Suárez festeja una jugada - ACB Photo - Ángel Martínez. |
Eufórico después de su trabajada clasificación para la Final Four de la Euroliga, el Madrid completó una semana fantástica venciendo al Barça, el rival que más le ha frustrado en los últimos tiempos y al que no ganaba en competición ACB desde hacía 1.079 días. El Barça aterrizó en Madrid con un balance global acumulado de victorias de 14-2 y se fue perdiendo por 77-72 en la prórroga su cuarto partido consecutivo. Lastrados por las bajas y por el bajo rendimiento de Ricky Rubio (0/5, -4), los azulgrana están pasando su peor bache en mucho tiempo y ahora comparten el liderato de la Liga ACB con el conjunto de Molin.
Llegados a este tramo de la temporada, con Navarro de baja temporal y sin Mickeal hasta el año que viene si todo va bien, el Barça se ha bloqueado, ilusionado como estaba en jugar su final de Euroliga en el Sant Jordi, frustada en una serie mal jugada. Al grupo le despistan las cuestiones extradeportivas, como el criterio arbitral ante el Panathinaikos, o se queda blanco e indefenso por momentos, caso de Morris durante todo el partido y especialmente en el último cuarto, cuando cometió tres personales en poco más de medio minuto a Reyes y a Tomic. Los azulgrana echan en falta un director que dirija, pues Sada juega menos y Ricky continúa anclado en los peores números de su carrera: tira con miedo y, como reconocía en una entrevista de Luis Mendiola en El Periódico de Catalunya, "empiezas a dudar, a esconderte un poco". A pesar de todo, los azulgrana tuvieron la última posesión para ganar el partido sin llegar a la prórroga, pero el tiro de Vázquez se quedó corto. En los cinco minutos de más a los azulgrana les penalizó que a Ingles, capital para que su equipo remontase, se le escapase una pelota ante Tomic cuando pretendía penetrar ante Tomic, tan escurridizo y decisivo en el epílogo como Prigioni y Suárez.
La pareja Suárez-Llull
La sensación es que el Madrid ha reducido su distancia con respecto al Barça desde la final de la Copa del Rey, disputada hace casi dos meses y ganada con menos facilidades de las habituales por los azulgrana, privados como ahora de Mickeal, entonces por decisión técnica, por no llegar muy justo a la cita después de superar una lesión. El conjunto blanco se ha quitado los complejos contra un rival que casi siempre le sacaba los colores y puso de vuelta y media al quinteto inicial de Xavi Pascual, una formación más anotadora que defensiva. Un juguete divertido para Suárez y Llull, dos jugadores que congenian de maravilla en la pista. Suárez hacía cuanto quería ante Anderson, al que le sacó una personal y una antideportiva de impotencia. Total, que el Madrid se puso 15-6 cuando no se llevaban ni tres minutos jugados. Pascual no perdió el tiempo calculando cuántos puntos iba a encajar su equipo con esa progresión e hizo un triple cambio, primando la defensa y la velocidad por encima de los centímetros.
Así, desde la defensa, los rebotes de Vázquez y los contraataques de Lakovic y sobre todo de Grimau, omnipresente, los visitantes consiguieron empatar a 17 antes de acabarse el primer cuarto. Los azulgrana jugaban por fin como más les convenía, pero de nuevo empezaron a ver el aro minúsculo, obligados a probar suerte desde lejos por la agobiante defensa del Madrid, bloqueado también en ataque. El parcial del segundo cuarto (12-10) resultó horrible, aunque no tanto como el registrado en ese período en el Blancos de Rueda Valladolid- CB Granada (0-13). La mejor defensa (o el peor ataque, según se mire) desde que en 2000 se instaurasen los cuatro cuartos.
Igualdad
El Madrid se escapó de diez puntos (29-19) y Lakovic redujo la distancia a la mitad en un instante, pero de nuevo Llull, desatado, volvió a tranquilizar a los locales, que se fueron a los vestuarios con 34-29 a favor y vieron como en el inicio de la segunda parte se igualaban las cosas con un duelo personalizado entre Tomic y Perovic. Y una mala noticia para el encuentro: la retirada de Llull por un pinchazo en el isquiotibial de la pierna derecha. El jugador había sido duda hasta el último momento porque había acabado tocado el partido de Euroliga ante el Power Electronics Valencia.
Suárez y Reyes cogieron la responsabilidad del Madrid para distanciar al conjunto de Molin (50-41 a los 19m 15s), pero cuando peor pintaban las cosas surgió un brillante Ingles con 12 puntos en nueve minutos y Anderson, muy precipitado hasta entonces, incluso metió la canasta que ponía por delante a los visitantes (62-64) a 16'8 segundos. El Madrid empató con una canasta solo de Tomic. A Vázquez se le quedó corto el tiro para impedir la prórroga y a su equipo le sobró el tramo final del tiempo extra, repleta de tiros libres y con sólo dos canastas en juego.
REAL MADRID 77 (22+12+16+14+13): Prigioni (8), Llull (12), Suárez (19), Reyes (8) y Tomic (17) –quinteto inicial–, Velickovic (3), Begic, Tucker (4), Fischer (1), Mirotic (5) y Vidal. BARÇA 72 (19+10+14+21+8): Rubio, Anderson (12), Ingles (14), Lorbek (11) y Perovic (6) –quinteto inicial–, Morris (2), Grimau (12), Sada (5), Vázquez (4) y Lakovic (7). Árbitros: Pérez Pizarro, García González y Martínez Díez.
