lunes, 4 de noviembre de 2019

Berta Dalmau: "De pequeña siempre me decían que estaba un poco en mi mundo"

Cronómetro de Récords entrevista a la alero del Bàsquet Femení Sant Adrià 

Berta Dalmau tras el partido contra el GEiEG Uni Girona. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

Toni Delgado (@ToniDelgadoG) / Sant Adrià de Besòs

Su sonrisa, divertida y generosa, delata cómo es Berta Dalmau (Barcelona, 1994). Hace un momento que han apagado las luces del Marina Besòs, iluminado ahora sólo por los rayos del sol. La nueva alero del Bàsquet Femení Sant Adrià es capaz de colorear los días más grises: "Pase lo que pase, trato de extraer lo positivo de las cosas y sonreír. No me gusta prejuzgar a las personas. Prefiero conocerlas bien antes de opinar".


—¿Tienes algún lema? 
"La vida se me pasa con una sonrisa" es, desde hace muchos años, mi frase en el WhatsApp. Pertenece a una de mis canciones preferidas, Si no te tengo, de Green Valley. [Sonríe]. 

—Y la aplicas casi siempre. 
Cuando me enfado, no hay canciones ni frases que valgan... [Risas]. 

—"Berta trabaja mucho y pide poco. Siempre está. Te alegra y siempre quieres tenerla en tu equipo. Intenta que todo el mundo esté a gusto y se sienta cómodo", te retrata Eli Vivas, excompañera tuya en el CB Clarinos.  
¡Qué bonita eres, Eli! [Se ríe]. Si fuera hay buen rollo, en la pista se transmite. Esa química resultó clave para que subiéramos a Liga Femenina Endesa.   

—"Es todo bondad. Siempre quiere ayudar a todo el mundo", te describe Cristina Pedrals. 
Ella también es así. Conectamos desde que nos conocimos en el aeropuerto. Tras la primera semana de entrenamientos, las júniors del CB Clarinos nos preguntaban: "¿Pero sois mejores amigas?". ¡Nos retroalimentábamos! Yo tenía una mala idea y se la pasaba a ella, y a Cris se le ocurría otra peor y me la asistía. Era un bucle eterno. ¡Nos daban ataques de risa! Ah, un dato importante: vivíamos juntas... [Risas].   

—¿Quién habla más de las dos?  
¡La Pedrals! Nos pasábamos todo el día hablando. Hay personas con quienes conectas a la primera.  

—Cristina Pedrals asegura que tienes una "imaginación infinita". 
De pequeña siempre me decían que estaba un poco en mi mundo y ahora, a veces, me llaman "empanada". ¡Y no es así! ¡En ese momento estoy pensando cosas interesantes! Toco la guitarra como afición y me encanta la fotografía. 

—Son actividades solitarias que te dan momentos para ti. 
Tal cual. Aunque me gusta mucho estar con gente. 

—Pero necesitas tu espacio. 
A veces.  

—Voy a hacerte una pregunta que hace mucho tiempo que no realizo en una entrevista. Creo que me la contestarás y que no me pondrás cara rara... 
A ver... [Se ríe]. 

—¿Qué es para ti el silencio?
[Suspira]. Te podría decir muchas cosas: por una parte es como paz, y por la otra, como encontrarte contigo misma. Nadie te molesta y te concentras en ti, en aquello que quieres hacer y en lo que no. Para mí el silencio es reflexión. 

—¿Crees que haces brillar al resto? 
Al menos lo intento. A veces sólo nos fijamos en las estadísticas, pero hay muchos otros detalles importantes para un equipo, como que esté cómodo. 

—"Berta nunca tiene un no para nadie", destaca tu nueva compañera Mireia Vila. 
Es verdad... [Se ríe]. A veces necesitas un no, eh. [Risas]. 

—Hay gente que se merece un no muy grande. 
Con los años, estoy intentando corregirlo... Aunque muchas veces digo que sí para que la otra persona no se sienta mal y después pienso que habría sido más fácil un no... Me cuesta decir que no. 

—¿Eres un imán de anécdotas?
¡Sí! Y se me olvidan muchas... Del año pasado con Cristina Pedrals te podría contar unas 500... [Risas]. En el CB Clarinos siempre me decían que era muy patosa. Cuando jugamos en Granada, me comí dos veces una especie de valla de publicidad que había debajo de la canasta. El vídeo, claro, acabó en el grupo de WhatsApp del equipo. [Risas]. Sí, sí. ¡Un drama! 

