domingo, 6 de septiembre de 2020

Climent Viles: "Si alguien está mal conmigo, soy capaz de preguntarle 20 veces hasta saber por qué"

Cronómetro de Récords entrevista al jefe de prensa del Sedis Bàsquet y comentarista de Canal FEB

Climent Viles en el Palau Blaugrana, antes del inicio de la Lliga Catalana entre el Cadí La Seu y el Uni Girona. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 
Toni Delgado (@ToniDelgadoG) #baloncestofemenino #periodismo

¿Qué tienen en común Climent Viles (la Seu d'Urgell, 1995) y los dátiles? Que ambos te dan energía instantánea. Conversar con el jefe de prensa del Sedis Bàsquet y comentarista de Canal FEB es una inyección de inspiración, curiosidad y autocrítica. La alero Ariadna Pujol precisa: "De Climent aprendes a apreciar más aquello que te apasiona. Vive mucho lo que le gusta y se contagia". "¿Le sacarás jugo suficiente a la entrevista?", pregunta Viles, preocupado, tras casi dos horas de conversación. El reto, querido entrevistado, ha sido resumirla.
Héctor Beni y tú sois la pareja más divertida de Liga Femenina Endesa en el Canal FEB. 
Somos dos apasionados del baloncesto femenino con un carácter parecido y, sobre todo y lo más importante... ¡Con el mismo sentido del humor! Siempre narramos desde el respeto, aunque a veces se nos recrimine algún comentario. Cuando sucede, le doy muchas vueltas y si puedo hablar con quien se haya molestado, lo hago. No me gusta quedar mal con nadie.  

—Pero es complicado no quedar mal con nadie siendo  espontáneo como eres, ¿no?
No sé si es un defecto o una virtud. Me gusta ayudar, tener una sonrisa para cualquiera y pedir perdón si paso un mal día. Si  alguien está mal conmigo, soy capaz de preguntarle 20 veces hasta saber por qué. Quiero que las personas estén cómodas a mi lado. 


Climent Viles y Héctor Beni. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

—"Ama lo que hace y nunca calcula las horas que invierte", destaca de ti Bernat Canut, el entrenador del Cadí La Seu, primer equipo femenino del Sedis Bàsquet.  
El reloj no existe para mí. La pasión es el motor de mi vida y siempre me dejo el alma en todo. Soy ambicioso y perfeccionista. Cuando le propuse al club abrir y llevar la cuenta de Instagram no pensé en el tiempo que podría dedicarle, sino que me centré en investigar qué hacían los gestores de comunidades de otros clubes, sobre todo quienes tenían más éxito. Las redes sociales son una herramienta excelente para potenciar al Sedis Bàsquet como club con equipos, escuela y sección social, el Sedis AIRAM, y a la ciudad. 

—¿Tu habitación siempre ha sido azul?
¡Sí! ¡Azul del Sedis Bàsquet! Nos mudamos aquí cuando empecé a jugar al baloncesto, con seis o siete años. Siempre ha sido mi color favorito. Bueno... De muy peque era el rojo... 

—Si cambiamos el rojo por el grana[te] y lo combinamos con el azul... Entiendo que seas culé.  
[Risas]. ¡Exacto! ¡Tío, salí en el marcador electrónico de la Fonteta presentando a Nikola Mirotic! Fue en la Fase Final Extraordinaria de la Liga ACB y durante los partidos del Barça en su grupo. Tenías que enviar un vídeo presentando a tu equipo preferido. Pensé que sería muy difícil porque escogerían una propuesta por plantilla y lo hicieron por jugador. Llegué a casa tarde por un asunto personal grave y cuando vi el móvil lleno de mensajes... ¡Había salido en primer plano anunciando a Nikola Mirotic! ¡Imagínate si soy culé! [Risas].


El entrevistado en el marcador electrónico de la Fonteta presentando a Nikola Mirotic. Foto: Ariadna Pujol.
—¿Tienes ídolos?   
En el baloncesto el primero fue Dejan Bodiroga. Un artista increíble con una gran visión de juego, el líder del Barça que ganó la primera Euroliga en el Palau Sant Jordi con Saras Jasikevicius, Juan Carlos Navarro, Nacho Rodríguez, Rodrigo de la Fuente... Soy un pívot de 1,83 y puro músculo [risas] que juega en el sénior B del Sedis Bàsquet y lleva el 16 por Pau Gasol. Aunque soy más de ídolos cercanos: el principal es mi padre.   