Llegados a este tramo de la temporada, con Navarro de baja temporal y sin Mickeal hasta el año que viene si todo va bien, el Barça se ha bloqueado, ilusionado como estaba en jugar su final de Euroliga en el Sant Jordi, frustada en una serie mal jugada. Al grupo le despistan las cuestiones extradeportivas, como el criterio arbitral ante el Panathinaikos, o se queda blanco e indefenso por momentos, caso de Morris durante todo el partido y especialmente en el último cuarto, cuando cometió tres personales en poco más de medio minuto a Reyes y a Tomic. Los azulgrana echan en falta un director que dirija, pues Sada juega menos y Ricky continúa anclado en los peores números de su carrera: tira con miedo y, como reconocía en una entrevista de Luis Mendiola en El Periódico de Catalunya, "empiezas a dudar, a esconderte un poco". A pesar de todo, los azulgrana tuvieron la última posesión para ganar el partido sin llegar a la prórroga, pero el tiro de Vázquez se quedó corto. En los cinco minutos de más a los azulgrana les penalizó que a Ingles, capital para que su equipo remontase, se le escapase una pelota ante Tomic cuando pretendía penetrar ante Tomic, tan escurridizo y decisivo en el epílogo como Prigioni y Suárez.
La pareja Suárez-Llull
La sensación es que el Madrid ha reducido su distancia con respecto al Barça desde la final de la Copa del Rey, disputada hace casi dos meses y ganada con menos facilidades de las habituales por los azulgrana, privados como ahora de Mickeal, entonces por decisión técnica, por no llegar muy justo a la cita después de superar una lesión. El conjunto blanco se ha quitado los complejos contra un rival que casi siempre le sacaba los colores y puso de vuelta y media al quinteto inicial de Xavi Pascual, una formación más anotadora que defensiva. Un juguete divertido para Suárez y Llull, dos jugadores que congenian de maravilla en la pista. Suárez hacía cuanto quería ante Anderson, al que le sacó una personal y una antideportiva de impotencia. Total, que el Madrid se puso 15-6 cuando no se llevaban ni tres minutos jugados. Pascual no perdió el tiempo calculando cuántos puntos iba a encajar su equipo con esa progresión e hizo un triple cambio, primando la defensa y la velocidad por encima de los centímetros.
Así, desde la defensa, los rebotes de Vázquez y los contraataques de Lakovic y sobre todo de Grimau, omnipresente, los visitantes consiguieron empatar a 17 antes de acabarse el primer cuarto. Los azulgrana jugaban por fin como más les convenía, pero de nuevo empezaron a ver el aro minúsculo, obligados a probar suerte desde lejos por la agobiante defensa del Madrid, bloqueado también en ataque. El parcial del segundo cuarto (12-10) resultó horrible, aunque no tanto como el registrado en ese período en el Blancos de Rueda Valladolid- CB Granada (0-13). La mejor defensa (o el peor ataque, según se mire) desde que en 2000 se instaurasen los cuatro cuartos.
Igualdad
El Madrid se escapó de diez puntos (29-19) y Lakovic redujo la distancia a la mitad en un instante, pero de nuevo Llull, desatado, volvió a tranquilizar a los locales, que se fueron a los vestuarios con 34-29 a favor y vieron como en el inicio de la segunda parte se igualaban las cosas con un duelo personalizado entre Tomic y Perovic. Y una mala noticia para el encuentro: la retirada de Llull por un pinchazo en el isquiotibial de la pierna derecha. El jugador había sido duda hasta el último momento porque había acabado tocado el partido de Euroliga ante el Power Electronics Valencia.
Suárez y Reyes cogieron la responsabilidad del Madrid para distanciar al conjunto de Molin (50-41 a los 19m 15s), pero cuando peor pintaban las cosas surgió un brillante Ingles con 12 puntos en nueve minutos y Anderson, muy precipitado hasta entonces, incluso metió la canasta que ponía por delante a los visitantes (62-64) a 16'8 segundos. El Madrid empató con una canasta solo de Tomic. A Vázquez se le quedó corto el tiro para impedir la prórroga y a su equipo le sobró el tramo final del tiempo extra, repleta de tiros libres y con sólo dos canastas en juego.
REAL MADRID 77 (22+12+16+14+13): Prigioni (8), Llull (12), Suárez (19), Reyes (8) y Tomic (17) –quinteto inicial–, Velickovic (3), Begic, Tucker (4), Fischer (1), Mirotic (5) y Vidal. BARÇA 72 (19+10+14+21+8): Rubio, Anderson (12), Ingles (14), Lorbek (11) y Perovic (6) –quinteto inicial–, Morris (2), Grimau (12), Sada (5), Vázquez (4) y Lakovic (7). Árbitros: Pérez Pizarro, García González y Martínez Díez.
3 comentarios :
Encontrarse a un rival desmoralizado y con la sensación de que si el Madrid ganara la Copa de Europa en Barcelona habrán hecho "la década" a nuestra costa... esa es la receta...
Qué tal tío!?!? cómo te va?!?! un abrazo crack!
La verdad que elMadrid sufrioperoalfin vencio a un barça que le comia lamoral, labajadeNavarro ha sido clave y que ricky este desaparecido
@Fujur ¡Cuánto tiempo crack! Pues muy liado con el trabajo, pero contento. ¿Tú qué tal? Estando mal el Barça no estuvo tan lejos, pero es evidente que las cosas se han igualado mucho en los últimos meses. el tramo final será apasionante. A ver qué sucede en la FF de Barcelona.
@jairo. Totalmente de acuerdo. Y el bajo rendimiento de Morris, la hiperactividad de Anderson... Demasiadas cosas. Un saludo!
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