Deva Bermejo: "Me sabría muy mal ver cómo alguien se cree superior por llegar donde no ha llegado otra persona"

Cronómetro de Récords entrevista a la base del Bàsquet Femení Sant Adrià 

Deva Bermejo sería una bruja llena de bondad. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.

Toni Delgado (@ToniDelgadoG) #baloncestofemenino #LigaFemenina2 

Durante unos minutos es Carnaval en el Pavelló Ricart. 

Como Deva Bermejo (Barcelona, 2004) roba pelotas imposibles y llega a los sitios antes de lo que parece, quería vestirla de maga. Pero no hay manera de encontrar a nadie que tenga un sombrero de maga.  

—Te puedo prestar un gorro rosa de bruja –me propone Montse Bertran, delegada del primer equipo. 

—Intentaré conseguirte uno negro –sugiere en otro momento Àngel Gil, que narra los partidos del club con Àlex Benito.

Tampoco nadie tiene una varita mágica. Un mezclador de cócteles de plástico servirá. Ya hay disfraz para la base del Bàsquet Femení Sant Adrià. 

Cuando le doy el primer gorro, el rosa, y la presunta varita mágica, Deva Bermejo sonríe y observa a su alrededor por si sus compañeras están pendientes de la escena. "Parecen  despistadas. Bien", piensa.  

Con el gorro negro le pido que mueva las manos como si estuviese haciendo magia o un hechizo. Cada vez está más relajada. 

"Pasé un poco de vergüenza con las fotos, pero lo más importante es que hayan quedado chulas", me cuenta Deva Bermejo días después, cuando conversamos por Zoom. Lleva puesta la sudadera del Bàsquet Femení Sant Adrià y continuamente se sube y se baja las mangas, y sonríe. Su  mirada es limpia, sin la más mínima maldad. Si fuera bruja sólo haría el bien.   

La base del Bàsquet Femení Sant Adrià es pura magia. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.

—¿Cómo te han ido los exámenes? 

En general, bien. Inglés, regulín... Me cuesta mucho. 

—"Deva Bermejo tiene una mentalidad de sénior increíble y  la inocencia y diversión de una niña. Es una caja de sorpresas", te retrata Mariona Teixidó. 

¡Qué guay! ¡Quiero mucho a la Teixi! En la pista a veces soy inmadura porque hago cosas sin pensar y tomo muchos riesgos. Fuera soy muy inocente, muy buena niña. 

—¿Qué tiene de bueno y de malo la inocencia?

En todos los equipos a los que subo soy como la bebé. [Me río]. ¡Y no quiero serlo! Incluso las de mi edad me han llegado a llamar así. A veces me da rabia. Aunque... ¡Realmente tengo cara de bebé! [Risas]. Me gusta serlo cuando me protegen.  

—Os cuidáis mucho entre vosotras. 

Somos un grupo muy generoso y empático. ¿Sabes? Mi ilusión era compartir vestuario con referentes como Helena López, que me entrenó en premini. ¡Y he cumplido ese sueño!  

 

—Sois líderes descaradas a las que nadie querría tener como defensoras.  

Sí, nuestro estilo es parecido. En los primeros entrenamientos flipaba con ella. ¡Me encanta defender a Helena López porque te lo pone todo mucho más difícil!  

—¿Defender es lo que más te divierte del baloncesto? 

De pequeña sólo defendía, prácticamente ni atacaba. Me encanta robar pelotas, anticiparme... 

—Lo tuyo con Laia Lamana fue amistad a primera vista. 

Ha sido un descubrimiento: Laia me ha ayudado mucho para que mi adaptación al primer equipo haya sido más llevadera. Ella ya debutó con las mayores el año pasado, ya lo ha vivido. Laia es un apoyo constante, sobre todo cuando estoy mal. 

¿De qué estarían hablando Deva Bermejo y Laia Lamana? Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.

—¿Cómo la estás ayudando tras su operación de codo?

He sufrido y sufro mucho por ella. La abrazo cuando está triste y la intento hacer reír. Aunque no lo necesita mucho. Laia siempre se ríe. Incluso ahora. Admiro cómo está afrontando la situación y le agradezco que nos cuide tanto. Es un espejo en el que fijarse.   

