Jose Antonio Molinuevo, Laura Pardo y Made Urieta retratan a la tesorera, jefa de prensa, aficionada y secretaria del conjunto vitoriano, que reflexiona sobre su cometido
Amaia Castresana y Laura Pardo en el homenaje a la capitana del Araski por sus 100 partidos en Liga Femenina Endesa. Foto: Araski. |
Toni Delgado (ToniDelgadoG)
—He descubierto que no tengo tantas fotos suyas y no encuentro la única en la que salía sola... Amaia está en todos los sitios y la tenemos controlada en pocos –me cuenta Jose Antonio Molinuevo.
Amaia Castresana (Vitoria-Gasteiz, 1989), tesorera, jefa de prensa, aficionada y secretaria del Araski, es una todoterreno feliz que desprende bondad y que, como cantarían Álex y Christina, haces ¡chas! y aparece a tu lado.
Tiene la rapidez de una velocista y la naturalidad de una malabarista. "Es el disco duro del Araski, una biblioteca humana que recuerda todos los datos y fechas, y te saca de cualquier duda o aprieto. Se anticipa al error", la retrata Made Urieta, entrenadora del primer equipo. Castresana es el "nexo" de los departamentos del club (deportivo, marketing, administración y presidencia).
¿Que hay que pedir los autobuses para el primer equipo y para la cantera? ¿Cuentas y pagos? ¿Papeleo? Amaia. ¿Que se necesitan más productos oficiales del club, como camisetas, bufandas...? Amaia, que en los partidos del sénior en Mendizorrotza se multiplica todavía más: ayuda en el bar, en las taquillas, colocando la publicidad... Siempre se encarga de la página web —"No soy periodista. Las crónicas son de Olga Jiménez, de El Correo"— y de las redes sociales, en las que durante el confinamiento nos proponen sopas de letras, encontrar las siete diferencias entre dos imágenes, directos con las jugadoras en Instagram...
Fíate de quien te abrace como Amaia Castresana a María Asrumendi. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. |
"Hago de todo menos vestirme de corto. Nunca he jugado en un equipo, sólo en el patio y en los 3x3 que organizaba el Baskonia", cuenta Amaia Castresana. Siempre lo hizo con su mejor amiga, Laura Pardo, Laupa, ahora capitana del Araski. "¡Todo el año esperábamos esos 3x3! Era el único momento en el que sentías que competías, pues en nuestro cole no había equipo de chicas. De hecho, yo no empecé a jugar hasta los 13 en el [Club de Baloncesto] Araba". Amaia, Laupa y otras dos compañeras de clase se lo pasaban pipa en un torneo que empezaba el sábado y su objetivo era llegar al domingo. "Que conste que alguna vez lo conseguimos. Nunca alcanzamos la final. Había nivel", matiza Laura Pardo.
Laupa y Amaia son uña y carne. Se conocieron a los tres años y desde los seis, y salvo un par de paréntesis, han compartido pupitre en la ikastola, el instituto y la universidad. Pupitre y algo más. "Algún examen lo hemos hecho a la par...", reconoce, entre risas, Laura Pardo, que también ha estudiado Empresariales y ADE (Administración y Dirección de Empresas).
"Siempre buscamos lo mejor para el club y, claro, te llevas disgustos, te comes la cabeza... Es nuestra vida", confiesa Amaia Castresana. Defiende que el Araski se está ganando el aprecio de otras aficiones por su humildad. Quizás también por su ritmo.
Fiestas de la Blanca 2016 "cuando tiramos el txupinazo junto a Gaztedi". Foto: Jose Antonio Molinuevo. |
Viajamos en el tiempo, aunque no demasiado: viernes 16 de febrero de 2017, Fontajau, Girona. El Uni Ferrol y el Araski compiten por una plaza en semifinales. Es la primera vez en muchos años que la Copa de la Reina reúne a más de cuatro equipos.
Amaia está en primera fila. El partido está a punto de acabar o ya ha finalizado. De repente, se le ocurre algo: "Vamos a girarnos y a saltar y bailar". La grada le hace caso. Las jugadoras le hacen caso. Afición y equipo se mimetizan. Parece hasta ensayado. El baile, inspirado en los de las aficiones del Baskonia y del Alavés, se populariza.
"Estábamos en nuestra primera Copa y surgió el '¡lolololo!', una canción y un baile que nos fusionó con las jugadoras. ¡Y ganamos el partido! ¡Qué bien lo pasamos! Sin diversión, nada de esto tendría sentido", interviene Jose Antonio Molinuevo, jefe de expedición y pieza clave en la logística en Mendizorrotza y enlace con las instituciones y patrocinadores. Su hija Cristina, alero del primer equipo.
