Lakovic, máximo anotador azulgrana, bota el balón -EFE. |
Fuera de sus casillas, incapaz de controlar ni un ápice de su cabreo, Xavi Pascual (Gavà, 1972) se fue al descanso soltando improperios. El técnico del Barça no estaba nada satisfecho de la actitud de sus jugadores, muy apáticos durante casi todo el partido con la primera plaza de grupo asegurada. Jaka Lakovic (12 puntos) fue quien animó a los azulgrana con dos triples entre el final del tercer cuarto y el inicio del último, el tramo en el que el Barça ventiló el asunto para completar el top 16 como único equipo invicto tras vencer al Olimpia de Liubliana por 76-58. Méritos que le reportaron cruzarse en cuartos de final ante el Panathinaikos de Obradovic, que ganó en Málaga por 61-77. Será un duelo entre los últimos campeones de la Euroliga. Un torneo al que continúan aspirando el Caja Laboral, (jugará ante el Maccabi Tel Aviv) triunfador como primero de grupo en Vilnius contra el Lietuvos Rytas (68-77) con 19 puntos y 11 rebotes de San Emeterio, MVP de una jornada histórica para el Power Electronics Valencia de Pesic, que ganó al Fenerbahçe por 82-68 con un Cook sobresaliente (11 asistencias) y jugará contra el Real Madrid con desventaja de campo. Messina pidió perdón a los que “pagan una entrada y mañana tengan que madrugar” tras perder su primer partido en la Caja Mágica por 77-95 con el Montepaschi Siena, rival en el último cruce del Olympiacos. Eliminatorias que se jugarán del 22 de marzo al 6 de abril al mejor de cinco partidos y que, por tanto, contarán con cuatro representantes de la ACB. Es la primera vez des que se creó la Euroliga (2000-2001) que hay tantos equipos de un mismo país a estas alturas.
En un final aseado, con Ingles muy suelto, Ricky travieso y Grimau jugando los minutos no jugados en los últimos partidos el Barça cerró un partido incómodo. A los azulgrana les costó motivarse y conectarse a una cita en la que tan sólo se jugaba el prestigio de completar esta fase con un pleno de victorias. Pascual no perdonó la relajación y llegó a hacer cuatro cambios de golpe, Lakovic entre ellos. El tirador esloveno (4/5 en triples) es tan responsable, querido y moderado fuera de la pista como hiperactivo en ella, casi siempre en un plano menor a su clase por estar rodeado de tantas estrellas. Ante el Caja Laboral se marcó cuatro tiros de tres en el último cuarto y esta vez sólo tiró desde esa distancia, la noche en la que Pascual hizo descansar a Navarro, que no jugó ni un minuto, y el club confirmó la renovación por dos temporadas del secretario técnico, Joan Creus.
Perder el “baloncito”
Los azulgrana se dejaron llevar tantas veces que las cámaras se centraron mucho en las caras de desaprobación de Pascual, que exigió a sus jugadores que no perdiesen el “baloncito”. Los locales se conectaban y desconectaban al partido como quien enchufa y desconecta un secador de pelo: del 15-10 al 21-23, la segunda y última ventaja del Olimpia Liubliana, poco más allá de la puntería de Jagodnik, la fiabilidad de Gregory y Shermadini, coleccionador de gorros.
El conjunto esloveno, pese a sus limitaciones, persistió con Anagonye para acercarse a cuatro puntos (48-44). Ahí surgieron Grimau y Lakovic y todo acabó. Por entonces el Caja Laboral sí que sudaba para ganar en Vilnius y Pesic ya había protagonizado la imagen de la jornada. El técnico serbio, que ha transformado por completo a un Power Electronics Valencia deprimido hasta su llegada, celebró el pase a cuartos, la mejor marca en el torneo del club, aplaudiendo al público. Un periodista le ofreció el micro para que hablase y él, genial, señaló al público. Le vino a decir que la voz protagonista era la del aficionado. Los seguidores del Madrid no estarán muy contentos con el partido de su equipo. Tampoco los periodistas que fueron a la Caja Mágina, que se quedaron sin poderle preguntar nada a Messina en la rueda de prensa. El italiano no las aceptó. ¿La excusa? Consideró que con quien tenía que hablar de lo sucedido era con sus jugadores. El Madrid llegó a ceder por 31 puntos.
