domingo, 21 de junio de 2020

Víctor Ciavattini: "Dependerá del proyecto que tengamos con mi pareja, pero claro que volvería al Bàsquet Femení Sant Adrià. ¡Es mi casa!"

Cronómetro de Récords entrevista al preparador físico, que ayuda al club desde Melbourne (Australia), donde vive hace nueve meses 


Víctor Ciavattini en el Jardín Botánico de Melbourne (Australia). Foto cedida por Víctor Ciavattini. 

Toni Delgado (@ToniDelgadoG) 

En la cabeza de Víctor Ciavattini (Córdoba, Argentina, 1985) hay más movimiento que en varios parques de atracciones juntos. Tiene tantas ideas que, para que no se le escapen, graba notas de voz y se las envía por WhatsApp. No para quieto durante la conversación por Skype.   

Hace nueve meses que el preparador físico vive con su pareja en Melbourne (Australia), a 16.813 kilómetros y al menos 23 horas de avión de su Bàsquet Femení Sant Adrià, al que sigue ayudando desde la distancia. "Fue horrible ver cómo ardían los bosques del país durante seis meses, cómo se quemaban tantos árboles, morían tantos animales... En la ciudad hacía mucho calor y llevábamos mascarillas para no respirar ese aire contaminado", relata, triste. Sonríe contando sus escapadas por un territorio de película.

Víctor Ciavattini sería un gran retratista, pintor o fotógrafo, pues capta el más mínimo detalle. De ahí que sus respuestas (o historias) contengan pelos y señales y le cueste resumir. Si coincide con un periodista al que le encanta preguntar, el resultado son más de tres horas de conversación. 

—Después de siete temporadas como preparador físico del Bàsquet Femení Sant Adrià, te marchaste con tu pareja a Australia.   
Siempre quise mejorar mi inglés y lo estoy consiguiendo, sobre todo hablado, que es mi talón de Aquiles. El cuerpo me pedía un respiro después de varios años de máxima exigencia entre campeonatos de España y de Catalunya, fases de ascenso, competiciones internacionales en verano... En Australia he asimilado todo lo conseguido y vivido en el Bàsquet Femení Sant Adrià.  

Cadete de la generación del 1997, el primer equipo del Bàsquet Femení Sant Adrià en el que trabajó Víctor Ciavattini. Foto: FCBQ. 

—Sigues vinculado al club. Supongo que, sobre todo, tienes conexión directa con Aitor Piedra. 
Aitor Piedra ha sido quien ha cogido el relevo o el legado y está a cargo de todo ahora. Yo, desde la distancia, "asesoro" cuando es necesario. En estos años he creado un método de trabajo que funciona y la idea es mantenerlo, aunque tienen toda la libertad para mejorarlo. ¡De eso se trata, claro! Siempre ficho a personas como Jordi Amigó o Enric Orozco, gente apasionada por la preparación física y con ganas de sumar. Cristian Bariles y Fran Santana han sido grandes piezas en nuestro equipo. 

Pasión y obsesión máximo por el detalle. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

—¿Cómo fue tu infancia? 
Muy feliz. En un pueblo, en mi caso Laborde, siempre eres más libre y tu patio, entre comillas, es inmenso. Ya practicaba cualquier deporte. Primero jugué al fútbol y luego, al baloncesto. ¿Sabes? Me comparaban con Pepe Sánchez. [Risas]. 

—Alguien que te quería mucho... 
[Risas]. ¡Es broma! Bueno, quizás mi papá lo pensó alguna vez. [Risas]. Quien te adora siempre te ve mejor de lo que eres. Con 18 años me fui a estudiar a Córdoba, la segunda ciudad más poblada de Argentina, para estudiar INEF [ahora Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, CAFD] porque tuve a dos profesores, Fabián y Bocha, que me contagiaron su pasión. Dos referentes para mí.    

—¿Viniste a Barcelona para seguir formándote? 
Eso es. A mi pareja, arquitecta, le encantaba la ciudad, queríamos continuar creciendo fuera y disfrutar de una nueva aventura. No hay límites cuando quieres hacer cosas nuevas.  

