Cronómetro de Récords entrevista a la entrenadora del Araski
Made Urieta en la Copa de la Reina de Salamanca. Foto: Alberto Nevado / FEB. |
Toni Delgado (@ToniDelgadoG)
Cuántas vidas cambian personas como Made Urieta (Amurrio, 1981), exigentes y generosas al límite con el resto. "A veces no soy muy políticamente correcta. Digo lo que pienso. No sé mentir", se define la entrenadora del Araski.
—Tu tercer apellido sería Confianza. Se la transmites a las jugadoras, a quienes permites equivocarse. No es, para nada, lo habitual.
La única manera de transmitir confianza es sentirla. Cuando les digo a las jugadoras que confíen en ellas es porque yo también lo hago. La confianza te lleva a equivocarte y somos un equipo de muchos errores, pero creo que ése es el camino para que den lo mejor de sí mismas.
—¿Eres una poli buena y mala a la vez?
Puede ser... Bueno... Sí, soy una poli buena y mala. Tengo mucho carácter, pero también soy una entrenadora con la que las jugadoras pueden hablar. Eso hace que cuando me enfade y quizás me pase, me lo perdonen. Todo el mundo tiene días malos.
—Esta temporada habéis formado un grupo súper unido. ¿El mejor a nivel humano que has tenido en el Araski?
No nos podemos quejar: nuestros equipos siempre han sido sanos y no han tenido grandes conflictos. Quizás este año haya sido más fácil por el idioma: había muchas nacionales y casi todas las extranjeras dominaban el castellano.
—Antes de fichar a una jugadora estudiáis cómo es como persona. ¿Hasta con cuántos testimonios has llegado a hablar sobre alguna?
No tengo ningún récord. Hay jugadoras sobre las que no hace falta informarte mucho porque ya ves cómo son y qué transmiten. Analizas más las redes sociales de las extranjeras para ver qué fotos y comentarios publican, si comentan sus estadísticas individuales... Para mí es vital que quien venga se adapte al grupo y lo respete. No es necesario que sea amiga del resto.
—Tenéis una puntería notable con los fichajes.
Iciar García, nuestra coach mental, nos ayuda una barbaridad comentándonos qué le transmiten las fotos y los vídeos. Solemos ir a lo seguro y apostar por jugadoras con experiencia en la Liga Femenina Endesa o en Europa. Con Briana Roberson, americana, nos la jugamos, pues era el segundo año en Europa y no lo había hecho muy bien el anterior. Y es un escándalo de niña: ojalá cuando tenga una hija sea como Briana...
—¿María Asurmendi es la base con la que más te has mimetizado? En la Copa de la Reina de Salamanca compartíais hasta postura corporal.
He tenido la suerte de haber entrenado a muchas jugadoras con las que he tenido una conexión especial. Si tuviera que quedarme con dos, una sería Cecilia Liñeira, que no era base, pero lo era por su control del juego: marcó un antes y un después en mí como entrenadora. Me hacía todo mucho más fácil porque cuando el equipo no está trabajando bien le mete caña con su ejemplo. La otra sería María Asurmendi. Nunca había conectado tanto con una jugadora como con María Asurmendi en la última Copa de la Reina [en Salamanca]. Nos bastaba una mirada para entendernos: llegamos al nivel máximo de confianza y comunicación. A ella le gusta mucho hablar con quien la dirige, es muy madura y te lo da todo. Siempre había querido contar con una base con la que tener esa relación. Ojalá pueda seguir disfrutándola la próxima temporada.
—No recuerdo haber visto antes a una jugadora y a una entrenadora hablando agachadas...
Me hizo mucha ilusión ver que habías retratado esos momentos. ¿Sabes? A mí siempre me gusta estar a la altura de la jugadora con la que hablo. Si se agacha, yo también lo hago. Es importante importante mirarle a los ojos y transmitirle esa cercanía. Tania Pérez se pone las manos en las rodillas y yo suelo agacharme así. Otras lo hacen de otra manera.
Made Urieta y María Asurmendi en la Copa de Salamanca. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. |
—Más allá de sus cualidades tácticas y técnicas, Tania Pérez transmite que se dejará el alma, y eso atrae.
[Sonríe]. Siempre había tenido en el punto de mira a Tania Pérez: traspasa la cancha. En el fondo, te está diciendo: "No sé si ganaremos o no, pero lo daré todo para vencer". Es una gozada trabajar con ella porque es súper ambiciosa, profesional... Como hablábamos antes, soy un poco poli buena y poli mala, y me gusta poner a prueba a las jugadoras... Y en todas las que le he puesto a Tania para sacarla de sus casillas ha sacado un 10.
—¿Qué tipo de pruebas?
