Vettel festeja su triunfo en el circuito de Albert Park -EFE. |
En su intento por dinamizar las pruebas, la FIA ha apostado por una de medidas para fomentar más adelantamientos y favorecer el espectáculo. Entre ellas destaca el cambio de neumáticos, cuyo proveedor ya no es Bridgestone, sino Pirelli, y que se desgastan con más facilidad que antes. “En invierno temíamos que las carreras fueran locas”, concedió en referencia a esta modificación Sebastian Vettel (Heppenheim, Alemania, 1987), que empezó el Mundial de 2011 como concluyó el de 2011, con un triunfo incontestable (el 11º de su trayectoria) y sin necesidad de utilizar el KERS ni el DRS, el alerón móvil que ayuda a superar a otro monoplaza: “eso me hace feliz”. El alemán rompió la mala racha de Red Bull en el GP de Australia, donde nunca había logrado ni un podio, y la personal, pues el curso pasado tuvo que abandonar cuando iba líder destacado. Así que el estreno del RB7, al que Vettel ha bautizado como Kinky Kylie (pervertida Kyle), en honor a la cantante de apellido Minogue–. El actual campeón tiene el costumbre de poner nombres a sus coches: en 2009 a su primer Red Bull le puso Dirty's Sister (la hermana guarra de Kate) y a los dos siguientes Luscious Liz (seductora Liz) y Randy Mandy (Mandy la caliente). Bautizos peculiares para un tipo singular al que acompañaron en el podio Lewis Hamilton, segundo, y el sorprendente Vitaly Petrov, tercero, que como en la última carrera del año pasado en Abu Dhabi volvió a ser un muro para Fernando Alonso, debilitado por una salida horrorosa y cuarto como en 2010.
Alonso justificó su error amparándose en que Petrov se había metido “por dentro” y había echado por “el exterior” a Jenson Button, sexto en el Albert Park, y que había sido éste el que le había hecho recular: “me quedé en el lugar equivocado en la salida”. El piloto de Ferrari bajó de la quinta a la novena de posición y fue superado por su compañero Felipe Massa, al que como no volvió a no incluir entre sus rivales, no se sabe si por haber hablado en plural o por no considerarlo como un adversario potencial. Gracias a Massa, séptimo, se pudo ver el rendimiento del DRS, utilizado por un persistente Button en su quinto intento fallido por superar a Felipinho, que, fantástico, aguantó los ataques hasta la undécima vuelta, aunque Button le superó cogiendo un atajo ilegal y fue sancionado con un pase y siga. A partir de entonces empezó el baile en boxes y Vettel cambió neumáticos por blandos como los Ferrari, mientras que su compañero Mark Webber, quinto en su casa, y conejillo de indias para McLaren, que le hizo poner los duros. Apenas le duraron al australiano, que nada más alcanzar la línea de meta se paró. O su motor, vacío, le hizo detenerse.
Alonso justificó su error amparándose en que Petrov se había metido “por dentro” y había echado por “el exterior” a Jenson Button, sexto en el Albert Park, y que había sido éste el que le había hecho recular: “me quedé en el lugar equivocado en la salida”. El piloto de Ferrari bajó de la quinta a la novena de posición y fue superado por su compañero Felipe Massa, al que como no volvió a no incluir entre sus rivales, no se sabe si por haber hablado en plural o por no considerarlo como un adversario potencial. Gracias a Massa, séptimo, se pudo ver el rendimiento del DRS, utilizado por un persistente Button en su quinto intento fallido por superar a Felipinho, que, fantástico, aguantó los ataques hasta la undécima vuelta, aunque Button le superó cogiendo un atajo ilegal y fue sancionado con un pase y siga. A partir de entonces empezó el baile en boxes y Vettel cambió neumáticos por blandos como los Ferrari, mientras que su compañero Mark Webber, quinto en su casa, y conejillo de indias para McLaren, que le hizo poner los duros. Apenas le duraron al australiano, que nada más alcanzar la línea de meta se paró. O su motor, vacío, le hizo detenerse.
Desastre para Mercedes y descalificación para los Sauber
Pero para mal fario el de Mercedes, que en una vuelta, de la 23ª a la 24ª, tuvo que digerir el abandono de sus dos pilotos, algo que no le sucedía desde la temporada 1955. Michael Schumacher ya se había tocado con Jaime Alguersuari (11º) en el primer giro y Nico Rosberg fue envestido por Rubens Barrichello, en una acción propia de Ben-Hur por el brasileño fue castigado con un drive through. El premio al mejor debutante en el Mundial recayó, en un primer momento, en el mexicano Sergio Pérez, séptimo y capaz de completar los 58 giros del circuito de Albert Park haciendo una única parada y “sin ir al límite” con su Sauber en un trazado tan exigente para los frenos, con rectas cortas y una constante repetitiva: aceleración y freno. Pero horas después la FIA decidió descalificar a Pérez y a su compañero Kamui Kobayashi porque los alerones de los Sauber traseros eran más planos de lo permitido. Así que el mejor rookie fue finalmente el británico Paul di Resta, de Force India (10º), mientras que el belga Jerome d'Ambrósio, 14º y penúltimo de los que consiguieron acabar la primera carrera del curso o no fueron castigados. El venezolano Pastor Maldonado (Williams), también inexperto, se retiró en la novena vuelta.
Pero para mal fario el de Mercedes, que en una vuelta, de la 23ª a la 24ª, tuvo que digerir el abandono de sus dos pilotos, algo que no le sucedía desde la temporada 1955. Michael Schumacher ya se había tocado con Jaime Alguersuari (11º) en el primer giro y Nico Rosberg fue envestido por Rubens Barrichello, en una acción propia de Ben-Hur por el brasileño fue castigado con un drive through. El premio al mejor debutante en el Mundial recayó, en un primer momento, en el mexicano Sergio Pérez, séptimo y capaz de completar los 58 giros del circuito de Albert Park haciendo una única parada y “sin ir al límite” con su Sauber en un trazado tan exigente para los frenos, con rectas cortas y una constante repetitiva: aceleración y freno. Pero horas después la FIA decidió descalificar a Pérez y a su compañero Kamui Kobayashi porque los alerones de los Sauber traseros eran más planos de lo permitido. Así que el mejor rookie fue finalmente el británico Paul di Resta, de Force India (10º), mientras que el belga Jerome d'Ambrósio, 14º y penúltimo de los que consiguieron acabar la primera carrera del curso o no fueron castigados. El venezolano Pastor Maldonado (Williams), también inexperto, se retiró en la novena vuelta.
“La temporada es larguísima. Esto acaba de empezar”, dijo Vettel. Que se lo pregunten a McLaren, que ha cambiado totalmente el MP4-26 en 15 días, después de un invierno complicado en la que sus dos pilotos se habían quejado del coche, especialmente por el sobreviraje y por las bocas de los escapes, dirigidas en principio hacia el suelo. Llegado el momento de la verdad, Hamilton fue quien estuvo más cerca de Vettel. Se quedó, eso sí, a 22 segundos.
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