Cronómetro de Récords entrevista a la ala-pívot del CB Almería
Ornella Santana, en estado puro. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. |
Toni Delgado (@ToniDelgadoG) / Esplugues de Llobregat
Nunca había visto transmitir tanta energía a una jugadora como a Ornella Santana (Buenos Aires, 1990) en el pavelló Ricart. La ala-pívot del CB Almería animó a sus compañeras, festejó todos los aciertos de su equipo y maldijo los del rival. Acabó, claro, empapada y ronca. "Tenía muchas ganas de jugar y, como no podía hacerlo por una lesión en la mano, quise aportar buenas vibraciones desde el banquillo para que mi equipo estuviera bien. Lo más importante es que esa noche, ante el Bàsquet Femení Sant Adrià, logramos nuestra primera victoria del curso", reflexiona Ornella Santana, tras otro triunfo apurado, el octavo de la temporada, esta vez ante el Segle XXI (68-70).
—No recuerdo ver a un equipo que celebrase tan poco las canastas como vosotras hoy. Las últimas sí que las habéis festejado.
¿Sí? Quizás es porque estábamos muy concentradas en las cosas que no hacíamos bien.
—Tú no te has inmutado con ninguna de tus seis canastas [5/9 en tiros de dos y 1/2 en triples].
Es raro en mí, ¿no?
—¡Por eso lo digo!
[Risas]. Puede ser que estemos medio apagadas. La victoria nos ayudará a subir los ánimos.
—¿Qué le habéis dicho a Gemma Núñez? Ha sido la heroína con su penetración a falta de 3,7 segundos...
¡Que le cortaremos el pelo! No, no... Es broma... Algo tendrá que hacer. Podría traernos unos pastelitos, ¿no?... Gemma Núñez va a ser una gran jugadora. Corrijo: ya es una gran jugadora. No le tembló la mano en la canasta definitiva. Esta jugada le ayudará a madurar todavía más. Para Gemma es un gran aprendizaje jugar y entrenarse con las mayores.
La ala-pívot del CB Almería durante el partido. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. |
—¿Qué es para ti ser buena compañera?
Tener la actitud innata de ayudar a quien te necesite en el grupo. Si la compi está bien, el grupo también. Ser buena compañera es fundamental en un equipo.
—¿Cuál ha sido la jugadora más generosa con la que has convivido?
Una de las que más, sin duda, Natacha Pérez: pase lo que pase, ayuda y transmite muchísima energía.
—¿A qué tipo de personas sueles admirar?
Me encantan las que, sin tanto talento como otras, se dejan el alma para conseguir sus metas.
—No es una pregunta retórica. ¿Cuándo fue la última vez que te rendiste?
No me suele pasar... Lo peor que me ocurrió fue la lesión de la mano, una piedrecita que tenía que apartar del camino. Sufrí, estuve dos meses fuera de la cancha y aprendí un montón.
Ornella Santana nunca baja los brazos. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. |
—¿Padeces por detalles que no puedes controlar?
Hay aspectos que se escapan de nuestras manos. Me lesioné en el entrenamiento. No estaba concentrada y me eché la culpa. Claro, si hubiese estado centrada, quizás me habría pasado igual, pero tendría la consciencia más tranquila. Soy de echarme la culpa. La lesión me enseñó cómo es de importante estar siempre concentrada o, al menos, intentarlo.
—Tienes unos cuantos tatuajes: un corazón, la flor de mandala...
Son seis: dos flores de mandala, un [Michael] Jordan, unos delfines, un corazón y los nombres de mis abuelos en el pie. Tengo previsto hacerme uno muy grande en el brazo, pero... ¿Sabes qué pasa? Que no veo mis tatuajes y si me lo pongo ahí, no sé si me cansaré o no de él.
—Empezaste a jugar en el Ciudadela Norte, donde compitieron tu madre, tu padre y tu abuelo.
Y mi hermano fue a probar, pero le gustaba más el fútbol... Yo tenía siete u ocho años y me lo pasaba genial en el Ciudadela Norte, aunque estuve muy poco tiempo porque la sección femenina se disolvió. Así que pasé de un club de barrio a Vélez, donde tenías que tomártelo más en serio. Entre comillas, era más profesional.
"¡Queremos este rebote!". Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. |
—Roberto Santín, exseleccionador argentino, te hizo ver que tenías que cuidarte más.
Ese verano me engordé mucho. ¡Llegué a pesar 99 kilos! No me di cuenta de cómo estaba hasta que empecé a entrenarme con la selección y me lo advirtieron: "Orne, si quieres estar aquí, necesitas ponerte en forma". Hacía tiempo que no me pesaba. Entonces la alimentación no se tenía tan en cuenta. Empecé a trabajar con una nutricionista del Obras y aprendí a comer. Ese año bajé 23 o 24 kilos. Tengo tendencia a coger peso. Bueno, es cuestión de cuidarse, y lo hago.
—¿Cambiaste mucho tu dieta? ¿Comías entre comidas?