—Siempre contagia una energía extra. Laia Lamana es especial. 

Cuando aparece, Laia siempre te saca una sonrisa, aunque tengas un día malo. Es mágica. 

—¿Por qué vuestro humor es tan parecido?

¡Porque somos niñas pequeñas! [Risas]. Nos reímos de todo, sobre todo de nosotras mismas. 

"¿En serio?". Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.

—¿De qué habláis en el banquillo?

Lo comentamos todo, bromeamos, me anima si estoy de bajón... Siempre estoy a su lado. Me lo paso pipa con ella. 

—¿Guardas la pancarta que te hicieron tus compañeras del sénior B para el Allstar de la Copa Catalunya de la temporada pasada en Granollers? 

¡Por supuesto! Es un detalle que me hizo mucha ilusión. Pone "¡qué maravilla nuestra cadetilla!". La vi nada más salir a la pista y... ¡Madre mía! ¡Qué presión y qué orgullo!

—La presentación con luces fue increíble. 

¡Flipé! ¡Parecía la NBA! Me hacían bromas porque llevaba el 77 de Luka Doncic. En la presentación se me acercó Toni Sáez y me dijo: "Deva, sales de titular". ¡Pero si yo iba a aplaudir! Me puse súper nerviosa. En la presentación salía la última y temí caerme o que me pasase algo. Afortunadamente, no hubo contratiempos. ¡Fue una experiencia brutal!  

—Tienes mucha vergüenza. 

Soy muy vergonzosa. Cuando hay que hacer declaraciones a los medios después del partido, intento escaquearme. No se me da bien...  

—"Deva es una jugadora imprevisible y muy versátil. No sabes cómo defenderla porque te puede meter cinco triples, hacerte un crossover... Su lectura de juego es excelente y ve los mínimos detalles", te describe Irene Broncano.  

Me encanta que destaque mi visión. Me gusta que el juego sea bonito y fijarme en cualquier aspecto. Fuera de la pista reconozco que soy un poco despistada. [Risas].  

—"A Deva Bermejo la llamo Pitbull. Es una máquina. Es muy divertido verla disfrutar en la cancha y agradecido comprobar cómo trabaja y corrige lo que le dices. Siempre quiere que le des más. Fuera es muy dulce y divertida", te retrata Javi Torralba.  

¡Qué guay! ¡Gracias, Javi! Siempre me ha llamado Pitbull porque voy como una loca a robar pelotas. Me ha ayudado mucho. Nunca olvidaré que antes de las semifinales de un campeonato me llevase a dar una vuelta. Yo no me veía capaz de jugar porque me había puesto muy mala y había vomitado toda la noche. Me convenció y jugué la semifinal y la final.  

Deva Bermejo ante el Segle XXI. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.

—¿Y qué te dijo Javi Torralba?

Que una base nunca puede tirar la toalla y que tiene que tener buena cara para que el equipo confíe. Entendí que, aunque lo estuviera mal, necesitaba sacar una sonrisa para que el grupo viese que estaba mucho mejor. Y así era, pero no me encontraba del todo bien. Había pasado dos noches muy malas.  Sin su charla no habría salido del hotel. Javi Torralba te saca energías de donde sea. Es un sabio que te regala consejos muy valiosos. 

—"No se le han subido los humos a la cabeza a pesar de ser una júnior de primer año que está en el primer equipo. Trata a todo el mundo igual", te agradece Laia Lamana.  

Me considero muy humilde. No tienes ningún derecho a presumir por un puesto que quizás también se merecía otra compañera. Me sabría muy mal ver cómo alguien se cree superior por llegar donde no ha llegado otra persona.   

—¿Has compartido vestuario con alguien así?

No. Afortunadamente mis compañeras siempre han sido humildes y me han enseñado a serlo todavía más.  

Deva Bermejo, una eterna observadora en la pista. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.

—Tan humilde como para no colgar tus vídeos con Laia Lamana en Tik Tok... [Risas]. 

¡Nos da mucha vergüenza compartirlos! ¡Son lamentables!  Hacemos tonterías, Laia encuentra audios súper graciosos y yo me apunto a lo que sea. En el primer viaje con el equipo no paramos de hacer vídeos... Secretos, claro. 

