jueves, 4 de julio de 2019

"Laura Gil siempre tiene tiempo para escucharte, darte consejos y ayudarte como pueda""

Itziar Llobet, María Asurmendi, Laura Quevedo, Miguel Ángel Ortega, Clara Solé, Amaya Gastaminza y Belén Arrojo retratan a la pívot murciana, pieza clave de una España que ahoga a Rusia (78-54) y se planta en su séptima semifinal consecutiva ante la anfitriona Serbia

Laura Gil lucha por un rebote. Foto: FIBA Europe. 

Toni Delgado 

Es instantáneo. "Si por alguna razón" suena el gran éxito de Pitbull, Itziar Llobet cierra los ojos y recuerda los bailes de  Laura Gil (Murcia, 1992), pívot de la selección y del Perfumerías Avenida. 

"Dale  
One-two-three-four...
Uno-dó-tres-cuatro...
I know you want me (want me)...
You know I want cha (want cha)..."

La canción traslada a Itziar Llobet, nueva alero del Barça CBS, a la Blume, a su época en el Segle XXI. 

—El One-two-three-four..., de Pitbull, es Laura Gil haciendo gestos con los dedos. ¡Sonaba a todas horas en su habitación y claro...! Todas acabamos odiando la letra. [Carcajada]. 

Laura Gil es apasionada e insistente, cualidades que enriquecen sus intangibles y que la estadística suele ningunear. Sí recoge que ante Rusia la pívot murciana no tuvo puntería en los tiros de campo (1/8) ni desde la línea de personal (1/4). No figura, por ejemplo, que minimizó a Maria Vadeeva, la estrella rival. El éxito de la España que tras ganar a Rusia por 78-54 encadena siete semifinales consecutivas en grandes torneos no se entiende sin Laura Gil. La pívot aportó dos de los 48 rebotes con los que el conjunto de Lucas Mondelo ahogó a una Rusia desarbolada por una Astou Ndour sideral (24 puntos), una Anna Cruz con mirada periférica (ocho asistencias), una Laia Palau estética o una Laura Nicholls a la que sólo frenó una acción fortuita con Gladkova y que la hizo abandonar la pista sin poder apoyar el pie izquierdo. España se enfrentará el sábado ante la vencedora del Serbia, que barrió a Suecia por 87-49, por una plaza en la final del Eurobasket de Letonia y Serbia. Francia-Gran Bretaña será el otro cruce.  

Es difícil imaginarse a Laura Gil pensando en que tiene dos oportunidades de sumar su 16ª medalla internacional. No le da importancia a que nadie haya ganado más que ella en el baloncesto. Más de un tercio de sus metales, seis, han sido con la absoluta (dos oros, Europeos de Francia de 2013 y de la República Checa de 2017; dos platas, Mundial de Turquía de 2014 y Juegos Olímpicos de Río de 2016; y dos bronces, Eurobasket de Hungría y Rumanía de 2015, y Mundial de España de 2018). Además, tiene cuatro Ligas, tres Copas de la Reina y otras tantas Supercopas. En 2012 recibió el Premio As del Deporte a la Mejor Promesa.

"Su carácter guerrero y luchador la convierte en una jugadora diferente y especial. Su defensa y su lucha constante la definen, por eso jugar con ella es divertido. Sabes que siempre estará en la 'guerra'", la retrata su excompañera en Perfumerías Avenida María Asurmendi: "Laura es lo que ves en los partidos. Es compromiso total con el equipo y deseo constante de superarse y mejorar. Ése es el legado que me ha dejado". Laura Gil es ahora o nunca. Es presente. "Juega cada partido como si fuese una final mundial, lo deja todo en la pista siempre. Es un ejemplo a seguir para cualquier jugadora", defiende Laura Quevedo, con quien también jugó en Salamanca y compartió habitación en la Vila Olímpica de Río: "Lo pasamos en grande y disfrutamos como nunca, tal y como unos Juegos se merecían. Anécdotas claro que hay, aunque que se puedan contar... ¡Creo que ninguna!". 