—¿Qué llevabas en la maleta? 
Un 90% era ropa deportiva. Debo de tener dos tejanos, dos chaquetas y poco más.

Santi Guillén, Jordi Vizcaíno, Glòria Estopà y Víctor Ciavattini. Foto: Lou Mesa.  

—¿Qué estudiaste en Barcelona?
Un par de másters de INEF. Para ganarme la vida trabajé unos meses en un gimnasio deportivo, donde repetí tareas que ya había tenido en Argentina. No me gustaba. Yo lo que quería era dedicarme a la preparación física en baloncesto. Recuerdo que un día mi papá me preguntó si había enviado mi currículum a clubes. Y no lo había hecho... Me fui a un McDonald's porque había wifi gratis y, por problemas logísticos, no tenía acceso a internet en casa. Entré en la web de la Federació Catalana de Basquetbol y envié mi vida laboral a muchos clubes. 

—Y te llamó el Bàsquet Femení Sant Adrià. 
Fabián Téllez estaba buscando un preparador físico para su cadete: Ainhoa López, Paula Casadevall, Andrea Grau, Laura Visa... ¡Con ellas gané esa temporada mi primer campeonato de Catalunya! ¡Son recuerdos imborrables! 

El entrevistado hace de todo. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.

—Cuando llegaste, desconocías la dimensión del Bàsquet Femení Sant Adrià, que estaba poniendo los mimbres para acabar siendo la mejor cantera. 
Es cierto. De hecho, le pregunté a uno de los entrenadores, Ricky Peinado, qué nivel tenía el club. Él me miró como quien mira al despistado. Me dio a entender que era uno de los clubes referentes. Siempre me ha gustado el tono didáctico de Ricky.  Una vez finalizada la temporada, el Bàsquet Femení Sant Adrià me ofreció la renovación encargándome de la preparación física de casi todos los equipos. 

—León es una ciudad talismán para el club. Ahora me refiero a algo que sucedió en 2015...  
Se me pone la piel de gallina... Mireia Amigó, Lucía Moreno, Sònia Sardà, Alejandra Rodríguez... ¡Oro en el campeonato de España Cadete y quizás contra todo pronóstico! Fue una locura preciosa. Glòria Estopà es una persona especial para mí: formadora y... ¡Líder! Fue con quien más tiempo compartí en el Bàsquet Femení Sant Adrià y hemos vivido mucho con la selección. Glòria es pasional y tiene el carácter necesario para sacar rendimiento a las jugadoras.  

El oro en el campeonato de España de 2015. León es una ciudad clave en la historia del Bàsquet Femení Sant Adrià. Foto: Joan Balagué. 
Glòria Estopà y Víctor Ciavattini, eufóricos tras el oro en León. Foto cedida por Víctor Ciavattini. 

—¿Qué has aprendido de tu relación como preparador físico con entrenadores y entrenadoras? 
En el Bàsquet Femení Sant Adrià cambié mi visión sobre la preparación física: la esencia es el baloncesto y nosotros o nosotras, un complemento. La comunicación es imprescindible. Fabián Téllez es un genio obsesivo y pasional que busca el detalle al máximo y le da varias vueltas a cada concepto. En Jordi Vizcaíno descubrí a un líder innato con una excelente capacidad para gestionar al staff y al equipo. Disputamos 11 finales y sólo perdimos la última y por un punto. ¡Una locura! Su ayudante, Santi Guillén, es otro figura. ¡Me enseñó mucho de estadística! Enric Cervera es baloncesto alegre y empatía infinita. Toni Pallé, un metódico y estudioso que enseña mucho a la jugadora. Mientras que César Aneas combina entrenamientos de gran intensidad con el detalle minucioso, y Toni Sáez es carácter, pasión e intensidad. 

Laura Peña y Carla Grau tras el descenso a Liga Femenina 2. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

—¿Cuál crees que fue la temporada que más has aprendido en el Bàsquet Femení Sant Adrià?   
La 2018-2019, la del descenso a Liga Femenina 2. Aunque resultó un año duro, creo que una experiencia así en la élite te curte como profesional. Viéndolo desde la distancia que te da el tiempo, es el año en el que, con mucha diferencia, más he aprendido.    