—Un descapotable, We are the champions a todo volumen, karaoke improvisado y un trofeo... 
[Risas]. ¡El ascenso a Liga Femenina Endesa! Empezamos con una muy buena victoria ante el Leganés, nos fue fatal contra el Celta y cenamos en silencio... Necesitábamos una carambola para no jugarnos subir ante el CD Promete, que era un equipazo, y pasó: el Leganés remontó un partido imposible ante el Celta. Ganamos al Barça CBS y, en la final, al CB Almería. ¡Éramos de Liga Femenina Endesa! Vivíamos a 25 pasos exactos del pabellón. Como teníamos el coche allí, nos dijimos: "Si ascendemos, vamos al hotel con el coche". Y lo descapotamos. Cuando estábamos llegando al hotel, oíamos a Claudio [García, el entrenador] por detrás: "¿Qué hacéis?". Pero, claro, habíamos subido... ¡Se nos podía permitir todo! 

—¿Se puede explicar algo de aquella noche?
Bueno... ¡Las tuvimos peores! [Risas]. La fase es muy dura y estábamos destrozadas. Los equipos que quedábamos salimos de fiesta. Estuvo bien.  

—¿El ascenso a Liga Femenina Endesa con el CB Clarinos ha sido tu mejor momento deportivo?
Sí... Diré que sí. Mi primera temporada en el club jugué muy bien, pero el equipo no logró nada. En la segunda, el curso pasado, no tuve tanto protagonismo, pero acabé muy satisfecha por haber cumplir el objetivo deportivo. Contábamos con un gran equipo. Tanaya [Atkinson] está demostrando su calidad en la élite.   

—Me da la sensación de que contestas rápido un "sí" o un "no" para ganar tiempo y reflexionar bien la respuesta...  
¡Es así! Es que muchas veces respondo y después pienso: "Tendría que haber dicho aquello". Ahora tardaré más en contestarte y pensaré más. [Risas]. Con el tiempo, valoras temporadas tan redondas como la anterior, ya que pasas años muy duros. El curso en Ibaizabal fue bastante malo deportivamente, pero hice amistades para siempre. A veces ganas y otras, pierdes, aunque el deporte siempre te da personas.  

—¿Cuál sería mejor dupla humorística tú y Ariadna Pujol? ¿Tú y Cristina Pedrals? ¿O las tres? 
¡Las tres! ¡Ari también es un personaje! [Risas]. Tampoco tiene ningún tipo de vergüenza y siempre le regala una sonrisa a todo el mundo. Ahora está jugando súper bien. Me alegro mucho por ella, por todo lo que ha pasado con las lesiones y por lo buena gente que es. 

—El miércoles falleció José Aneas, padre de César Aneas, vuestro entrenador, y del presidente, Pepe Aneas. 
Son días duros para el equipo. César nos ha pedido que ganáramos y jugásemos bien. Hemos intentado que el partido fuese lo más tranquilo posible. La única manera que tenemos de ayudarles a los dos es hacerlo lo mejor posible en la pista.  

—¿Estabais más motivadas ante el GEiEG Uni Girona que otros días [clara victoria por 67-38]?
Sí. Sabíamos que durante la temporada César nos arropará en todo momento y que hoy [por el domingo] teníamos que hacerlo nosotras.  

—¿Cómo ha cambiado el nivel de exigencia de César Aneas desde que te entrenaba en el UE Mataró? 
¡Nada! [Risas]. Es súper exigente y competitivo. Quiere la perfección en cada detalle para que se vea en los partidos. En los entrenamientos nos toca un poquito las narices, pero es por nuestro bien y por el del equipo. 

—En tu época en el UE Mataró no te tomarías tan deportivamente esa exigencia...  
Cuando eres más joven, la ves más como un ataque personal. Convivir con otros técnicos y la experiencia te hacen comprender que quien te entrena mira por el buen grupal. 

—Por cómo tiras a veces parece que te falte confianza en tu tiro. 
Es cierto. Cuando jugaba con César Aneas en el UE Mataró, recibía y tiraba, y en los últimos años no estoy lanzando tanto. Muchas veces es precipitación. Hace tiempo un entrenador me dijo que muchas veces tiro sin recibir la pelota. En los entrenamientos trabajo mucho esa paciencia. Quiero recibir y tirar rápido. Te voy a contar algo... 