BARÇA 76 (21+14+16+25): Sada (4), Rubio (4), Perovic (9), Morris (8) y Anderson (2) –quinteto inicial–, Lakovic (12), Vázquez (10), Ingles (10), Ndong (9), Lorbek y Grimau (8). OLIMPIA DE LIUBLIANA 58 (19+12+13+14): Span (-), Gregory (13), Shermadini (6), Markota (9), Ozbolt (2) –quinteto equipo inicial–, Boisa, Anagonye (9), Salin (3), Jagodnik (13) y Udrih (3). Árbitros: Jovcic (Serbia), Sahin (Italia), Anastopoulos (Grecia). Sin eliminados.
En un final aseado, con Ingles muy suelto, Ricky travieso y Grimau jugando los minutos no jugados en los últimos partidos el Barça cerró un partido incómodo. A los azulgrana les costó motivarse y conectarse a una cita en la que tan sólo se jugaba el prestigio de completar esta fase con un pleno de victorias. Pascual no perdonó la relajación y llegó a hacer cuatro cambios de golpe, Lakovic entre ellos. El tirador esloveno (4/5 en triples) es tan responsable, querido y moderado fuera de la pista como hiperactivo en ella, casi siempre en un plano menor a su clase por estar rodeado de tantas estrellas. Ante el Caja Laboral se marcó cuatro tiros de tres en el último cuarto y esta vez sólo tiró desde esa distancia, la noche en la que Pascual hizo descansar a Navarro, que no jugó ni un minuto, y el club confirmó la renovación por dos temporadas del secretario técnico, Joan Creus.
Perder el “baloncito”
Los azulgrana se dejaron llevar tantas veces que las cámaras se centraron mucho en las caras de desaprobación de Pascual, que exigió a sus jugadores que no perdiesen el “baloncito”. Los locales se conectaban y desconectaban al partido como quien enchufa y desconecta un secador de pelo: del 15-10 al 21-23, la segunda y última ventaja del Olimpia Liubliana, poco más allá de la puntería de Jagodnik, la fiabilidad de Gregory y Shermadini, coleccionador de gorros.
El conjunto esloveno, pese a sus limitaciones, persistió con Anagonye para acercarse a cuatro puntos (48-44). Ahí surgieron Grimau y Lakovic y todo acabó. Por entonces el Caja Laboral sí que sudaba para ganar en Vilnius y Pesic ya había protagonizado la imagen de la jornada. El técnico serbio, que ha transformado por completo a un Power Electronics Valencia deprimido hasta su llegada, celebró el pase a cuartos, la mejor marca en el torneo del club, aplaudiendo al público. Un periodista le ofreció el micro para que hablase y él, genial, señaló al público. Le vino a decir que la voz protagonista era la del aficionado. Los seguidores del Madrid no estarán muy contentos con el partido de su equipo. Tampoco los periodistas que fueron a la Caja Mágina, que se quedaron sin poderle preguntar nada a Messina en la rueda de prensa. El italiano no las aceptó. ¿La excusa? Consideró que con quien tenía que hablar de lo sucedido era con sus jugadores. El Madrid llegó a ceder por 31 puntos.
BARÇA 76 (21+14+16+25): Sada (4), Rubio (4), Perovic (9), Morris (8) y Anderson (2) –quinteto inicial–, Lakovic (12), Vázquez (10), Ingles (10), Ndong (9), Lorbek y Grimau (8). OLIMPIA DE LIUBLIANA 58 (19+12+13+14): Span (-), Gregory (13), Shermadini (6), Markota (9), Ozbolt (2) –quinteto equipo inicial–, Boisa, Anagonye (9), Salin (3), Jagodnik (13) y Udrih (3). Árbitros: Jovcic (Serbia), Sahin (Italia), Anastopoulos (Grecia). Sin eliminados.
No hay comentarios :
Publicar un comentario