¿Lanzando un tiro libre? Foto: Miquel Teruel.
—¿Cómo se llama tu padre y por qué es tu ídolo?
¡Climent Viles, como yo! [Risas]. Gracias a Dios no coincidimos en el segundo apellido... De hecho, mi padre, como mucha gente, pronuncia mal nuestro nombre: Clímens. Hay quien dice Clímen. ¿Que por qué es mi ídolo? Porque es un ejemplo diario, siempre ha estado a mi lado, sobre todo en los malos momentos, y me ha enseñado persistencia y empatía. ¡Quiero ser como él! 


Climent Viles y... Climent Viles. Foto: sí, Climent Viles.

—¿Idolatras a alguna jugadora?
Cuando era muy pequeño me impactó especialmente Laura Camps. También me marcaron Rosita Pérez, que me entrenó, y Laura Antoja. Paula Seguí nos hizo una visita un día... Ahora he tenido y tengo referentes muy cerca: Tania Pérez, Andrea Vilaró, Georgina Bahí... A cualquier niña le diría que se fije en su ética de trabajo porque han sufrido mucho y no saben qué es una excusa.   

—¿Entraría también Ariadna Pujol en ese grupo? 
Sí, pero se puede interpretar que la incluyo por afinidad... Cualquiera la querría en su equipo porque siempre suma, nunca resta. Ahora está recogiendo los frutos de dar siempre el 120%,  ser una todoterreno y recuperarse de una lesión tan grave en su debut en Liga Femenina. Ari, estoy orgulloso de ti. 

¿Vídeo o foto? Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 
—Eres informático.   
He estudiado en la Seu dos grados medios, de Informática y Administración, y en Barcelona uno superior, el DAM (Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma). De programación, vamos.  Cuando llegué a Barcelona, tuve insomnio, quizás por el ritmo de la ciudad, la presión de los exámenes... Aunque me planteé si me había equivocado con la decisión, tomé el camino que aprendí en casa: dejarme el alma. Siempre he sido responsable y esta vez no iba a ser la excepción. Así me enamoré de la programación.  

—¿La montaña es donde tomas mejores decisiones como le pasa a Bernat Canut?
Podríamos decir que sí. Cuando me mudé a Sant Cugat por trabajo, me levantaba a las seis o seis y media de la mañana para perderme en el Parc Natural de Collserola. Era mi momento de paz para ordenar ideas y organizarme el día.   


Climent Viles en Escocia. Foto: cedida por Climent Viles. 

—¿Cómo te imaginas una retransmisión de un partido a puerta cerrada? Es muy posible que la tengáis que hacer.  
Pues sí... Estuve en el amistoso sin público Basket Zaragoza-Cadí La Seu y fue una sensación extraña. Cuando narras, te contagias de la energía de la grada, y todavía más de la del Palau, que empuja al ritmo de GAS. A las jugadoras también les costará competir sin público y a la afición, seguirlo desde casa. Héctor y yo trataremos de transmitir la pasión, energía e imparcialidad de siempre.   

—En algunas retransmisiones del Canal FEB se nota que quienes comentan van con el equipo local media jugada después. Con vosotros no pasa porque casi siempre encontráis el equilibrio.  
Ambos tenemos claro que narramos baloncesto femenino y que nos verá mucha afición del equipo visitante. Tanto que acabo hablando más del otro equipo que del Cadí La Seu. Somos el segundo club de Liga Femenina Endesa con mejores audiencias en casa en el Canal FEB y eso supone todavía más responsabilidad.  

—¿Los motes que le ponéis a las jugadoras son espontáneos? 
¡Siempre! A Laura Peña la empecé a llamar Laura Potter porque hace muchas jugadas especiales y espectaculares. A Irati Etxarri, Gatxeti, por el Inspector Gadget. ¡Te arregla los focos del Palau sin saltar! Serena-Lynn Geldof nos puede dar mucho juego por su nombre. Me veo diciendo: "¡Esta tía está serena, Héctor, seis puntos seguidos!". [Risas]. ¡Nos lo pasamos pipa! ¡Nos retroalimentamos!  

—Durante el confinamiento inauguraste tu canal de Twitch. Allí los temas son infinitos.  
¡Sí! Desde jugar al Halo 3 o al Fortnite y comentarlo con quien esté conectado al canal a narrar partidos de baloncesto, comentar la final de Operación Triunfo, Pesadilla en la cocina... ¡Me encanta Alberto Chicote! ¿Qué hacían 50 personas mirándome mientras hablaba del desenlace de MasterChef? [Risas]. Fueron mis amistades quien me animaron a abrirme el canal de Twitch y... ¡Me tiré a la piscina! No me da ninguna vergüenza ponerme delante de una cámara.  


Climent Viles hablando sobre Michael, de MasterChef, en su canal. Foto: Climent Viles. 