Me las guardo... [Risas]. Son tonterías que sirven para sacarlas un poco de quicio y ver cómo reaccionar y de qué pasta están hechas.
—No habéis hecho ERTE pese a la crisis del coronavirus.
Seguramente si el estado de alarma se hubiese decretado con bastantes más partidos pendientes, nos tendríamos que haber planteado otras medidas. Pero con lo que quedaba, y por cómo ha ido la temporada, el ERTE estaba fuera de lugar. Cada club tiene su situación: me consta que otras entidades también han tomado la misma solución.
—¿Ves factible una Liga Femenina Endesa de 16? [La entrevista fue un par de horas antes de que se anunciase que no habrá descensos y sí dos ascensos].
No sé si muchos equipos podremos asumir el coste de un mes más de competición tal y como está la situación económica. ¿Cuándo abrirán las instalaciones para entrenarnos? ¿Cuándo podrá haber público en los partidos? Sin el dinero del abono ni de las entradas... Todos tendremos menos presupuesto porque la aportación de los patrocinadores e instituciones será menor. La temporada tendrá una fecha límite de fin por el Eurobasket y los Juegos Olímpicos... Hay que pensar en la salud de las jugadoras, sin vacaciones de Navidad...
—¿Qué puntos a favor verías en una Liga Femenina Endesa de 16 equipos?
Era, seguramente, uno de los próximos pasos. Aunque no sé si éste sería el mejor año...
—Hay plantillas de la Liga francesa que están cerradas o casi, aunque allí los presupuestos son muy diferentes.
Aquí también hay bastantes movimientos. Son momentos para ver vídeos y analizar bien el mercado para intentar tomar buenas decisiones, aunque, por la situación, es complicado que ya sean definitivas.
—Pero vuestra idea es mantener la base del equipo.
Tal cual. Hemos hablado con jugadoras. Si pudiera, renovaría a toda la plantilla: son la bomba y trabajan muy bien. Algunas tienen ofertas superiores y habrá que valorar muchos detalles.
—"Gracias" sería una de las palabras que mejor definirían a Izar Bedia. O eso me transmitió.
Exacto. Es una grandísima anfitriona para las júniors que suben con el Primera Nacional, para cualquiera, y eso es impagable. Izar es muy agradecida y siente y disfruta con todo lo que hace. Tania [Pérez], María [Asurmendi], Laupa [Laura Pardo], [Laura] Quevedo, Tamara [Seda]... Todas han hecho que Izar esté muy a gusto cuando viene a entrenarse con nosotras y va convocada a un partido.
El empujoncito de Made Urieta a Izar Bedia en el último Open Day Liga, en Zaragoza. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. |
—¿Raquel Carrera es la jugadora joven más inteligente a la que has entrenado?
Es un tesoro. Su increíble lectura de juego habla muy bien del trabajo con ella de Cristina Cantero, Carlos Colinas o Mario en el Celta. Ha sido excelente, y yo he tenido la suerte de continuarlo. Raquel tiene un juego sin balón, una capacidad de salto, una intuición para saber dónde va a caer el balón... Todo el mundo habla tan bien de ella que a veces casi me tocaba hablar mal con ella para que nunca deje de tener esa humildad.
—Es difícil que cambie.
Lo veo complicado. Su familia y ella tienen los pies en el suelo. Raquel Carrera es la primera que es consciente de que hoy te sale todo bien, eres una promesa y todo el mundo te quiere, y mañana estás acabada. El Valencia Basket es un excelente lugar para que continúe su crecimiento. Ha sido muy agradable haber trabajado con ella.
Raquel Carrera llevando en los hombros a su compañera Izaskun Garcia, lesionada. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. |
—La cesión de Raquel Carrera en el Araski era por una temporada y firmó cinco por el Valencia Basket. ¿Vais a intentar que se quede otra?
¡Por supuesto! [Sonríe]. Lo estamos luchando y... ¡Ojalá lo consigamos! Es muy difícil encontrar una jugadora que toque tantas teclas como Raquel Carrera.
—En el Celta apuestan mucho a las jóvenes.
Y tanto. Cuando estás creciendo necesitas que te dejen equivocarte, y en Liga Femenina 2 Raquel Carrera hacía cosas muy bien, pero también cometía muchos errores. Tiene muchas ganas de aprender y no se cansa de trabajar. Ojalá su techo sea infinito.
—¿Bernat Canut, del Cadí La Seu, es el entrenador de la Liga Femenina Endesa con el que sientes más identificada?
Sin duda. Bernat me transmite mucho la confianza que quiero comunicar a mis jugadoras. Está haciendo un trabajo excelente. Me parece que también que va muy de cara y que busca y consigue las jugadoras disfruten.
Enlaces relacionados
No hay comentarios :
Publicar un comentario