No, no. Comía lo que hacía mi mamá y, sinceramente, yo cocinaba poco. Cuando me fui a vivir sola y a jugar a Berasategui hice un clic, entré en la cocina, iba a comprar... ¡Y me enamoré de los fogones! Hasta hice un curso de pastelería.
—Entonces... En vez de que Gemma Núñez os lleve pasteles, tendrías que traerlos tú y caseros, ¿no?
Risas]. No, no... Hace un montón que no preparo ninguno...
—Jacinto Carbajal es vuestro tercer entrenador esta temporada, en la que empezasteis con Paco Rueda, que dejó el cargo para centrarse en la presidencia, y continuasteis con Tania García, su ayudante y que pasó a dirigir al equipo.
Nunca me había pasado algo igual. Lo ideal sería comenzar y acabar con un mismo técnico. Paco decidió dejarlo porque, entre otras cosas, el equipo le exigía más dedicación este año y Tania García ocupó el cargo provisionalmente hasta que el club encontrase técnico. Ése es Jacinto Carbajal, a quien, poco a poco, estamos conociendo. Nos exige mucho, entrenamos bastante más y, aunque nos cueste sacar los partidos, estamos mejorando. Por más que tengamos errores y a veces se nos vaya un poco la cabeza, jugamos con más frescura.
El grito de Ornella Santana. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. |
—Eso ya os sucedía antes. Esta temporada combináis momentos muy buenos con otros muy malos, como el 0-10 del inicio del último cuarto.
Estamos tan concentradas para que no nos pase, que nos sucede. Y, como decías, tampoco disfrutamos ni gritamos. El camino es persistir y seguir creciendo.
—¿Qué miedos tenías cuando llegaste a España?
No me cuesta adaptarme a los sitios porque siempre busco cosas positivas para estar bien. Más que miedos tenía curiosidad. ¿Cómo sería la gente? ¿Qué tal me lo pasaría? ¿Cuál sería el nivel de la Liga Femenina 2? Con 27 años me dieron la oportunidad que tanto había soñado y luchado.
—¿Te costó tanto adaptarte al criterio arbitral como a Maqui [Macarena D'Urso]?
En el primer partido contra el Real Canoe me eliminaron con cinco faltas personales; en el segundo, justo contra el CB Almería, acabé con tres... Poco a poco fui aprendiendo. No sé si en Argentina podemos pegarnos más, pero sí que hay un poco más de roce.
—¿En qué crees que has mejorado desde que juegas en Liga Femenina 2?
Mi juego no cambió tanto. Tengo más confianza en mi tiro de tres. No sé si es bueno o malo, pero me siento mucho mejor lanzando desde más allá de 6,75. Soy capaz de defender más a jugadoras de más tipos: más altas y más bajas, más rápidas y más lentas... Aquí conoces a deportistas de muchos más países diferentes y eso enriquece mucho.
—¿Te has hecho más sociable?
Sí, mucho más. Aunque no considero que lo sea mucho. Me cuesta un poco soltarme. Cuando lo hago, lo doy todo.
—¿Eres de ver mucho baloncesto?
No. Algún vídeo en redes sociales.
—¿No ves vuestro partido?
No. Diría que nunca me he sentado para ver en la tele un partido mío si no me lo han pedido los entrenadores. Sí que miro, claro, los vídeos que nos preparan para que detectemos esos detalles que tenemos que corregir.
"Cómo calmarse cuando no estás de acuerdo con una decisión arbitral", por Ornella Santana. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. |
—Tania González ha fichado por el CB Claret.
Es una gran jugadora y persona. Como le dije, si su decisión ha sido para estar mejor, bienvenida sea.
—¿Cómo es el grupo humano del CB Almería?
Dentro y fuera de la pista nos llevamos bien, y tenemos la confianza suficiente para decirnos lo que sea. Nos respetamos mucho.
—"Para mí es de las mejores defensoras de la Liga Femenina 2 y la que más ganas y garra le pone", te retrata tu compañera Isa Latorre.
En Argentina se diría: "¡Hoy con eso me quemó!". Hicieron dos entradas en las que... ¡Ni me moví! [Risas]. Me encanta defender y contagiar ese espíritu.
—"Orne siempre es positiva, ayuda y apoya para levantar a todas. Siempre le digo que es la pieza imprescindible de todo equipo. Aunque un día parezca que no está, siempre suma", sigue Isa Latorre.
Se nota que me quiere, eh. Suelo ser positiva, pero a veces no sé si soy negativa o, como mínimo, me cuesta contagiar energía. Hoy me pasó. Bueno, al final empecé a gritar y transmití esa fuerza. ¡Te prometo que la próxima vez gritaré mucho más! [Risas].
—En uno de vuestros últimos viajes a Barcelona las compañeras os devolvieron la broma. O el susto.
Sí! Tania González y María González se dejaron abierta la habitación del hotel y le propuse a Isa [Latorre] y a Tina [Cvijanovic] que entrásemos y nos escondiésemos... ¡Las González se llevaron el susto de su vida! Pero luego Isa se dejó las llaves puestas y... ¡Se vengaron!
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