Seguro que esas situaciones que Quevedo no nos cuenta eran divertidas, ya que fuera de la pista Laura Gil es, directamente, una mina... De ocurrencias y de humor.  

—Sólo puedo decirte que he aprendido nuevos pasos de baile, y no es fácil porque mi repertorio es bastante completo. [Risas]  –confiesa María Asurmendi.  
—¿Qué nuevos pasos de baile?
—[Se ríe]. Laura ya sabe a qué me refiero. No es nada concreto, pero nos hemos reído mucho bailando.

Clara Solé tiene muy presente cómo Laura Gil fue entendiendo y soltándose con el catalán: "Con su manera de hacerlo todo gracioso era muy divertido". Itziar Llobet rescata la anécdota del Chocapic: "Todavía me río cuando me acuerdo... Laura solía dejar un Chocapic marginado. ¡Sólo uno! ¡No se lo comía! [Risas]". 

En la pista, en cambio, Laura Gil no escatima ni medio gramo de alma. En la cancha la pívot del Perfumerías parece indestructible. O lo es. "Supone un ejemplo para cualquier jugadora. Su constancia, trabajo y talento la hacen estar donde está y superarse cada año", la elogia Laura Quevedo. "En las sesiones de tiro del Club Baloncesto Ciudad de Burgos acabábamos con los brazos destrozados.. ¡Pero ella siempre quería más y más! Y, claro, como es el triple de fuerte que yo... Cuando mis hombros estaban por los suelos, Laura seguía tirando como si no acumuláramos 500 tiros..", interviene Itziar Llobet. 

"Siempre ha sido muy dura tanto física como mentalmente. Yo la sufría cada día. Con los años, obviamente, ha ido in crescendo, pero su esencia siempre ha sido esa", advierte Clara Solé, que la conoció en el Segle XXI. "Es su ADN. Tiene fortaleza física y mental increíble. Su capacidad de trabajo y esfuerzo es envidiable. He conocido a muy pocas jugadoras así. Cuando llegó a la selección murciana no llevaba mucho tiempo jugando y en su primer campeonato ganó varios premios, entre ellos, el de máxima reboteadora", aporta Amaya Gastaminza

—¿Laura Gil es una de las jugadoras más fáciles de entrenar que has dirigido?  –le pregunto a Miguel Ángel Ortega, su entrenador en el Perfumerías Avenida, y que también la dirigió en el Club Baloncesto Ciudad de Burgos y el Cadí La Seu.
—No lo sé, pero te aseguro que es una de las que más pasión siente por el baloncesto. Desde que la conozco tiene una gran capacidad de esfuerzo y muy buena lectura. En verano se exprime para llegar mejor técnicamente a la siguiente temporada.

En la Blume Clara Solé hizo rápido muy buenas migas con Laura Gil. Jugaban con el equipo de "las mayores", pero tenían un año menos: "Laura era y es muy buena persona y eso se nota desde un principio. Te ríes mucho con ella. La tienes en los momentos buenos, pero sobre todo en los malos. Siempre tiene tiempo para escucharte, darte consejos y ayudarte como pueda". "En el Segle XXI las mayores nos ayudaban mucho, sobre todo en nuestro primer año. Laura, claro, no podía ser menos", recuerda Belén Arrojo, a quien también ha apoyado este año en un Perfumerías Avenida en el que ha tenido menos papel del que está acostumbrada: "Desde el primer día me ha apoyado y me ha animado en todos los momentos de la temporada". 

La carrera de Laura Gil sigue como empezó: en lo más alto. En su primer año como profesional, con 18 años y 351 días,  ganó una Euroliga con el Perfumerías Avenida. A su lado, Silvia Domínguez, Isa Sánchez, Alba Torrens... O Amaya Gastaminza, que tenía 20 años: "Fue una temporada increíble y complicada. Maduramos y aprendimos a ser constantes, aunque a veces la recompensa al trabajo no llegara en forma de minutos. También para saber esperar nuestro momento. El gran premio fue formar parte de un gran equipo en el que nos empapamos con las enseñanzas de nuestras compañeras". Ahora quien inspira al resto es Laura Gil. 

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