—Las rondas previas de la Eurocup se han aplazado a diciembre y hasta enero no empezaréis en el cuadro principal, con ocho grupos de cuatro equipos [el Cadí La Seu se enfrentará al Villeneuve-d’Ascq, al perdedor de la previa de Euroliga entre el Sepsi y el Uni Girona, y al vencedor de la de Eurocup entre el Namur y el Grengewald].  
La pandemia ha sido y sigue siendo horrible y ojalá se acabe lo más rápido posible. Si no se ve seguro disputar ahora la Eurocup, lo más sensato es retrasarla como se ha hecho. Si la FIBA mantiene el calendario de la Euroliga es porque, de momento, lo ve factible con los protocolos y medidas correspondientes.  

La final de la Lliga Catalana, entre el Cadí La Seu y el Uni Girona, se juega a puerta cerrada.  
El Palau Blaugrana y que, a continuación, se dispute la final de la masculina era un contexto increíble para potenciar más un  baloncesto femenino en crecimiento. En Catalunya tenemos la gran suerte de contar en la élite con el Uni Girona, bicampeón de Liga, y un Cadí La Seu en su época dorada. La decisión de que la Lliga Catalana se dispute a puerta cerrada es la adecuada [ganó el Uni Girona por 69-61 y se pudo seguir por Esport3]. En la Seu estamos casi prohibiendo que las jugadoras vayan juntas a comer.  

—¿Qué protocolo habéis seguido en el Cadí La Seu?
Gracias, sobre todo a Xevi Calm, delegado y fisioterapeuta, se está siendo muy estricto. Es un fastidio, pero lo idóneo en una situación así. En la Seu d'Urgell vivimos un momento muy delicado porque tuvimos una tasa de rebrotes muy alta e incluso abrieron los centros cívicos para que la gente se hiciese la PCR. Las jugadoras se sienten más seguras. Cuando llegaron no fueron directamente a sus pisos, sino que vivieron separadas y no empezaron a entrenarse todas juntas hasta el 17 de agosto, cuando dieron negativo por segunda vez. Sí que comunicamos en su momento el positivo de una jugadora que no estuvo en contacto con el grupo ni con el cuerpo técnico. La aislamos y no hubo ningún peligro. 

En una conversación entre Climent Viles y Juli Climent los balones se multiplican. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

—¿Tras la Copa de la Reina de Salamanca Sydney Wiese fue el único positivo del equipo?  
Así es, y no sabemos dónde se contagió. Wiese pidió irse porque Donald Trump anunció que Estados Unidos cerraría fronteras con Europa y dio positivo en su país semanas después. Fíjate, yo volví de Salamanca con 39,5 º de fiebre y estuve siete días en la cama... Fue una gripe tonta y en el peor momento. 

—¿Qué te parece la plantilla de esta temporada?  
La mejor posible con un presupuesto más bajo por culpa de la crisis del coronavirus. Mantener el cuerpo técnico es un éxito rotundo. Bernat Canut se merece que le hagan una estatua en la entrada del Palau o que el pabellón lleve su nombre. ¡No hay nadie como él! También es brutal que siga la base nacional: Ariadna Pujol, Irati Etxarri, Yure Díaz, Laura Peña, Georgina Bahí... Una lástima que no se haya podido quedar Anna Palma, a quien queremos muchísimo. Seguro que le irá muy bien en el CB Bembibre. ¿Los fichajes? La mayoría tienen experiencia en Liga Femenina Endesa. Quinn Dornstauder ha superado una grave lesión y es una de las pívots de referencia del torneo; Maria Jespersen, una trabajadora nata que se deja el alma; Gala Mestres, versátil y muy válida para la élite; Danni Williams viene de sobresalir en la liga islandesa con 33 puntos de promedio y  veremos cómo se adapta a una competición más competitiva; Serena-Lynn Geldof es muy joven, ha jugado en Eurocup y proviene de una liga muy interesante como la belga; y me falta Laia Raventós... ¿Sabes? El otro día llevaba dos minutos en pista ante el Básket Zaragoza y parecía que acumulase cinco años en Liga Femenina Endesa, donde todavía no se ha estrenado... Disfrutaremos mucho con un equipo que se vaciará en la pista. Quizás perdamos algún punto con la marcha de Tinara Moore, MVP de la competición, Sydney Wiese, y Yoyo Nogic.  

—¿Qué has aprendido de Ariadna Pujol?
Es humilde e indestructible. Ari te enseña a salir del pozo más profundo con una sonrisa. Nunca tiene una mala cara para nadie y siempre le tiende la mano a cualquiera. Cuando no está bien, hace ver que no es así para que los demás no se preocupen. Es imposible que le caiga mal a quien la conozca de verdad. Siempre te da una lección de vida. 

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