miércoles, 27 de marzo de 2019

"Maria Jespersen es como un tren en marcha. ¡No es nada fácil pararla!"

Miqui Calderón, Laia Flores, Ariadna Pujol, César Aneas, Àlex Benito y Àngel Gil retratan para Cronómetro de Récords a la ala-pívot del Bàsquet Femení Sant Adrià 

Toni Delgado / Sant Adrià de Besòs

Maria Jespersen en el partido ante el Uni Ferrol disputado en el Marina Besòs. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

Maria Jespersen (Aarhus, Dinamarca, 1994) falla los tres tiros en el partidillo del entrenamiento. La ala-pívot del Bàsquet Femení Sant Adrià no puede disimular su frustración. Con su cara nunca engaña a nadie.   

—Maria, tira una vez más y vete a la ducha –le propone Miqui Calderón, fisioterapeuta y miembro del cuerpo técnico.

Jespersen lanza, mientras sus compañeras se dirigen ya al vestuario. La práctica ha finalizado. 

—Miqui, un poco más, por favor... 

"Estuvimos 15 minutos haciendo una serie de tiro. Diría que metió 46 triples de 50 intentos. Maria Jespersen tiene hambre. Siempre quiere mejorar", defiende Miqui Calderón. "Cuando en un partido no le salían las cosas, tiraba antes y después de los entrenamientos. También hacía sesiones extra de pesas con el preparador fisico. Es de un país del norte, pero su carácter no es frío. Es de líder", la define Laia Flores, base del Stadium Casablanca y con quien coincidió en la Universidad de South Florida, de la NCAA. Allí también hizo migas con Ariadna Pujol, ahora en el Cadí la Seu: "A veces, Maria se exige demasiado. Eso es malo. Lo hemos hablado más de una vez. Aunque esa actitud hace que siempre sume en la pista". 

Maria Jespersen tiene un amor propio infinito. En función de las circunstancias, un muelle para crecer o una piedra con la que tropezarse. "Tiene que gestionar mejor su frustración y tolerar mejor la crítica. No darle vueltas al error o a la reprimenda que se le ha hecho en ese momento", desarrolla César Aneas. El amor propio la impulsa también. "Para mí", defiende la ala-pívot del Bàsquet Femení Sant Adrià, "un rebote es voluntad. No tiene secreto. Es pelear por él hasta el límite". "Haga o no un buen partido, en la cancha siempre muerde. Muchas jugadoras se dejan ir si no les salen las cosas, pero ella nunca baja los brazos. Dará mucho que hablar", pronostica Àlex Benito, narrador de Canal FEB y codirector de Zona Lila, de Ràdio La Mina. 

"Es muy despistada. Un poco desastre. Llega a consulta con las bambas por un lado, la ropa por otro, la mochila... ", la retrata Miqui Calderón. "Recuerdo que una vez se dejó el pasaporte en casa y tuvimos que volver con el bus a buscarlo a los apartamentos", recuerda, entre risas, Laia Flores. "¿Maria despistada? Lo es, aunque tampoco quiero tocar mucho el tema porque ella tendrá más anécdotas mías...", se sincera Ariadna Pujol, con quien sigue manteniendo el contacto. Hablan al menos una vez por semana.  

Lo hicieron bastante mientras Maria Jespersen estuvo recuperándose de una lesión en el tobillo. En enero llegó el contratiempo: un mes mínimo de baja. El club fichó hasta que se recuperara a Milica Jovanovic, que se ganó la continuidad hasta final de temporada. En su tercera semana de rehabilitación, Jespersen ya quería jugar, como confesaba Miqui Calderón en el autobús rumbo a la Seu d'Urgell: "Es un toro. No se dosifica. Hay que tener mil ojos con ella".  

El domingo, un par de horas antes de la victoria del Bàsquet Femení Sant Adrià por 70-60 ante el Ensino y en la que Maria Jespersen no jugó, Àngel Gil, la otra voz de las retransmisiones de Canal FEB en el Marina Besòs y de Zona Lila, empieza a retratarla con una reflexión directa: "Para valorar a una jugadora necesitas imaginarte qué piensa quien la tiene delante en una pista". "Es como un tren en marcha. ¡No es nada fácil pararla!", responde Miqui Calderón. Sigue Àngel Gil: "Maria Jespersen es una doble amenaza en el interior, ya que juega muy bien y tiene un excelente movimiento de pies. Además, por fuera también es muy ágil y penetra bien. Cuando mejore su porcentaje de tiro, será una triple amenaza. En defensa, sería la Helena López de las 3 y de las 4. Intensa, rápida....". Puede que, con más puntería en el tiro, Maria Jespersen ya habría sido, al menos una vez, MVP de la jornada este curso.  

Con 25 años le queda mucho recorrido. "Necesita   aprender a jugar a 180 pulsaciones y tener buenas lecturas.  Físicamente va muy bien atrás, pero le falta lectura de juego. Si mejora en aspectos mentales que serán importantes en su camino profesional, será una jugadora a tener en cuenta en la Liga Día. Antes de la lesión estaba muy bien. En Gernika, por ejemplo, realizó un partidazo", defiende César Aneas.  

Hace un rato que Maria Jespersen se ha ido del Marina Besòs con una botella de agua en la mano, la equipación puesta y la mochila a cuestas. Luchará para que el Bàsquet Femení Sant Adrià se mantenga en Liga Día.  


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