—Hay público para cualquier humor... 

Ya... Igual si los colgásemos, nos haríamos virales. No, no nos convencerás.  

—"Siempre me apoya y le agradezco su trato, cariño y confianza", expone Irene Broncano. 

¡Jope! ¡Qué guay! Llevamos tantos años jugando juntas que se ha convertido en una hermana para mí. Además, nuestros padres están súper unidos también. Bronki, te quiero muchísimo. ¡Nos queda tanto por disfrutar juntas!  

—¿Con quién ibas en la final de la Copa de la Reina de Valencia? ¿Con el Valencia Basket o con el Perfumerías Avenida? 

Con los dos, pero es que yo soy muy fan de Silvia Domínguez... 

—Por eso te lo preguntaba. 

Es muy ídolo. Siempre quiero lo mejor para Silvia Domínguez. 

—¿Has hablado alguna vez con ella?

No, y me pondría muy nerviosa.

 

—Imagínate que subís a Liga Femenina Endesa y el primer partido es contra el Perfumerías Avenida en el Marina Besòs... 

¡Se me pondrían los ojos como platos! La admiro desde pequeña. Silvia Domínguez sabe dirigir con naturalidad al equipo, a quién buscar, qué jugada marcar... Lo tiene todo. 

Una pelota escurridiza ante el CB Andratx. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.

—Jugaréis la fase de ascenso a Liga Femenina Endesa en una sede sin confirmar. Será en Sant Feliu de Llobregat o en Leganés del 8 al 11 de abril. ¿Cómo te imaginas ese momento?

Nunca me vi disputando una fase de ascenso. Estoy muy emocionada, la verdad, y... ¡Quiero jugarla ya! Hemos ido de menos a más y estamos en nuestro mejor momento. La derrota ante el Bàsquet Maresme Boet Mataró 3 Viles resultó un punto de inflexión.  

—Tu hermano, Álex Bermejo, es futbolista y juega en el CD Tenerife. 

Siempre ha sido un referente para mí. Tanto que de pequeña le copiaba. ¿Que mi hermano iba allí? Pues yo también. Incluso jugaba a fútbol en casa con sus botas y espinilleras. [Risas]. Nos queremos muchísimo. Álex siempre me apoya desde la distancia. 

—Querías jugar a fútbol, pero a tu madre, Esther, no le hacía gracia. 

Ninguna. Mi padre, Rafa Bermejo, jugó en el Júpiter. Bueno, el caso es que un día estaba con mi abuela en el parque y empecé a lanzar una pelota de plástico a canasta. Mi abuela vio cómo las metía casi todas y se lo comentó a mis padres, que me propusieron apuntarme a la extraescolar de baloncesto: "Deva, si no te gusta, lo dejas". Me encantó. Después me fichó el club de mi cole, el CB Alisos, y un año después me incorporé al premini A del Bàsquet Femení Sant Adrià con Joana Orive, que me ayudó y me orientó mucho. Yo era un poco cabra loca.  

Deva Bermejo y Laia Lamana, a Lucía Moreno también le gusta vuestro humor. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.

—Me cuentan que eres muy coqueta. 

Muy presumida. Antes de salir a calentar en los partidos, me hago la coleta, me pongo gomina y le pregunto a Teixi si está bien. No puedo aparecer con la coleta mal.  

—¿Cómo recuerdas tu debut en Liga Femenina 2 ante el GEiEG Uni Girona? 

¡Era un manojo de nervios! Fallé una entrada sola, cogí el rebote y tampoco acerté sin oposición... No fue mi día ni casi el de nadie en ataque. Defendimos muy bien, dejamos al GEiEG Uni Girona en 27 puntos y nos llevamos el partido. No había público, pero me recordé como espectadora en la grada o en las sillas que se ponían al lado de las canastas. Yo animaba mucho, eh. "Fooooooorçaaaaaa liiiiiileeeeees!". Me fijaba, sobre todo, en las bases. Me impactaron Laura Peña y Aina Ayuso. 

—¿En qué crees que has mejorado esta temporada? 

He aprendido a no venirme abajo con tanta facilidad. Tengo más confianza en mí misma, me dosifico más y evito mucho más las faltas innecesarias.   

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