—Dime, Berta. 
Hace tiempo que me cuesta adaptarme y ponerme al 100% en los equipos porque soy bastante desgraciada en las pretemporadas. [Risas]. Ahora tengo la espalda fastidiada. Poco a poco estaré más cómoda tirando de tres... Espero... Y deseo. 

—José Manuel Mata, tu entrenador en el Badajoz Basket Femenino, está convencido de que si fueses más egoísta ya habrías jugado en Liga Femenina Endesa, la máxima categoría. 
Me lo han dicho mucho. Casi siempre me sale hacer el último pase y a veces pienso luego: "Ostras, podría haber tirado yo...". No sé... Soy así. [Se ríe].  

—"Parece que lleve aquí mucho más tiempo del real", destaca Mireia Vila
Mire [Vila], [Helena] López y Cris [Hurtado] llevan muchos años en el Bàsquet Femení Sant Adrià y te abren los brazos desde el principio. Así es más fácil adaptarse. Las tres estuvieron en mi casa durante la fase de ascenso porque son amigas de Cristina Pedrals y ya las conocía un poco. Son muy majas. 

—¿Te costó mucho irte del CB Clarinos, renunciar a la Liga Femenina Endesa y decidirte por el Bàsquet Femení Sant Adrià?
Cuando finaliza la temporada necesito desconectar, valorar cómo ha ido todo y qué quiero hacer la siguiente. Me cuesta muchísimo decidirme. Lo paso mal. Pienso en los pros y los contras... Como este año acabé la carrera, quería empezar a introducirme en el mundo laboral. Al final, el baloncesto no dura para siempre. 

—¿Qué has estudiado? 
Educación primaria. Si alguien necesita una maestra... ¡Que me llame! [Risas]. Ahora estoy en el horario de comedor haciendo actividades en inglés.  

—Entiendo que otro factor vital para fichar por el Bàsquet Femení Sant Adrià ha sido César Aneas. 
Por supuesto. Me encanta su estilo de juego. Disfruté muchísimo en su UE Mataró con Ariadna Pujol, Laia Flores o Marina Gálvez. Al principio nos costó mucho, pero acabamos jugando muy bien y siendo campeonas de Catalunya. También conocía a su segundo, Jordi [Pérez], con quien había coincidido en el Draft Gramanet.  

—"La echo muchísimo de menos, pero estoy feliz por ella y tengo muchas ganas de verla", confiesa Cristina Pedrals.
Se pasó no sé cuántas semanas enviándome caritas de pena por el WhatsApp. Nos veremos muy pronto...   

—¿Sabes quién recomendó tu fichaje al Badajoz Basket Femenino en su momento?
Diría que Mari Moreno, que había jugado allí. Habíamos sido compañeras en el CB Cornellà. Siempre le hacía bromas sobre que era vieja y se enfadaba. [Risas]. Me cuidó mucho y me hizo un poco como de madre deportiva. 

—"Pensé en Berta porque en el Draft había completado una temporada espectacular. Me daba la sensación de que había dado un paso adelante en su juego y en aquel equipo era una pieza fundamental", confiesa Ana María Moreno. 
En el Draft creamos un grupo genial. Mejoramos mucho todas.  

—"En el Badajoz Basket Femenino no decepcionó... Fue una de las mejores jugadoras en un equipo joven en una categoría nueva [Liga Femenina 2] y, a priori, más exigente", sigue Ana María Moreno. 
Era la primera vez que jugaba fuera. Había muchas niñas jóvenes y las portuguesas, más expertas. El grupo era muy majo, aunque a mitad de la temporada hubo bastantes cambios y resultó duro. Siempre lo son.    

—José Manuel Mata, tu entrenador en Badajoz, recuerda que te adaptaste rápido a la categoría y que "sólo unos problemas musculares hicieron que su rendimiento no fuera todavía mayor".
Crecí mucho como jugadora, aunque sufrí bastante porque hasta entonces no me había lesionado... ¡Dichosos gemelos! A veces César nos dice: "Tenemos un viaje duro". Y yo pienso: "¡Tú no has hecho un Badajoz-Zaragoza saliendo a las cinco de la madrugada y estando de vuelta 24 horas después!". Eran unos desplazamientos horribles.   

—¿Alguien más te ha dicho que tienes un aire a Alba Torrens? Si hasta os reís igual... 
Sí, alguna vez. Un día estaba en el supermercado y una niña le comentó a su padre: "¡Es Alba!". Y yo: "¡No, no! ¡Ni por asombro!". ¡Ya me gustaría a mí parecerme a Alba Torrens! 

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