El famoso baile del Araski en la Copa de la Reina de Girona. Ahí empezó todo. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. |
"Nos costaría mucho suplir a Amaia por sus conocimientos y porque atiende a las más de 200 txikis [niñas] y a sus familias. También se relaciona con la afición. Conoce todos los entresijos del club, pero nunca la verás filtrar nada. A mí me ayuda mucho", añade Jose Antonio Molinuevo. "Aunque el delegado asume bastantes tareas, soy un poco el nexo con las jugadoras, más allá de quien les paga, les proporciona los pisos, los coches... Nos esmeramos en que estén cómodas en sus ocho meses en Vitoria", interviene Amaia Castresana.
"Cada año damos un paso adelante en la pista y fuera, siempre despacito y pensando, sobre todo, en las txikis, las peques que vienen de abajo. Los pantalones les llegan a las rodillas y botan el balón con una ilusión...", cuenta, orgulloso, Jose Antonio Molinuevo. El objetivo es que cada vez haya más jugadoras alavesas en el primer equipo y que, como ya pasa, acuda más gente a Mendizorrotza. El Araski, familiar y humilde, sueña con los pies en el sueño, promete lo que puede dar y apuesta por la gente de la casa. Made Urieta, la entrenadora, Ioseba Koldo Redondo, su ayudante, y Olatz Fernández, el fisioterapeuta, han estado en todos los partidos en Liga Femenina Endesa.
Algunos, y por lesión, se ha perdido la capitana, Laura Pardo, autora de un triple eterno en la última Copa de la Reina. "¡Un momentazo! Y más especial porque lo metió Laupa. Según me han contado, Amaia se puso a saltar en la grada. Fue una de las primeras en aparecer en la pista cuando ganamos para abrazarnos, hacer fotos y vídeos", expone Made Urieta.
La realidad define la omnipresencia de Amaia Castresana: "En ese momento estaba abajo grabando a la afición. Tampoco puede celebrar el triple, pero sentí un enorme orgullo porque fuese Laupa quien metiese una canasta tan importante". La decisiva para doblegar en la prórroga al Gernika en cuartos de final.
El Triple de Laura Pardo. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. |
—¿Cuántas veces le has dicho esta temporada a Laura Pardo que tire? –le pregunto a Made Urieta.
—Seguramente demasiadas. Es la interior con mejor puntería y me habría gustado que sacase más esa confianza. Pero, bueno, la tuvo en un momento muy decisivo de un partido clave.
—La de veces que Made y tus compañeras te han pedido que lanzases más y para una vez que no lo hacen... Vas y la metes –le comento a Laura Pardo. Se ríe.
—Teníamos varias jugadoras eliminadas y estábamos bajo mínimos... Cuando vi que me la iban a pasar y que estaba sola, supe que tenía que tirar y lo hice convencida. Es, hasta ahora, uno de los momentos más especiales de mi carrera.
Después del partido, hubo abrazo con Amaia Castresana, claro.
—Fue muy especial. Amaia sabe cuánto trabajo había detrás de ese triple y yo, cuántos ánimos y fuerzas me ha regalado.
—¿Os dijisteis algo o ya hay tanta intimidad, confianza y amistad que sobran las palabras?
—Sobran las palabras. Es más: creo que en ese momento a ninguna nos salían... ¡El abrazo lo dijo todo!
Silenciosa y siempre atenta. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. |
Con una mirada se comunicaron en otro momento para siempre, el homenaje a Laura Pardo, en la 20ª jornada, en Mendizorrotza y ante el CD Ibaeta, por sus 100 partidos en Liga Femenina Endesa con el Araski. "Esperaba que tuviesen algo preparado, pero no sabía quién me daría el premio y cuando vi que salía Amaia... ¡Pensé que le habían hecho una encerrona! Fue muy bonito", recuerda Laupa.
Así lo recuerda Made Urieta.
—En la reunión semanal de la junta directiva le dije: "Oye, Amaia, eres tú quien tiene que entregarle a Laupa la camiseta conmemorativa por sus 100 partidos. Habéis crecido con el club juntas. Es tu amiga". Amaia aceptó: es muy tímida, pero no se achanta con nada. La idea era que también saliese la presi, pero Iratxe [Rodríguez] dio un paso atrás, un detalle que habla muy bien de ella. A la presi tampoco le gustan los protagonismos.
Dos amigas inseparables. Foto cedida por Laura Pardo. |
"Se me pone la piel de gallina recordando ese momento... Era un homenaje tan merecido... Laupa es mucha Laupa", expone Amaia Castresana, cuyo primer "sueldo" en el Araski fueron unos créditos de libre elección para terminar la carrera.
"No sé si conozco a una persona que necesite menos protagonismo y que trabaje tan bien como Amaia. Es una currante silenciosa", defiende Made Urieta: "¡Nos encanta discutir! A veces Amaia se levanta cruzada y como sabe cómo enfadarme... Pero yo también sé sus secretos... [Risas]. Me lo paso muy bien con ella".
—Laupa, ¿por qué le darías las gracias a Amaia? –le pregunto a Laura Pardo.
—Por estar siempre ahí.
—¿Es tu fan número 1?
—Sí, pero yo también de ella.
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