—Debe de ser muy gratificante ayudar y ver crecer a las jugadoras y que algunas lleguen al primer equipo.
Tú decías "muy gratificante". Yo iría más allá: es un "orgullo" poder decirte que Laura Peña, Carla Balagué, Nora Galve, Violeta Verano o Carla Grau han hecho ese recorrido. Conseguir que ese proceso se inicie y se acabe en su máxima expresión, en la élite, es uno de los mayores retos que puede tener un profesional. En ese sentido, David Muñoz ayudó muchísimo a la formación de jugadoras.  

Cosecha lila de 1998. Foto cedida por Víctor Ciavattini.

—Tu rendimiento y el del Bàsquet Femení Sant Adrià te abrieron las puertas de la selección española.
Una enorme recompensa que le debo al club. Mucha gente me felicitó. Me gustaría destacar al presidente, Pepe Aneas, que me escribió un mensaje emotivo y emocionante, súper bonito. Son cosas que no puedo olvidar. Como tampoco olvido que Eduardo Espelleta, el vicepresidente, es como mi padre en el club. Un gran anfitrión y un libro abierto sobre baloncesto. Gemma Farré y Carles te reciben como a un hijo. "Esto también es tuyo", me escribió Carles hace unos días tras el ascenso a Liga Femenina Endesa. [Suspira]. Un detalle precioso.    

—¿Y qué rol familiar tiene Montse Beltran?  
¡Sería mi tía! [Risas]. Un amor de persona y muy necesaria para la familia del Bàsquet Femení Sant Adrià.  

—Desde otro continente, Oceanía, viste debutar esta temporada en Liga Femenina 2 a Txell Alarcón, Laura Salmerón, Alba Orois, Laia Lamana, Gedna Capel... 
Y han tenido minutos y buenas actuaciones. Las he visto madurar y ahora tienen tanta proyección...   

El primer ascenso a Liga Femenina (23 de abril de 2017). Foto: FEB. 

—¿Cómo viviste el ascenso, a falta de patrocinador, a Liga Femenina Endesa?
¡Con una sonrisa inmensa cuando me desperté y leí la noticia!  Ojalá que aparezca un patrocinador que apueste por un proyecto con una cantera de una enorme proyección y un primer equipo en la élite. ¿Cuántos clubes pueden presumir de eso?

La generación de 2002. Foto: FEB. 

—Gran parte de la culpa de ese estatus es de Dani Poza, hasta hace unos meses director técnico. 
Dani es un visionario. Al principio no acababa de entender su trabajo... [Se ríe]. Eso sí, con el tiempo me di cuenta de cuánto implica gestionar algo así. Confío en Toni Sáez y Adri Martínez, sus sucesores. Sé que quieren al club y se dejarán la piel. 

23 de diciembre de 2017: clasificación para la Copa de la Reina de Zaragoza. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.

—El día de Sant Jordi de 2017 el Bàsquet Femení Sant Adrià escribió, de nuevo en León, una historia perfecta: el primer ascenso a Liga Femenina.  
Brutal, Toni, brutal. Sería capaz de recitarte la plantilla varias veces y hasta cambiando el orden y muy rápido. Olga Ruano, Cristina Hurtado, Mireia Vila, Marta Claret, Helena López... ¡Todas, Toni, todas!   

—Y en su debut en la élite el club jugó la Copa de la Reina de Zaragoza...  
Fueron emociones inmensas, días increíbles. Divinos. La recompensa a un grupo muy, muy bueno. 

Víctor Ciavattini en la Copa de la Reina de Zaragoza. Foto: Alberto Nevado / FEB. 

—¿Qué jugadoras pueden dar el salto próximamente?
Muchas. Deva Bermejo, Irene Broncano, Ana Guillén y seguro que más. 

—¿Volverías al Bàsquet Femení Sant Adrià? 
Dependerá del proyecto que tengamos con mi pareja, pero claro que volvería. ¡Es mi casa! 

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1 comentario :

Unknown dijo...

Gran profesional y mejor ser humano 💪😁un orgullo ...