vettel, que no tuvo problemas para continuar con la primera posición que atesoraba desde la calificación y reducir a sólo cuatro puntos la diferencia con Alonso por el liderato. Resultó un recreo para Vettel y agua bendita para Massa, segundo y muy cariñoso con Kamui Kobayashi. Fue el primero en ir a felicitar dándole en el casco al japonés, emocionado por su primer podio en el Gran Circo y en el gran premio de su país.

Massa se contuvo hasta que le dieron la copa como segundo clasificado. Entonces se saltó el protocolo y se bajó un momento del podio para jugar con la botella de champán, antes de que le entrevistara Jean Alesi, un ex Ferrari que le felicitó –“estoy feliz por ti, Felipe”–. “Estoy contento porque he podido evitar los accidentes –pudo esquivar el de Grosjean, otra vez él, con Mark Webber–”, reconoció Massa, hábil para colocarse ya cuarto en la segunda vuelta después de salir décimo y ganarse el segundo puesto alargando dos giros la primera parada para sacar el máximo partido a las gomas blandas y superar a Jenson Button, cuarto y de nuevo con problemas en la caja de cambios –estrenaba una nueva tras romperla en Singapur–, y a Kobayashi. El piloto japonés, que dio a Sauber sus primeros puntos desde el triunfo de Pastor Maldonado –octavo en Suzuka–, empezó a perder comba con Massa después de que éste encadenase dos vueltas rápidas, en las vueltas 20 y 21. Justo antes de que Checo Pérez, el piloto que tanto había sonado para sustituir al brasileño en Ferrari el curso que viene, cometiese un error y tuviese que abandonar, con lo que Felipinho le adelanta en la general y se coloca noveno. Otro empujón más para ganarse su renovación con Ferrari, dada por imposible durante casi toda la temporada por gran parte de prensa y aficionados. Tampoco le ayudó su inicio, con dos puntos en las cinco primeros carreras. En las cinco últimas acumula 46 de sus 69 puntos. 

Un mini campeonato

El momento en el que Massa hizo su segunda y última parada Alonso hablaba ante los medios con un discurso histórico –“llevo años a 50 puntos del primero y ahora estoy con cuatro puntos más”–, políticamente correcto –“creo que Raikkonen me tocó por detrás y pinché”–, optimista –“me tomo estas últimas cinco carreras como un mini campeonato, a ver quién lo hace mejor”– y dando una de cal y una de arena a Massa, a quien nunca ha considerado como rival desde que pilota en Ferrari –“creo que son un poco las casualidades de la carrera que Felipe esté segundo. Gente con coches mejores no han dejado de cometer errores (…) [El segundo puesto] es gracias al buen trabajo de Massa”–.

La antítesis de Alonso era Vettel, eufórico tras su segunda victoria consecutiva y la tercera de la temporada, las mismas que el asturiano y Hamilton, quinto días después de anunciar su compromiso con Mercedes, que ya no contará con Schumacher, quien se retirará a final de temporada y confluyó 11º después de salir 23º. Está contento con la remontada de su amigo Vettel, que le ha recortado 35 puntos a Alonso en dos citas y quedan 125 puntos en juego: “No sé qué puede pasar en las próximas carreras”. 
             

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